Hoy, 26 de julio, se cumplen 64 años del
fallecimiento de Eva Duarte de Perón, Evita, víctima de cáncer, estando su
esposo –Juan Perón– en ejercicio de la presidencia argentina. Hoy, se han hecho
numerosos homenajes populares en su memoria. Corría entonces el año 1952 y yo
tenía diez años. Tengo tres recuerdos principales de aquel momento: uno es que en
la escuela, en cuarto grado de primaria (ahora sería quinto), a partir de ese
día y durante todos los que faltaba cumplir del año lectivo cruzamos una ancha
línea negra en diagonal en el encabezado de la primera página del día en el
cuaderno de tareas; otro, que durante un mes en algunas grandes avenidas de los
barrios de Buenos Aires, donde por entonces vivía mi familia, hubo crespones
negros en las farolas; y la última es que en el boletín informativo vespertino
de Radio Nacional, que se escuchaba en casa irradiado desde aquel día a partir
de esa hora, un locutor decía iniciando la presentación: «Las veinte y
veinticinco, hora en que Eva Perón pasó a la inmortalidad» .
No fue esa una construcción discursiva, no fue una
campaña publicitaria: Eva Perón, Evita, efectivamente pasaba a la inmortalidad,
la recordamos, se la recuerda. En mi escritorio, a la izquierda de mi vista,
tengo la reproducción de una foto suya que me regalara en 1989 una excelente
persona, compañero peronista, amigo, periodista y trabajador de la cultura,
Daniel García Díaz (fallecido hace algunos años), inicial responsable de Prensa
de la Universidad Nacional de General Sarmiento y también inicial Secretario
General de su Asociación Gremial de Personal No Docente (APUNGS), quien bien me conocía en
mi condición de militante marxista.
Luego de Eva Perón también mueren entrañables
luchadores populares argentinos, asesinados, como Ernesto Che Guevara, de
trascendencia latinoamericana y mundial, o René Salamanca, desaparecido en 1976,
el gran Agustín Tosco enfermo gravemente y escondido por el PRT, y decenas de
miles de compañeras y compañeros a los que por lo común recordamos apenas por
sus alias, o referencias de trabajo, militancia o parentesco. Entre ellos está
Mario Roberto Santucho, muerto en 1976 en combate procurando defender el
domicilio donde vivía con su pareja y compañeros en la localidad bonaerense de
Villa Martelli, casi frente a la autopista Panamericana en su cruce con la
avenida de circunvalación de la Ciudad de Buenos Aires. Alguna vez contaré qué
especial contacto material tuve, no de persona a persona, con Santucho.
Iroel Sánchez Espinosa, de Santa Clara, Cuba, ojalá
fuéramos parientes, director del blog La
pupila insomne, ha publicado esta crónica que le enviara su compatriota
Víctor Casaus del homenaje que se le rindiera en la Ciudad de Buenos Aires a
cuarenta años de su fallecimiento. (https://lapupilainsomne.wordpress.com/2016/07/26/palabras-y-canciones-para-santucho-por-victor-casaus/#more-55410). En la crónica de Casaus
aparece un Mario Santucho, director de la renovada revista argentina Crisis, que no es sólo homónimo del
recordado luchador revolucionario, sino su hijo, y también María Santucho,
prima de Mario, el director de Crisis,
sobrina de su padre –hija del hermano Oscar Asdrúbal Santucho, capitán del ERP
muerto en Tucumán– y residente en La Habana, casada con Casaus, y como él
miembro de la conducción del Centro Cultural “Pablo de la Torriente Brau”.
Agradecemos mucho a Víctor, María a Iroel. G. E.
Víctor Casaus y María Santucho |
Escribo esta crónica rápida
para compartir lo que vivimos hace dos noches en el teatro de FOETRA, en Buenos
Aires, en la velada “Dónde
está la Revolución. A 40 años del asesinato de Mario Roberto Santucho. A 200
años de la independencia argentina”.
Amigos y familiares del líder
revolucionario organizaron, en tiempo probablemente record, el encuentro de esa
noche donde estuvieron presentes la palabra, el pensamiento, la memoria y la
canción para recordar, en estos tiempos difíciles, los temas que mencionamos.
Se desarrollaron dos mesas en
las que sus participantes respondieron a una pregunta del moderador. En la
primera, titulada La memoria ardiente, el periodista
Diego Genoud trasladó las preguntas a Horacio González, Norita Cortiñas, [Carlos]
Maco Somigliana y Bruno Nápoli.1 Como elemento novedoso de esta
actividad, hubo preguntas también para gentes del público, respondidas desde
las butacas, que dieron continuidad a un diálogo que se extendió a la mesa
siguiente.
