Suecia aparece en los registros de lectura de esta libreta
de apuntes. Es decir, suecos o residentes en Suecia de manera más o menos
regular acceden al blog. Está claro que no suponemos que por ello podamos tener
siquiera algún grado de influencia más que mínimo entre los académicos de las
ciencias que eligen a los receptores del galardón.
Modestamente creemos, en concordancia con el pensamiento
expresado por el presidente uruguayo José Pepe Mujica1, que
corresponde otorgar la mención a “Los pueblos del mundo que sufren y bregan por
la vida y por la paz”.
Después de haber premiado a Barack Obama, estos académicos
deben cuestionarse severamente cómo y por qué lo hicieron, y explicarlo.
Si el Nobel de la Paz fuera adjudicado a alguno o algunos de
los nominados conocidos sería destacable que la, él o los designados renunciara
o renunciaran a recibirlo, y que públicamente lo hicieran, precisamente, en
favor de los pueblos del mundo que sufren y bregan por la vida y por la paz.
Nota:
1 “Yo no puedo ni debo aceptar premios a la paz en
las condiciones de este mundo.”
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