alai amlatina, 16.7.2015
(Cuidado del texto: G.E.)
Muy curioso que las cúpulas políticas de la Unión Europea
(UE) y sus tradicionales voceros, los políticos, economistas y la gran prensa
que durante décadas han sostenido y defendido ese proyecto, no hayan saludado con muestras de alegría y de
confianza que el orden irreversible ha sido mantenido con la derrota humillante
infligida al gobierno y el pueblo de Grecia.
El primer ministro Alexis Tsipras fue derrotado y sometido a un “sacrificio ritual” por el ministro alemán de Finanzas Wolfgang Schauble, quien actúa como el “guardián del templo” de un fundamentalismo de mercado que es la verdadera naturaleza de la UE, que no tolera la más mínima desviación o interpretación del dogma.
Salvo esos guardianes del templo, nadie en la UE parece realmente feliz o satisfecho con esta victoria aplastante. Basta echar un vistazo a lo que muchos euro-creyentes han escrito en la “gran prensa” –lo que haremos más adelante– para comprender que ésta ha sido una victoria pírrica, y que si Syriza y el pueblo griego han sido derrotados y
humillados, eso ha sido al elevadísimo precio de exponer a la luz del día el antidemocrático sistema de la UE, su rigidez institucional y el insensato dogmatismo que ha llevado incluso a crear un mecanismo de negociación sin existencia legal –el Eurogrupo–, para “asfixiar mentalmente” (mental waterboarding)1 a los representantes gubernamentales disidentes, en este caso de un gobierno que únicamente buscaba proteger a su pueblo de las brutales políticas de austeridad que viene sufriendo día tras día, año tras año, y de renegociar una deuda pública ilegal e impagable.
No menos curioso es que en estos momentos la derrota humillante de Syriza no sea vista por muchas fuerzas de izquierda como lo que en realidad es: una compleja y difícil experiencia que más allá de sus consecuencias negativas está cargada de enseñanzas positivas y de objetivos políticos a corto y largo plazo tanto para las dirigencias políticas del campo popular como para los pueblos.
La trágica experiencia vivida por Syriza confirma que el sistema del fundamentalismo de mercado de la UE no puede ser cambiado jugando sus reglas del juego, y en ese sentido esa experiencia política debería ser vista como el parteaguas político e ideológico de las luchas populares por recuperar la soberanía nacional y popular, para luchar contra el sistema neoliberal totalitario de la UE y del imperialismo en general, un sistema que ya muestra los primeros signos de que va hacia el colapso.
En este momento tan difícil, quizás porque en el caso griego hay una insoportable humillación frente a la “mafia” de la UE, es que personalmente no puedo sacar de mi mente que después de la terrible derrota en el asalto al Cuartel Moncada, que muchos interpretaron como el fin de la experiencia “aventurera” para derrocar a la dictadura mafiosa y proimperialista de Fulgencio Batista en Cuba, Fidel Castro no solamente se defendió con su alegato “La historia me absolverá”, sino que con él proporcionó las armas políticas e ideológicas para proseguir y ampliar la lucha para recuperar la soberanía y dignidad del pueblo, hasta alcanzar la victoria final pocos años más tarde.
No se trata de seguir el ejemplo de Cuba, sino de saber que hay derrotas que bien asimiladas conducen a victorias reales de los pueblos. ¿Cómo se ve la “victoria” de la UE en los grandes medios de prensa?
La capitulación del primer ministro griego Alexis Tsipras ante la Unión Europea fue inevitable desde el momento en que el Eurogrupo, bajo la batuta de Schauble, puso sobre la mesa que si no había rendición total e incondicional Grecia sería expulsada de la zona euro. Fue a partir de ese momento, y en condiciones de dudosa legalidad como veremos más adelante, que el dictado de condiciones sustituyó a la negociación y que se selló tanto el destino inmediato del gobierno y el pueblo de Grecia, pero también el de la UE.
Prueba de que el “catalizador” griego funcionó, acelerando el proceso de poner a la luz del día la verdadera naturaleza de la UE, son las nunca antes vistas reacciones en los medios de prensa, agencias y diarios de gran tiraje.
