El barrio se llama así porque nació hace apenas ocho meses
por una firme voluntad de arraigarse, de una “toma” de terrenos ociosos o
baldíos por parte de unas ciento treinta familias trabajadoras sin techo. Está ubicado en la Provincia de Buenos
Aires, en Longchamps, Municipio de Almirante Brown, a treinta kilómetros de la
capital argentina. El fenómeno de los asentamientos, de las “tomas”, es de
vieja data en nuestros países suramericanos. Con nombres irónicos o crueles ya
se conocían en las décadas de 1930 y 1940: “cantegriles” o “villas miseria”. Sus
antecedentes históricos son las masas populares migrando en busca del trabajo
“zafral” o “golondrina” en las economías rurales desde el siglo XIX, asentándose
en las orillas de ríos o arroyos y después cerca de las estaciones ferroviarias
de cargas o de grandes establecimientos fabriles como los frigoríficos, cuando
se inicia el éxodo rural hacia las ciudades que se industrializan.
Longchamps es un ejemplo entre tantos de las urbanizaciones
que se desarrollaron como consecuencia de negocios inmobiliarios a partir de
apeaderos ferroviarios construidos ex profeso en las primeras décadas del siglo
XX en lo que ahora se denomina “área metropolitana bonaerense”.1
Aquella geografía económica sureña se originó cuando la Ciudad de Buenos Aires
todavía era la capital provincial (hasta 1880, cuando se resuelve a ese fin
iniciar el proceso de creación y construcción de la Ciudad de La Plata), y en
esa periferia establecían sus cabeceras de estancia y fastuosas residencias de
verano los fundadores del capitalismo agropecuario que para ello dispusieron la
expulsión definitiva y genocidio de los pueblos originarios. El nombre de
Longchamps –curiosamente haciéndolo plural: “largos campos”, fue copiado del
por entonces, y singular, “Longchamp”, muy celebrado hipódromo parisino
inaugurado por Napoleón III–, cuando estancieros como Adrogué llamaron así a la
pista de carreras hípicas que habían mandado a construir.
Los Adrogué eran una de las principales familias “dueñas”
(en realidad, tenedores por arrebato o por sucesión del arrebato original) de
los fértiles campos húmedos de esa zona, distante no más de treinta kilómetros
hacia el oeste del anchísimo estuario de América del Sur. Por ese antecedente es
que desde no hace mucho, 1990, años del reciente y extremo culto del
“constitucionalismo” capitalista, lleva ese nombre la cabecera del distrito
municipal donde se encuentra el Barrio 14 de Febrero, “La Toma”.
En ese barrio existe el Centro de Cuidado Integral de la Salud Dr. Miguel
Enríquez, con sala de consultas, farmacia y biblioteca pública, donde se
desempeñan dos docenas de médicas y médicos muchos de los cuales egresaron de
la ELAM, la
Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana, Cuba.
La médica pediatra cubana y especialista en alergias Aleida
Guevara March, como bien se sabe la primera de los cuatro hijos de Aleida March
y Ernesto Guevara –y “madrina” de emprendimientos sociales donde se
desenvuelven las jóvenes médicas y médicos que egresan de la ELAM–, el pasado
30 de septiembre visitó el Centro Dr. Miguel Enríquez del barrio “La Toma 14 de
Febrero”. Días antes había estado trabajando en atención médica gratuita a
poblaciones originarias y pobladores locales en el corazón de las provincias de
Misiones, Córdoba, Entre Ríos y Jujuy. Llegó temprano, compartió la consulta
médica con madres de niños que allí se atienden y con colegas, y entre otras
manifestaciones expresó en un sencillo encuentro con quienes se acercaron y
unos pocos periodistas2:
Los médicos se forman para servir, no para enriquecerse con el dolor
ajeno ni con la
necesidad. A eso es a lo que aspiramos, que todos sientan eso
y lo practiquen, porque la salud es un derecho del pueblo. No estamos pidiendo
nada especial.
Notas:
1 Así como hacia al sur de la Ciudad de Buenos Aires,
entre mediados de los siglos XIX y XX ocurrió también hacia el oeste y el
norte.
2 Agencia de Noticias Redacción (ANRed), http://anred.org/spip.php?article8621
Véase también excelente reportaje de Eduardo
Aliverti en http://www.decimequiensosvos.com.ar/
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