En la época contemporánea se
sigue viendo de todo, como en 1934 reflejara Discépolo en su tango Cambalache. Hoy, 10 de marzo de 2014, en
la Provincia de Buenos Aires se inició un nuevo paro de educadores durante dos
días en reclamo de una paritaria justa, aumento de salarios y condiciones de
trabajo que realmente posibiliten un mejoramiento de la alicaída Educación
Pública (ver en este mismo blog “El verdadero fin del
capitalismo II”, nota del 4 de marzo).
En un establecimiento de
enseñanza secundaria pública y de “gestión privada” que recibe 80 % de subsidio
estatal, el otrora “progresista” Instituto Alejandro Bunge, de San Miguel, en
el noroeste del conurbano bonaerense, dos de sus profesoras –con formación y
grado universitario–, se hicieron presentes en la sala de educadores para
manifestar a sus directivos que adherían al paro y no dictarían clases. Estaban
presentes unas ocho colegas, todas mujeres, que no hicieron manifestaciones
acordes ni desacordes, sólo disimularon.
Quienes trabajan “de
educadores” en los establecimientos privados muy frecuentemente lo hacen
también en los que son conducidos y administrados directamente por el Estado.
En estos últimos cuando hay paros o huelgas adhieren y no concurren a dictar
clases, pero no hacen lo mismo en los privados aunque en ambos perciben
salarios pagados por el erario. Es decir, “perjudican” con sus ausencias a los
estudiantes que asisten a la escuela pública, pero cumplen “cuantitativamente”
con sus “obligaciones” para con quienes son “clientes” del servicio privado “de
hotelería” educativa. Tienen una conducta consecuente con su clase “media”.
Hemos destacado que cumplen
cuantitativamente porque la calidad de sus dedicaciones y saberes es baja o muy
baja en la mayoría de los casos. Esta mala calidad es la que los Estados
nacional y provinciales no pueden resolver enfocando solamente la cuestión
cuantitativa: más días de clase, que no haya ausencia de guarda niños y
adolescentes.
Esta cultura cambalache en la
que “Vivimos revolcaos/ en un merengue/ y en un mismo lodo/
todos manoseaos...” tiene expresiones como la que relata María Paula García.
La astróloga y los amantes
Entre las numerosas iniciativas de cara al 8 de Marzo, el
gobierno de la Ciudad de Buenos Aires programó en su agenda cultural una serie
de actividades que tuvieron lugar el mismo sábado 8 en el Rosedal de Palermo.
Las mismas se realizaron de manera conjunta entre la Dirección de la Mujer, la
Subsecretaría de Deportes y el suplemento Entre Mujeres del diario Clarín.
A través de una invitación que intentaba ser irrechazable,
estas dependencias del gobierno porteño, el diario Clarín y, por supuesto,
muchas empresas, invitaron a las mujeres de la ciudad a vivir “un día pensado
para vos”. Un día junto a una astróloga, el personal
trainer de las famosas, una periodista para hablar de sexo y el mundo
masculino y una especialista en meditación. Y como si esto fuera poco también
prometían regalos: cursos y libros de los disertantes, tostadoras, álbumes de
fotos y CD de meditaciones.
Si no fuera cierto, sería chaplinesco. Pero es cierto y es
indignante. En primer lugar porque se ha banalizado completamente un día de
lucha en el que las mujeres del mundo intentan conquistar lo que falta en
materia de derechos. Pero además porque es inadmisible que una Dirección de la
Mujer organice un 8 de Marzo proponiéndoles a las mujeres reproducir
estereotipos que sólo refuerzan su opresión y subordinación. Y no omitieron
ninguno: glúteos firmes y prácticas sexuales que satisfagan al varón como única
opción posible de placer. Seguramente la astróloga habrá sido de utilidad para
predecir cuándo llegará el hombre soñado y la meditación habrá buscado proveer
la calma para esperarlo. Mientras tanto nos habrán ofrecido la tostadora para
ir teniendo el pan calentito.
Todo puede ser posible en la Ciudad PRO de Mauricio
Macri. Pero esta invitación a que las mujeres se mantengan casi en una suerte
de imbecilidad infantil y superficial no ha sido azarosa, ha sido premeditada.
Es una política perfectamente deliberada tendiente a esconder las acciones de
un gobierno que lo único que viene haciendo es sentar retrocesos enormes en
materia de políticas de género y avasallar los derechos de las mujeres.
El mundo soñado que nos propone el jefe de Gobierno implica
que las mujeres no tomemos conciencia de la realidad de un proyecto que viene
siendo denunciado año a año: por subemplear el presupuesto correspondiente a la Educación Sexual Integral,
por intentar subsumir la línea “0800 Mujer” para denuncias de violencia de
género en el número telefónico 147 junto a los pedidos de volquetes y poda de
árboles, por vetar el protocolo de aborto no punible votado por la Legislatura,
por cerrar el programa para víctimas de delitos sexuales y por dejar a más de siete
mil niños y niñas de entre cuarenta y cinco días y tres años de edad sin
vacante en la escuela pública. Sólo por nombrar algunas cuestiones que, sin
duda, no resolverán ni la astrología ni las meditaciones.
Afortunadamente muchas mujeres tomaron las calles en la Ciudad
de Buenos Aires por el 8 de Marzo. La multitudinaria movilización unitaria que
llegó a Plaza de Mayo el viernes 7 no festejó ni conmemoró: reivindicó la lucha
cotidiana. La lucha por el derecho al aborto, contra el femicidio y todo tipo
de violencias, la trata de mujeres y el aumento de precios y tarifas que
impactan directamente en la vida de todas.
Nota:
*Docente, militante del
Movimiento Marea Popular (Buenos Aires) e integrante de la Marcha Mundial de
Mujeres. Publicado también en http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-241458-2014-03-10.html
(Sobre la nota original se hicieron mínimas correcciones de estilo. G. E.)
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