El destacado politólogo brasileño Emir Sader expone
con claridad los riesgos de consolidación de una dependencia agravada de
Estados Unidos en Latinoamérica si triunfa el proceso golpista en su país. En
este blog venimos advirtiendo desde diciembre de 2015 que en Suramérica se
inició con Macri una restauración virreinal de países subalternos: dijimos en
los países “subamericanos”. Álvaro García Linera, vicepresidente boliviano
quien en mayo pasado coincidió con Sader y Eduardo Rinesi en un encuentro en Buenos
Aires sobre “Restauración conservadora y nuevas resistencias en Latinoamérica”,
destacó en esa oportunidad –el texto completo publicado aquí, en junio– que «no
hay revolución posible si no viene acompañada de una profunda revolución
cultural», y que entre las carencias sustantivas en los procesos progresistas
latinoamericanos «una débil reforma moral. […] No ha sido suficiente. Es
importante que así como damos ejemplo de restituir la res publica, los
recursos y bienes públicos como bienes de todos, en lo personal, en lo
individual cada compañero, sea el Presidente, el Vice-presidente, un
ministro, director, parlamentario o gerente, en nuestro comportamiento diario,
en nuestra forma de ser, nunca abandonemos la humildad, la sencillez, la
austeridad y la transparencia».
Eduardo Rinesi, ex rector de la Universidad Nacional
de General Sarmiento, en el conurbano bonaerense noroeste, días pasados y en la
ciudad de San Miguel, dio apertura a un ciclo de charlas y debates organizado
por el Centro de Estudios y Formación Marxista “Héctor P. Agosti”. Expuso
lineamientos que él considera imprescindibles para una discusión sobre la
problemática política desencadenada en Argentina y Latinoamérica. Entre otros
refirió a los conceptos de democracia, de libertad, de derechos y participación
social, e hizo una presentación sucinta de los problemas y carencias de la experiencia
populista argentina poniendo de relieve el haber cifrado la generalización de
derechos sociales en el mero proceso de reactivación del mercado capitalista sin
siquiera confrontar con la impronta ideológica del mismo.
En diciembre y enero pasados analizamos el revés
electoral del populismo progresista argentino y advertimos nosotros también que
la propaganda en el proceso eleccionario que llevó casi un año muy marcado por
la “rara” muerte de Alberto Nisman, fiscal del caso AMIA, primó el uso de los
aparatos del sistema publicitario comercial y no una interacción social popular
de los militantes y con carácter asambleario.
Ahora, tan importante como evitar la
materialización del golpe en Brasil es mostrar la desnudez, y derrotar, la
brutalidad autoritaria neoliberal-capitalista encaramada en el poder político
argentino con engaños y mentiras, que está saqueando aceleradamente la tan mentada
res publica: nuestras vidas. G.E.
Estos gobiernos conservadores quieren debilitar al Mercosur para que sus Estados miembro
establezcan acuerdos bilaterales con otros, muy especialmente con Estados
Unidos, y rescatar el Alca
La coordinación de los Gobiernos
de Brasil y de Argentina en el comienzo de este siglo, a partir del pleno
entendimiento entre Luiz Inácio Lula Da Silva y Néstor Kirchner, y entre Dilma
Rousseff y Cristina Kirchner, funcionó como eje para fortalecer el Mercosur y expandir los procesos de
integración regional. Se constituyeron la Unasur
y la Celac, así como el Consejo
Suramericano de Defensa y el Banco del Sur. La constitución de la Celac representó, finalmente, el fin de
la Doctrina Monroe, cuyo lema de “La América para los (norte) americanos”
expresa a la Organización de los Estados Americanos (OEA) que agrupa a todos
los países de Latinoamérica y el Caribe más
Estados Unidos y Canadá. La Celac
agrupa solamente a los países de Latinoamérica y el Caribe.
El cambio de Gobierno en Argentina y el interinato del vicepresidente
Michel Temer en Brasil están promoviendo una vuelta hacia atrás de estos
procesos. Argentina solicitó y fue aceptada como país observador en la Alianza
para el Pacífico, y el ministro interino de Relaciones Exteriores de Brasil,
José Serra, propuso disminuir las alícuotas del Mercosur.
