La publicación reciente en el diario uruguayo El País1 de una nota firmada
por Carlos Tapia que se titula y refiere que “Estudio confirma que marihuana es puerta de entrada a pasta base”,
pone en primer lugar y sugiere como causa al consumo de marihuana para la
consolidación de dependencias de drogas más peligrosas, como la pasta base de
cocaína, también llamada “paco”.
La nota de Tapia se inicia así:
— Bueno, Javier,
¿te acordás cuáles fueron las primeras drogas que empezaste a probar?
— Sí, me acuerdo,
tenía… ocho años, mirá lo que te cuento, ocho años y… me daban mis hermanos
mayores marihuana y yo iba a la escuela, entonces pasaba durmiendo en la
escuela o vomitaba o me dormía… me pasaban cosas…
— Por fumar
marihuana.
— ¡Claro!, yo tenía
ocho años, iba a primer año de clase, entonces un día llamaron a mi padre, que
era muy conocido mi padre, el Moneda, aparece mi padre y yo de ahí me enfermo
en la escuela y me lleva al hospital y resulta que por ese consumo estuve
internado dos años…
El testimonio de
Javier, de 37 años, es uno de los que se desprenden del informe «Consumo
problemático de pasta base de cocaína / Una aproximación a sus efectos y
prácticas», realizado por el Departamento de Antropología Social de la Facultad
de Humanidades, que será presentado hoy por la Junta Nacional de
Drogas (JND) en el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Uso
Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas de Naciones Unidas.
La difusión del aludido “estudio” no es una primicia del
diario El País, la publicación
académica Anuario de Antropología Social
y Cultural en Uruguay (Vol. 11, 2013, p. 167 y ss.), editada en Montevideo
conjuntamente por la Universidad de la República y la Editorial Nordan,2
da cuenta del trabajo llevado adelante ya en 2012 por el Equipo de
Investigación de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de esa
universidad integrado por Giancarlo Albano, Luisina Castelli y Emmanuel
Martínez, y coordinado por el antropólogo y docente Marcelo Rossal.
El informe publicado por ese Anuario dice en su resumen:
El
avance de investigación que presentamos es producto de la realización de un
estudio en convenio con [la el] OUD (Observatorio Uruguayo de Drogas). En
dicho estudio realizamos un acercamiento etnográfico a un universo de 320
consumidores habituales de pasta base de cocaína como asimismo se realizaron 40
entrevistas formales. De dicho estudio se desprenden datos que vendrían a
problematizar afirmaciones instaladas en los discursos dominantes. Se intenta
mostrar a continuación, someramente, estas problematizaciones3.
Los investigadores de la Universidad de la República han
tenido la precaución de ser muy explícitos en el resumen que citamos, dicen que
del “estudio se desprenden datos que vendrían a problematizar afirmaciones
instaladas en los discursos dominantes”.
Inmediatamente luego se afirma en la “Introducción”:
La
aproximación etnográfica de la que presentamos su avance fue enfocada en las
trayectorias de consumo de usuarios de pasta base de cocaína (PBC, sea fumada
en pipa o en Basoco [cigarrillo]) e
implicó la realización de 40 entrevistas así como tres meses –septiembre,
octubre y noviembre– de observaciones en el Club de Pesca Belvedere. En el
contexto de estas observaciones se sostuvieron diálogos de “sala de espera” con
personas o grupos de personas que aguardaban ser encuestadas [ver Nota]; en base a estos
diálogos se seleccionaron los 40 entrevistados, cuidando que esta selección
contemplara la heterogeneidad etárea4, socioeconómica y de capital
cultural de la totalidad de los encuestados.
El
proceso de investigación etnográfico resultó en un espacio de aprendizaje para los
investigadores acerca de la cotidianeidad, las moralidades, el vínculo con las
facetas represivas y protectoras del Estado, el mundo del trabajo precario y la
vida obrera, el trabajo formal e informal, incluso el delictivo de estos
usuarios de PBC; en ese marco se hizo posible comprender no sólo modos, frecuencias
y dinámicas sobre sus prácticas de consumo sino también aspectos relacionados a
las distintas circunstancias sociales en que se desarrollan las trayectorias
como usuarios de PBC, los significados que les atribuyen a estas prácticas, las
estrategias de obtención de las distintas drogas, la sexualidad y las
relaciones de género, las relaciones familiares y los vínculos institucionales
que han tenido a lo largo de dichas trayectorias.
En
una primera instancia nuestro equipo ha podido constatar tres aspectos que
debemos considerar sobre la realidad de estos sujetos:
• Se
trata de una población heterogénea
• Sus
prácticas de consumo son también heterogéneas
• En
un sentido, no se trata de una población “oculta” sino sujetos que han tenido
trayectorias atravesadas por vínculos con distintas instituciones del Estado.
De
todos modos, las líneas que se presentan en este avance deben considerarse
provisionalmente ya que no se ha podido analizar la totalidad de las
entrevistas y ponerlas en relación con el conjunto de observaciones.