En el Irish Times, por ejemplo, un artículo expresa que «atormentar a Grecia es como enviar un mensaje de que ahora estamos viviendo en una nueva UE. La UE como la conocimos se acabó durante el fin de semana. El proyecto de la UE era sobre todo una gradual convergencia de naciones iguales hacia una ‘más cercana unión’. Eso ha terminado […] Y en tanto que institución coercitiva ha llegado a un estado de divisiones profundas. No hay mayor división que (la existente) entre quienes son castigados y los castigadores».2
Sobre la amenaza de una expulsión de Grecia de la zona euro el diario irlandés señala que «a largo plazo importa menos que esta amenaza no haya sido llevada a cabo que el hecho de que haya sido hecha y considerada como aceptable. Una vez sucedido esto, todos los proyectos europeos irreversibles devienen reversibles, y lo irrevocable deviene revocable», y sobre la «disciplina financiera» basada internacionalmente en que todas las deudas deben ser pagadas, el diario apunta que eso es dudoso, «considerando que en marzo el FMI, casi sin alboroto, anuncio un paquete financiero para un país europeo (Ucrania) que es de lejos más corrupto, inestable y oligárquico que Grecia».
En “Puntos de vista” de la agencia Bloomberg, Clive Crook escribe que «este desastre le pertenece a Europa», que el “acuerdo” al cual tuvo que someterse Grecia, y la manera como fue obtenido, pone en tela de juicio la totalidad del proyecto europeo: «la salida del sistema euro ha sido ahora contemplada por Alemania y otros países, y no como una horrible posibilidad, sino como un remedio para ser aplicado deliberadamente. Esto no puede ser desaprendido. Seguirá como una amenaza tácita para mantener a Grecia en la línea. Por un tiempo, seguramente, puede funcionar. Y no solo con Grecia: también pour encourager les autres», como se dice.
Y Crook añade que «esta crisis ha demostrado la impresionante incapacidad de la UE para gobernar. Su disfunción de los últimos meses ha sido una educación, al menos para mí. La indecisión patológica ha sido institucionalizada […] La UE está atascada en un insostenible terreno medio. La moneda común hace necesaria una más estrecha unión política; la manera como el sistema funciona hace imposible una más cercana unión política. No hemos escuchado el último de los “exit”».3 Y continúa:
El primer ministro Alexis Tsipras fue derrotado y sometido a un “sacrificio ritual” por el ministro alemán de Finanzas Wolfgang Schauble, quien actúa como el “guardián del templo” de un fundamentalismo de mercado que es la verdadera naturaleza de la UE, que no tolera la más mínima desviación o interpretación del dogma.
Salvo esos guardianes del templo, nadie en la UE parece realmente feliz o satisfecho con esta victoria aplastante. Basta echar un vistazo a lo que muchos euro-creyentes han escrito en la “gran prensa” –lo que haremos más adelante– para comprender que ésta ha sido una victoria pírrica, y que si Syriza y el pueblo griego han sido derrotados y
humillados, eso ha sido al elevadísimo precio de exponer a la luz del día el antidemocrático sistema de la UE, su rigidez institucional y el insensato dogmatismo que ha llevado incluso a crear un mecanismo de negociación sin existencia legal –el Eurogrupo–, para “asfixiar mentalmente” (mental waterboarding)1 a los representantes gubernamentales disidentes, en este caso de un gobierno que únicamente buscaba proteger a su pueblo de las brutales políticas de austeridad que viene sufriendo día tras día, año tras año, y de renegociar una deuda pública ilegal e impagable.
No menos curioso es que en estos momentos la derrota humillante de Syriza no sea vista por muchas fuerzas de izquierda como lo que en realidad es: una compleja y difícil experiencia que más allá de sus consecuencias negativas está cargada de enseñanzas positivas y de objetivos políticos a corto y largo plazo tanto para las dirigencias políticas del campo popular como para los pueblos.