Esta, titulada El
presente de lucha, fue coordinada por el editor Mario Santucho y
los integrantes de la mesa fueron Deolina Carrizo, Claudio Mardones, Robi
Amador y Carlos Zamboni.2 Como participante desde el público,
Liliana Herrero3 cantó, a capella, el hermoso poema de José
Agustín Goytisolo “Palabras para Julia”, convertido en canción, años
atrás, por Paco Ibáñez. Las dos mesas abordaron, en su conjunto, temas de la
memoria y también de la actualidad argentina, a partir de las preguntas que
dieron título a esta Junta política y festiva, como se
anunciaba en la invitación.
María Santucho hizo la
presentación de la tercera parte de esta juntada, haciendo un hermoso y emotivo
recorrido por los temas del encuentro y resaltando el importante rol que
desempeñan la canción, la cultura, en estas luchas que se continúan hoy en
otras circunstancias.
Los creadores musicales
presentados por María fueron, en este orden de aparición sobre el escenario del
teatro de FOETRA: Malena y su grupo de rap y hip hop, la gran cantora Teresa
Parodi, Peteco Carabajal, que interpretó su vibrante chacarera
dedicada a Santucho, y el rosarino Varón Fernández.4
Así, la canción popular estuvo,
activa y presente, en esta juntada de homenaje a Mario Roberto Santucho y a los
200 años de la independencia argentina. Una noche de emociones contenidas o
desbordadas en la atmósfera de estos días febriles y tensos que vive Argentina.
Hemos querido, desde el Centro
Cultural Pablo de la Torriente Brau, desde La Habana, adelantar
esta crónica urgente para compartir esas emociones vividas y seguir siguiendo
con los compromisos históricos que nos acompañan.
Víctor Casaus
Notas de ¡Ansina es!...:
* Víctor Casaus Sánchez (La Habana, 1944), es un poeta, cineasta, narrador
y periodista cubano, director del Centro Cultural “Pablo de la Torriente Brau”.
Casaus Sánchez está licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas por la
Universidad de La Habana, y en su ya larga trayectoria ha colaborado y colabora
en publicaciones periodísticas y culturales cubanas e internacionales, como Revista Casa de las Américas, Cine Cubano, Unión, y Revolución y Cultura.
Ha sido jurado del Premio Casa de las Américas en los años 1971, 1981 y 1996, y
participado en numerosos encuentros internacionales de literatura y en tanto
cineasta también en numerosos festivales como realizador o jurado, entre ellos
los de San Sebastián, Leipzig, Moscú, Bogotá, Cartagena y La Habana. Víctor Casaus
Sánchez es también miembro de la Red Internacional de Escritores Por la Tierra.
1
González, Cortiñas, Somigliana y Nápoli son, respectivamente: sociólogo,
escritor, director de la Biblioteca Nacional de Argentina hasta diciembre de
2015; cofundadora de Madres de Plaza de
Mayo y, posteriormente, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; miembro del
reconocido internacionalmente Equipo Argentino de Antropología Forense; historiador
investigador sobre las complicidades e intereses empresarios en la dictadura
argentina de 1976 a 1983.
2 Carrizo, Mardones, Amador y Zamboni son, respectivamente:
joven dirigente del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE);
periodista en la revista Crisis y en
el diario Tiempo Argentino
(gestionado en cooperativa por sus trabajadores); Amador, delegado gremial en
la industria metalúrgica autopartista; abogado laboralista asesor de sindicatos
obreros.
3
Herrero es una destacada cantante argentina de folklore de fusión
contemporánea, de ella dijo Mercedes Sosa que sería su sucesora. Tiene sesenta
y ocho años, nació y vivió parte de su niñez en la ciudad entrerriana de
Villaguay y luego en Rosario, donde se graduó de licenciada en Filosofía.
Estuvo detenida por la dictadura cívico-empresaria-militar iniciada en 1976.
4 Teresa Adelina Sellarés, más conocida como Teresa
Parodi, es una cantautora argentina de folclore del litoral mesopotámico nacida
en la Provincia de Corrientes. Fue la primera Ministra de Cultura de la Nación
de Argentina, ocupando ese cargo desde mayo de 2014 hasta el final del mandato
de Cristina Fernández de Kirchner. Por su parte (Carlos Oscar) Peteco
Carabajal es un compositor, cantor
y reconocido músico del folclore argentino. Santiagueño, nacido en La Banda, hijo
de Carlos Carabajal, el “padre de la chacarera”. Finalmente, Varón Fernández es
un artista y activista social especialmente en el popular barrio Ludueña de la
Ciudad de Rosario, miembro del Bodegón Cultural “Casa de Pocho” allí existente
y nexo con actividades de extensión universitaria.
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