Como expresa el médico argentino-venezolano Rodolfo Carballo
(61 años)1, pediatra y neumólogo quien desde hace una década ejerce
su profesión radicado en Cumaná, capital del estado de Sucre en el oriente
caribeño de Venezuela:
Por
estos días nos hemos sorprendido por un nuevo enemigo de la humanidad, el virus
Ébola. Esta epidemia de altísima letalidad procedente de África, especialmente […]
Sierra Leona, Liberia y Guinea, ha dado respuestas tan disímiles como que “Cuba
envía una brigada médica solidaria para la lucha contra el Ébola” y “USA envía
marines para […] combate del Ébola”, ambos al mismo país: Liberia.2
La cuestión Ébola está cada día más presente tanto en la
replicación simple de un nuevo tipo de pánico como en el análisis que va desde
el cuidadoso pensamiento crítico hasta la especulación sobre conspiraciones
corporativas.
Como instalación de un relevo al pánico ante la quiebra de
la pax capitalista con todas sus
variantes ha venido a revivir la experiencia que no hace mucho se hizo con el
ya olvidado estrellato de la
Gripe H1N1, que fue, mucho antes, precedido por el fin de los
riquísimos bocadillos de seso dado el suceso llamado “Vaca loca”: quizá
consecuencia prontamente barrida bajo las alfombras del intento del agro business de alimentar al ganado herbívoro con sus
propios residuos animales.
El micro negocio del barbijo probablemente en lo inmediato
pueda empañar las lentes de las camaritas de seguridad domiciliarias y los
“botones de pánico”, cuyas ventas vienen proliferando. Quizá en la próxima
visita a nuestro proveedor de alimento balanceado para Lola, nuestra amiga
perruna, lo encontremos atendiendo con guantes estériles y alguna mascarilla:
el vecino es sumamente proclive a la reiteración de rumores e imitación de
conductas generadas a veces en titulares y a veces entre líneas por los mass and multimedia. Ayer este hombre nos sorprendió. Durante
meses nos habló de la multiplicación de actos vandálicos y atropellos a la
seguridad y la propiedad de las personas, y cuando una vez más arribamos a su
pequeño comercio hallamos a éste abierto y sin nadie a cargo. Nos quedamos
atentos, en la vereda, y al cabo de cinco largos minutos lo vimos llegar con
una sonrisa en sus labios: «Disculpe, me distraje», dijo. «No entiendo –le
respondí–, hasta hace sólo unos días atrás usted me insistía con que estaba
todo infestado de atracadores y ladrones, y ahora deja el negocio abierto y
vuelve al rato lo más tranquilo, ¿en qué quedamos, hay o no hay chorros
agazapados?».
Un nigeriano que en la lengua de este texto se llamaría Juan
García, nombre tan repetido que se transfigura en anónimo, ha puesto el grito
en las “redes sociales” denunciando que la epidemia de Ébola es una
conspiración con centro en la
Cruz Roja, que subrepticiamente estaría inoculando el virus
generando una epidemia y consecuentemente pánico para facilitar operaciones
políticas y hasta militares. La referencia directa a una organización
considerada internacionalmente poco menos que inmaculada, la Cruz Roja, ha despertado
desconfianza en las afirmaciones de quien llamamos García, pero la noticia del
repentino acuerdo entre el Gobierno de aquel país con el grupo “islamista” Boko
Haram, y la “liberación” de dos centenares de jóvenes cautivas agita nuevamente
el “fiel” de la balanza.
El panorama es complicado y confuso. Al comerciante de los
alimentos para perros, gatos y otras mercancías sueltas y de venta al peso le
solicité media docena de huevos de gallina y la comida para Lola hasta llegar a
los cincuenta pesos. Tiene una balanza electrónica que permite pesar las
mercaderías indicando el precio por unidad de medida. El hombre tomó una
calculadora para averiguar cuánto dinero tenía como excedente de los cincuenta
quitando el valor de los huevos.
— ¿Qué hace?..., no, por favor, guarde esa calculadora.
¿Cuánto cuestan los huevos?
