Cuando comienza a entrar en crisis la credibilidad del
reiterativo discurso de las corporaciones capitalistas financieras y de los
gobiernos y escribas funcionales u orgánicos en torno a los casos de genocidio
en Gaza y de aventurerismo militar criminal en el este europeo, nuevamente
aparece “mal ubicada” (estuvimos a punto de escribir primero la expresión
futbolera “orsay”) una empresa bancaria multinacional.
Ayer comentamos el caso del Santander que tuvo que
desdecirse (pero que primero lo hizo) de haberse entrometido en cuestiones
políticas y soberanas del pueblo y del Gobierno de Brasil (cuando sus analistas
tecnócratas recomendaron que no haría bien a la economía de ese país que fuera
reelegida presidenta Dilma Rousseff).
Hoy, para la crítica se presta el –también con sede en
España– Banco
Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA) con su Fundación del Español Urgente, la Fundéu, organización de
recomendaciones lingüísticas dirigida especialmente al mundo del periodismo y
la información pública, que mediante correos electrónicos distribuye
“recomendaciones del día”. En la última el tema es “vocativos entre comas”.
La dicha Fundéu sostenida por el BBVA, en
su sitio en internet y en sus comunicaciones, manifiesta claramente que es
copatrocinada también por la agencia de noticias oficial del Gobierno español,
EFE, y que en su quehacer está asesorada por la Real Academia
Española de la lengua. Pero, queda claro, quienes mandan son los
banqueros…
En
la “comunicación urgente” de hoy, 29 de julio, dedicada a advertir que siempre
los vocativos, es decir, como bien aclara en su mensaje, toda «palabra o grupo de palabras que se refieren
al interlocutor y se emplean para llamarlo o dirigirse a él de forma explícita»
va entre comas, toma como ejemplo el apellido del Presidente de la Federación Rusa.
Veamos:
Dice la Fundéu que «En los medios de comunicación es
habitual encontrar frases en las que el vocativo no está entre comas: “Muchas
gracias Putin por el asesinato de mi única hija” […]». Luego, explicando que,
en el caso, Putin es un vocativo, indica que la sintaxis correcta es: «Muchas
gracias, Putin, por el asesinato de mi única hija» (seamos concretos: insisten la Fundéu, el banco BBVA y la agencia EFE, con el
asesoramiento de la RAE, que un tal Putin que puede presumirse preside Rusia
asesinó a la única hija de alguien).
El detalle, si se quiere grotesco, de todo esto es que,
pueden ustedes los lectores verificar mediante internet, varios medios
periodísticos que con antelación a la recomendación de la Fundéu reprodujeron
la carta que se dirigió públicamente al presidente ruso con esa acusación, no
cometen el error de puntuación apuntado.
Nueve días antes, el 20 de julio, el diario Excelsior, de México, publica con el
título «Muchas gracias por el
asesinato de mi única hija,
escribe hombre a Putin»: «ÁMSTERDAM, 20 de julio. El padre de Elsemiek
de Borst, una joven holandesa de 17 años que viajaba en el vuelo de Malaysia
Airlines que fue derribado el jueves en Ucrania, ha dirigido una conmovedora
carta al presidente de Rusia, Vladimir Putin, en la que le hace partícipe de su
dolor y le responsabiliza de lo ocurrido», y sigue: «“Muchas gracias, señor
Putin, o líderes separatistas, por el asesinato de mi querida y única hija”,
comienza diciendo Hans Breast, en una carta que ha sido difundida en distintos
periódicos locales holandeses».
Se ve en el ejemplo (http://www.excelsior.com.mx/global/2014/07/20/971872)
que los traductores del neerlandés al castellano, y los propios redactores del diario,
no cometieron el error que nueve días después dice la Fundéu que ha sido “habitual”
en los medios periodísticos.
En la búsqueda que hicimos en la red, en castellano, la
primera referencia que aparece es la del diario Excelsior, fechada el 20 de julio, luego, el 21, La Patilla, de Caracas, con impecable
sintaxis y puntuación, y después por los mismos días la de varias decenas de
otros diarios y revistas. En algunos, no en la mayoría, en los títulos,
solamente en los títulos, se comete el error de puntuación.
Sin duda que el señor Hans Breast, padre de la infortunada
joven, impactado por la muerte de su única hija, en su momento creyó en la información
que se daba sobre las responsabilidades en torno a la precipitación del avión.
Acompañamos en el dolor a Breast y a tantos otros padres, hermanos, esposas y
esposos, hijos y amigos de las víctimas de ese fallido viaje, como acompañamos
a los ucranianos, palestinos e israelíes, y a todos los sufrientes del mundo.
Repudiamos de la Fundéu, del BBVA, de EFE y de la RAE el
cruel (podría decirse cínico) oportunismo de aprovechar un quizá probable error
lingüístico en algunos medios de prensa para poner nuevamente en el candelero
–casi diez días después de inicialmente aparecer– una sentencia falsa: que
Putin asesinó a la única hija de un padre holandés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario