Antes de su publicación el
presente texto fue remitido mediante correo electrónico al programa que se
alude, “La patria transpirada”, que se emite de lunes viernes de siete a diez
de la mañana desde la Ciudad de Buenos Aires. G. E.: http://radioam750.com.ar/
La mujer oyente de Radio AM 750 –que pertenece a una
organización de trabajadores sindicalizados (véase en Internet “Grupo Octubre”),
radioemisora de la cual uno de sus dos directores es el periodista Eduardo
Aliverti–, la mujer oyente y comunicadora, me refiere mi compañera que es
consecuente seguidora de la información radiofónica, se contactó
telefónicamente con el programa de la mañana “La patria transpirada”, y se
preguntó, tras afirmar: «Si vivimos doce años con tranquilidad, con sueldos que
nos facilitaron y resolvieron necesidades, si sentimos que había un Estado
presente… ¿qué pasó, por qué ahora estamos así?» (cita de simple memoria).
Estamos así, querida señora, porque un enorme aparato
financiero y publicitario privado, oligopólico, que nosotros mismos sostenemos
y que controla bancos, tarjetas de crédito, distribución de energía, redes
telefónicas, canales de televisión, universidades privadas confesionales o no
confesionales, etc. se preocupa y ocupa de que los pueblos –incluidos nosotros,
el pueblo argentino– no pongan en peligro su dominación inescrupulosa y
criminal. Así es de sencillo.
En Argentina ese aparato, con mentiras, artimañas y
aprovechando nuestras propias debilidades políticas, asaltó el poder. Macri no
es un presidente, es un virrey. Es mandatario del poder económico concentrado,
no del pueblo argentino. Sus ministros, su corte, son gerentes operacionales:
no son estadistas ni politólogos y menos todavía personas con pensamiento
democrático.
El eje de la afirmación que hicimos en diciembre pasado de
que en el poder político argentino fue ungido un virrey1 vino luego
a ser ratificada por el reconocido jurista Raúl Zaffaroni, argentino, hermano
suyo, querida señora. En reportaje de Martín Granovsky del pasado domingo 10 de
enero en Página/12,2
afirmó en un aporte que considero transcendental para el análisis político: «se
trata de una forma que adquiere la etapa superior del colonialismo que vivimos.
Hoy se acabó el neocolonialismo. En el mundo mandan y compiten las
corporaciones […] una nueva forma de virreinato».3
Magnetto, mandamás del Grupo Clarín, cabeza “local” de la
gran maniobra transnacional, visitó en estos días la ahora Pink House4 de calle Balcarce 50: no fue para apoyar sus
asentaderas en el histórico “sillón de Rivadavia”. No lo hizo porque el mentado
monumento puede estar infestado de pulgas del perrito del virrey.
Comprendo, señora, su angustia y pesar. La acompaño e invito
a resistir, enfrentar, vencer y erradicar a la brutal ignominia.
Notas:
1 Ver http://gervasioespinosanotas.blogspot.com.ar/2015/12/restablecimiento-de-los-virreinatos.html
y http://gervasioespinosanotas.blogspot.com.ar/2015/12/atilio-boron-y-frank-underwood-un-rey.html
3 Ver http://gervasioespinosanotas.blogspot.com.ar/2016/01/raul-zaffaroni-es-una-nueva-forma-de.html
y http://gervasioespinosanotas.blogspot.com.ar/2016/01/articulo-de-abril-2015-ahora-nazismo.html
4 Ver http://gervasioespinosanotas.blogspot.com.ar/2016/01/the-house-is-in-order.html
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