— Ocho cincuenta…
— Calculemos mentalmente. Diez menos ocho con
cincuenta nos da uno cincuenta, y tenemos cuarenta hasta los cincuenta, así que
me tiene que dar cuarenta y un pesos con cincuenta centavos de alimento para
perros. ¿Se da cuenta? Es sencillo…
— Es que me puedo equivocar
— Se puede equivocar si no se ejercita en los
cálculos. Si usted hace cálculos frecuentes no se equivocará, y de igual manera
para con todas las cosas. Para entender y resolver otros problemas cotidianos –y
para entender la política–, sirve reflexionar, analizar, practicar el
pensamiento…, se va a equivocar menos.
El comerciante de marras tiene no mucho más de cuarenta
años, su esposa es maestra de escuela primaria, tienen vivienda propia y un
automóvil mediano, nuevo, comprado recientemente. Es un hombre de prácticas
religiosas, y sostiene que Argentina es un caos promovido por los ladrones en
el Gobierno. Me lo afirmó reiteradas veces hasta que en una oportunidad
anterior a la de ayer le dije que, por favor, se limitara a despacharme la
mercadería solicitada.
Organización Mundial
de la Mentira (OMM)
No se trata de una fantasía. Existe. Está difuminada y
oculta en poderosos factores de poder, en gobiernos, institutos académicos,
organismos internacionales de todo tipo, iglesias, oligopolios de la “industria
cultural” y las empresas de la comunicación de masas, etc.
El médico Rodolfo Carballo dice en “Ébola, la guerra por
todos los medios”:
Curiosa
respuesta la del gobierno de USA y sus socios de enviar tropas para combatir
una epidemia, cuando parece ser más lógica la actitud cubana de enviar médicos
y enfermeras con sus reconocidas actitudes solidarias e internacionalistas.
Cuba envía colaboradores o misioneros, y EE. UU. marines.
Llama la atención el concepto de “guerra” tan
difundido por la [prensa] mediática internacional para enfrentar un problema de
salud; sin embargo esto no debe extrañar ya que tanto las guerras como las
grandes epidemias en la historia de la humanidad han sido una suerte de control
social y demográfico de la población.
[…]
Para
muestra la colonización del imperio español sobre nuestras tierras, donde
cifras prudentes del genocidio sobre la población indígena hablan de ochenta
millones de muertos, muchos más por la sífilis, peste bubónica, cólera y
viruela que como resultado de la espada o la pólvora del arcabuz.
[…]
Todavía
tenemos el impacto de las alertas internacionales de la Gripe H1N1 que motivó la
compra masiva del medicamento de dudosa efectividad Tamiflu, [y] que el Gobierno
bolivariano adquirió para una epidemia que nunca llegó. Esta maniobra se
extendió a muchos países de mundo, y hoy hay evidencias de que Tamiflu y
Relenza fueron una estafa consentida por políticos, gestores, científicos,
periodistas y médicos para “contentar” el ansia de protección ante el miedo que
crean los expertos (de instituciones como la Organización Mundial
de la Salud, que elevaron el nivel de alerta ante la posible pandemia de 2009 a seis, el máximo).
Lo
que la [prensa] mediática internacional ahora llama “crisis” o “alarma” por el
Ébola, asociando el carácter crítico que genera la epidemia, apelando al
imaginario colectivo de una “crisis económica” que amenaza a pueblos y
gobiernos, y que pudieran justificar “intervenciones especiales” llamadas
“humanitarias”. Forman parte de la paranoia colectiva difundida por los medios,
que instala el tema Ébola como el enemigo fundamental actual de la humanidad.
“Según cómo se
resuelva este dilema serán los resultados”
Concluye Carballo:
La
disputa sigue siendo entre las misiones solidarias, humanistas, inclusivas que
promuevan la prevención y políticas integrales de salud, y aquellos que ven en
la enfermedad un gran negocio o como una guerra a escala mundial. La epidemia
del virus de Ébola nos está desnudando. Las más de cuatro mil muertes de
africanos son una alarma a extenderse por el mundo, pero principalmente un
llamado a la conciencia universal. Según cómo se resuelva este dilema serán los
resultados que tengamos.
Notas:
“El médico cordobés que se enamoró de Venezuela”.
2 http://www.cubadebate.cu/especiales/2014/10/18/ebola-la-guerra-por-todos-los-medios/#.VEQwfWcWZHh.
El artículo de Carballo, “Ébola, la guerra por todos los medios”, publicado por
Cuba Debate.Contra el terrorismo
mediático el 18 de octubre, está siendo republicado por numerosos medios
digitales del mundo.
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