Nota: Las 40 entrevistas se seleccionaron de una muestra de
320 encuestas realizadas por Equipos Mori en base a la metodología RDS (Respondent - driven sampling), muestra
dirigida por los entrevistados. El local elegido está en la zona del Paso
Molino. En todo momento se trabajó en coordinación con el grupo de Equipos
Mori. Las entrevistas, las observaciones y la redacción de este avance fue una
realización colectiva de los cuatro
investigadores (Giancarlo Albano, Luisina Castelli, Emmanuel Martínez y
Marcelo Rossal), en tanto que la coordinación del estudio corresponde a Marcelo
Rossal en colaboración con Héctor Suárez y Jessica Ramírez del OUD. Se agradece
muy especialmente a todos los involucrados en la investigación.
El artículo en el diario El
País que nos ha llamado a este análisis, firmado, como se dijo, por Carlos
Tapia, luego de poner en un primer plano al consumo de marihuana como “puerta
de entrada” al de la pasta base de cocaína, afirmando que ello se desprende del
“estudio” académico del que hemos encontrado y difundido una fuente seria de consulta,
recién secundariamente alude a los condicionamientos socioeconómicos y
culturales en el desarrollo de éstas y otras adicciones.
En el Anuario, y como “Conclusiones preliminares”5,
es decir, que sirven de preámbulo o proemio para tratar más
sólidamente la materia, se afirma que:
En
el avance se presentan algunas conclusiones muy preliminares que deberán
seguirse evaluando a [la] medida que avanza el proceso de análisis del
material recogido en el terreno.
De
todas formas pueden delinearse algunos avances bastante firmes: 1) El inicio al
consumo de sustancias más o menos temprano (entre antes de 12 años y más de 16)
es un fuerte marcador de vulnerabilidad de la familia de origen, las prácticas
de cuidado y las moralidades en relación a la niñez, la adolescencia y la
educación formal; 2) el inicio del consumo de la PBC, consistentemente con lo
visto en otros estudios (Garibotto et al.,
2006) se inicia en el 2002, sin embargo, dicho inicio fue precedido por el uso
de “merca cocinada”, promocionada por algunas bocas de venta desde finales de
los años 90; 3) El consumo de PBC vino a sustituir otros consumos muy
problemáticos, como es el caso de la cocaína inyectable que hoy subsiste como
una práctica muy peculiar y marginal; 4) los consumidores son heterogéneos,
como lo son las clases populares uruguayas: unos tienen su origen en barrios
obreros, otros provienen de las clases medias bajas, otros pasaron su niñez en
un asentamiento o en estrategias de calle; 5) los procesos de rehabilitación
siempre tienen contramarchas propias a la precariedad signada en las
trayectorias de estos sujetos, como contraparte positiva, entre las
expectativas de futuro se enuncia generalmente la voluntad de dejar de consumir
y cambiar de vida.
La mala leche genera
adicción en ciertas clases y capas de la sociedad
El 2 de julio de 2011, ahora tres años atrás, el mismo
diario en un artículo sobre la llamada “inseguridad” urbana en el barrio
montevideano de Carrasco «publicó la foto de tres al parecer cuida-coches,
conversando, y de un gurí, efectivamente, un muchacho menor de edad, casi un
niño, mirando de frente a la cámara»6. La asociación inmediata entre
delito y minoridad estaba exacerbada en beneficio de las campañas para bajar la
edad de imputabilidad penal. Ahora, en el caso concreto que hemos abordado, es
evidente que la distorsión de una investigación académica ha sido hecha adrede
en oposición a una ley del Estado uruguayo que procura resolver graves
problemas con nuevas estrategias políticas.
Los responsables del medio en cuestión, corresponde inferir,
tienen una marcada adicción por la “mala leche”, como el léxico popular caracteriza
a las acciones de mala fe, oscuras y tendenciosas. Esta afición conforma una
peculiaridad en ciertas clases y capas sociales en posiciones, por ahora,
dominantes.
Notas:
3 En rigor, los redactores del informe deberían haber
escrito “cuestiones” en lugar de “problematizaciones” (neologismo innecesario e
inexistente). El verbo “problematizar” alude a “presentar algo como una
cuestión”: “Pregunta que se hace con intención dialéctica para averiguar la
verdad de algo” (DRAE).
4 Corresponde que se hubiera escrito “etaria”: “Perteneciente
o relativo a la edad de una persona. Período etario. Franja etaria”
(DRAE).
5 Fiel a las obligaciones de mi oficio de corrector
editorial de textos de las ciencias sociales me he permitido, además de las
modestas observaciones precedentes sobre los usos escritos de nuestra tan rica
y expresiva lengua, reemplazar por números arábigos –en la transcripción de la “Conclusiones”– una
equivocada y difundida escritura de los números romanos con letras minúsculas. Si
se quisiera que esos caracteres no destacaran tanto en el texto pueden
emplearse letras versalitas. También hice algunos muy pocos agregados y
tachaduras que destaqué colocándolos entre corchetes. Estas acciones “de buena
leche” son tendientes a sumar impedimentos que eviten que en los intersticios
del honesto quehacer científico se cuelen mercaderes y oportunistas.
6 “Un diario
que hace mucho daño: El País, de
Montevideo”, ALAI América Latina, 20.6.2012: ver en http://alainet.org/active/55815&lang=es
y también en este mismo blog.
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