Al mismo tiempo Brasil, Paraguay y Argentina boicotean la asunción de la
Presidencia pro témpore del Mercosur
por parte de Nicolás Maduro a tal punto que fue cancelada la reunión que para
ello debía realizarse. Maduro asumirá, pero con un Mercosur debilitado.
Todo camina en la dirección de preparar las posibilidades de debilitar
de tal manera al Mercosur con el
fin de que sus Estados miembro puedan tener acuerdos bilaterales con gobiernos
y empresas de otros países, muy particularmente con los de Estados Unidos.
Paralelamente, los gobiernos de Argentina y de Brasil reemplazan posiciones
políticas históricas en la dirección de posturas próximas a las de Estados Unidos.
Es el caso de la posición del Gobierno de Mauricio Macri en relación con las Islas
Malvinas, abandonando la reivindicación de las mismas como argentinas. El mismo
del Gobierno actual de Brasil en relación con Palestina e Israel, que se
aproxima a lo que estaba distanciado.
Todo suena como música a los oídos de Estados Unidos. Del mayor
aislamiento que había vivido en relación con Latinoamérica, Washington pasa a
contar como aliados a los tres mayores países del continente, con Brasil y
Argentina sumándose a México.
Es la
situación de la que gozó Estados Unidos en la última década del siglo XX,
cuando prácticamente todos los países del continente adherían, de forma
totalmente subalterna, a la conducción norteamericana. Fue basado en esa
situación que Washington pretendió implementar el Área de Libre Comercio de las
Américas (Alca), extendiendo a
todo el continente la relación que Estados Unidos ya tenía con México y Canadá,
además del tratado de libre comercio ya firmado con Chile.
El libre comercio es una relación en la que son canceladas todas las
formas de protección de los mercados internos, situación que obviamente
favorece a las economías más fuertes. Ningún tipo de protección ambiental, por
ejemplo, es posible, porque cercenaría el libre comercio: la libre circulación
de capitales o el derecho a la inversión de
empresas extranjeras que quieren establecer otras formas de licencia ambiental.
Tampoco el libre comercio permite las políticas de asignación de cuotas o
partes del mercado, porque alteran la libre competencia entre todos los
candidatos en igualdad de condiciones
El Alca estaba ya en su
fase final, para que Estados Unidos y Brasil concretaran acuerdos, cuando Lula
Da Silva fue electo Presidente y cambió la política externa brasileña. Brasil obstaculizó
la firma del Alca, privilegiando
los procesos de integración regional, en primer lugar el Mercosur. Así, el Alca fue inviable y Estados Unidos pasó
a desenvolver acuerdos con varios países del continente, entre ellos Perú,
Colombia, Panamá y Costa Rica.
Chile, Colombia, Perú y México constituirían la Alianza para el Pacífico
como alternativa de los gobiernos
neoliberales al Mercosur.
La aproximación ahora de Argentina a ese bloque es un camino similar que el
gobierno golpista de Brasil podría asumir. En el caso de que el golpe se
concrete cambiaría radicalmente la configuración del continente a favor del
neoliberalismo, del libre comercio y a las posiciones subordinadas a Estados
Unidos.
Los discursos de los gobiernos argentino e interino de Brasil ya apuntan
a retomar la posición tradicional de volver a constituir el patio trasero del
imperio. Gana así más importancia todavía el desenlace de la crisis brasileña.
Si el golpe de Estado se consolida esa tendencia sedimentará en países hasta
ahora aislados como Ecuador, Bolivia y Venezuela, con amenazas reales contra
sus actuales gobiernos. Si, al contrario, la democracia triunfa y Brasil vuelve
a asumir las posiciones anteriores de soberanía habrá un contrapeso a las
posiciones del gobierno de Macri en Argentina, y aquellos gobiernos amenazados
podrán contar de nuevo con un fuerte aliado en el continente.
Nota:
* El presente artículo del
brasileño Emir Sader fue publicado inicialmente por Rede Brasil Atual el 3 de julio de 2016, con la ilustración que ahora
repetimos. La traducción al castellano y el comentario inicial son nuestros,
pueden reproducirse libremente con sólo dar referencia de su origen. El enlace
original es: http://www.redebrasilatual.com.br/blogs/blog-na-rede/2016/07/com-temer-e-macri-al-quer-voltar-a-ser-o-quintal-dos-estados-unidos-1940.html
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