En un reportaje que en el marco de la elaboración de un
libro sobre la agrupación juvenil La Cámpora la periodista Sandra
Russo le hizo a Máximo Kirchner, hijo de la Presidenta
argentina y del fallecido ex presidente Néstor Kirchner, el entrevistado dice
que “Los Alberto Fernández en política son una constante”, aludiendo con la
personalidad de “Hepático”1 –como lo llamábamos en las crónicas en
la época de su auge– a quienes del peronismo hicieron y hacen, es nuestra
opinión, un hábito oportunista para siempre estar abrevados y frescos.
Pues bien. En la foto, de izquierda a derecha el ministro de
Trabajo, Carlos Tomada, el actual Jefe de gabinete Jorge Capitanich, y Alberto
Sileoni, ministro de Educación – quien mira hacia un costado quizá en busca de
una puerta abierta o buscándose a sí mismo–, dieron a conocer que: “Hemos
explorado todas las opciones y alternativas con un esfuerzo sin precedentes”
para satisfacer los reclamos de maestros y profesores de actualizar sus
salarios, y detallaron que la propuesta hecha por el Gobierno nacional como
“piso” para las discusiones salariales en las provincias fue “extender las
negociaciones hasta el mes de junio de 2015, generando no solamente dos mil
pesos por año sino mil pesos más”. De esta forma, explicaron, se alcanzarían
los “tres mil pesos”, agregando un “nueve por ciento más al mes de marzo, para
llegar casi al 31 por ciento” de incremento salarial para todo 2014. También
dijeron que se dictaría mediante decreto la conciliación obligatoria entre las
partes para garantizar el efectivo inicio del año lectivo.
La
Secretaria General de los docentes a nivel nacional,2
Stella Maldonado, dijo hace pocas horas a los medios de prensa que si el
Gobierno dispone la conciliación obligatoria, es decir que mientras se
continúan las discusiones no se produzcan huelgas gremiales ni sanciones
disciplinarias de las autoridades educativas, los trabajadores de la educación
igualmente harán en esta semana un paro de 48 horas postergando el inicio de
las clases luego del feriado de carnaval.
Los docentes, a propósito del carnaval, no quieren dejar de
comer carne, frutas y verduras… Maldonado dijo que los salarios del magisterio
han quedado muy rezagados, y ello es cierto. Ningún maestro o profesor puede
vivir con su familia más o menos en orden sin por lo menos dos puestos de
trabajo, es decir, dando clase y trasladándose de un lado para el otro durante
entre diez y quince horas por día.
Los créditos bancarios y de las fábricas automotrices les
han permitido a muchos de ellos adquirir un automóvil para, como aquel padre de
Mafalda, ir de un empleo al otro. Mientras la propuesta de los gobiernos
nacional y provinciales es en lo inmediato aumentar sus sueldos, incluyendo
premios por diversos ítems como el del “presentismo”, en poco más de 20 % en
relación con los vigentes hasta ahora y correspondientes a 2013, los
combustibles, también los producidos por la nacionalizada YPF,
en un año aumentaron en promedio 60 %.
Los supermercados y productores de alimentos, fabricantes y
vendedores de calzado, las empresas telefónicas y los prestadores de salud –por
ejemplo–, e inclusive los propios patrones de los educadores que se desempeñan
en establecimientos confesionales o privados, para ajustar sus precios y
tarifas aluden a los de los combustibles, y no al de los educadores.
Pero una evaluación que también merodea sobre el estado de
la cosa escolar es que la calidad de la educación, tanto de la primaria como de
la secundaria o terciaria, sean prestadas por el Estado o empresas privadas, en
general es entre mediocre y mala. Una investigación realizada ya hace más de
una década por un periodista de una agencia de noticias independiente, en la
Provincia de Buenos Aires, daba como resultado que, en promedio, por cada cargo
docente había tres salarios que se debitaban del erario público: el del titular
del cargo, el del suplente que reemplazaba al titular en uso de licencia, y el
del suplente del suplente que a su vez estaba en uso de licencia.
En diálogo familiar días pasados concordamos que mejor sería
que se aprueben y paguen salarios justos para que un docente pueda en sólo seis
o siete horas de trabajo diario estar al frente de sus educandos, revisar y
corregir las pruebas de evaluación, programar y preparar clases, y también
perfeccionar sus saberes. El producto de esta política sería más y mejores educadores
incorporados cabalmente al sistema, y más y mejores resultados en el quehacer
estudiantil. Con solamente las netbooks
no alcanza…
Nota:
1 Fernández fue Jefe de gabinete de Néstor Kirchner y
de Cristina Fernández de Kirchner, desde mayo de 2003 hasta julio de 2008. Lo
de “hepático” venía a cuento de la cara y mirada gris de contenida amargura de
aquel aspirante a capellán de la política nacional que tanto venía de haber
militado en la “derecha progresista” de Carlos Menem y Domingo Cavallo como de
noviar con la hermana de un ex fiscal progresista y ex estudiante de izquierda,
y enrolarse por un tiempo en el kirchnerismo para luego pasar a las filas de
otro ex Jefe de gabinete, su sucesor, el sonriente Sergio Massa –“Dr. Colgate”–,
ahora en duda su reciente titulación de abogado por inconsistencias en su
conocimiento jurídico puestas en descubierto por el juez Raúl Zaffaroni.
2 Titular de la Confederación de Trabajadores de la
Educación de la
República Argentina (CTERA).
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