La trágica experiencia vivida por Syriza confirma que el sistema del fundamentalismo de mercado de la UE no puede ser cambiado jugando sus reglas del juego, y en ese sentido esa experiencia política debería ser vista como el parteaguas político e ideológico de las luchas populares por recuperar la soberanía nacional y popular, para luchar contra el sistema neoliberal totalitario de la UE y del imperialismo en general, un sistema que ya muestra los primeros signos de que va hacia el colapso.
En este momento tan difícil, quizás porque en el caso griego hay una insoportable humillación frente a la “mafia” de la UE, es que personalmente no puedo sacar de mi mente que después de la terrible derrota en el asalto al Cuartel Moncada, que muchos interpretaron como el fin de la experiencia “aventurera” para derrocar a la dictadura mafiosa y proimperialista de Fulgencio Batista en Cuba, Fidel Castro no solamente se defendió con su alegato “La historia me absolverá”, sino que con él proporcionó las armas políticas e ideológicas para proseguir y ampliar la lucha para recuperar la soberanía y dignidad del pueblo, hasta alcanzar la victoria final pocos años más tarde.
No se trata de seguir el ejemplo de Cuba, sino de saber que hay derrotas que bien asimiladas conducen a victorias reales de los pueblos. ¿Cómo se ve la “victoria” de la UE en los grandes medios de prensa?
La capitulación del primer ministro griego Alexis Tsipras ante la Unión Europea fue inevitable desde el momento en que el Eurogrupo, bajo la batuta de Schauble, puso sobre la mesa que si no había rendición total e incondicional Grecia sería expulsada de la zona euro. Fue a partir de ese momento, y en condiciones de dudosa legalidad como veremos más adelante, que el dictado de condiciones sustituyó a la negociación y que se selló tanto el destino inmediato del gobierno y el pueblo de Grecia, pero también el de la UE.
Prueba de que el “catalizador” griego funcionó, acelerando el proceso de poner a la luz del día la verdadera naturaleza de la UE, son las nunca antes vistas reacciones en los medios de prensa, agencias y diarios de gran tiraje.
En el Irish Times, por ejemplo, un artículo expresa que «atormentar a Grecia es como enviar un mensaje de que ahora estamos viviendo en una nueva UE. La UE como la conocimos se acabó durante el fin de semana. El proyecto de la UE era sobre todo una gradual convergencia de naciones iguales hacia una ‘más cercana unión’. Eso ha terminado […] Y en tanto que institución coercitiva ha llegado a un estado de divisiones profundas. No hay mayor división que (la existente) entre quienes son castigados y los castigadores».2
Sobre la amenaza de una expulsión de Grecia de la zona euro el diario irlandés señala que «a largo plazo importa menos que esta amenaza no haya sido llevada a cabo que el hecho de que haya sido hecha y considerada como aceptable. Una vez sucedido esto, todos los proyectos europeos irreversibles devienen reversibles, y lo irrevocable deviene revocable», y sobre la «disciplina financiera» basada internacionalmente en que todas las deudas deben ser pagadas, el diario apunta que eso es dudoso, «considerando que en marzo el FMI, casi sin alboroto, anuncio un paquete financiero para un país europeo (Ucrania) que es de lejos más corrupto, inestable y oligárquico que Grecia».
En “Puntos de vista” de la agencia Bloomberg, Clive Crook escribe que «este desastre le pertenece a Europa», que el “acuerdo” al cual tuvo que someterse Grecia, y la manera como fue obtenido, pone en tela de juicio la totalidad del proyecto europeo: «la salida del sistema euro ha sido ahora contemplada por Alemania y otros países, y no como una horrible posibilidad, sino como un remedio para ser aplicado deliberadamente. Esto no puede ser desaprendido. Seguirá como una amenaza tácita para mantener a Grecia en la línea. Por un tiempo, seguramente, puede funcionar. Y no solo con Grecia: también pour encourager les autres», como se dice.
Y Crook añade que «esta crisis ha demostrado la impresionante incapacidad de la UE para gobernar. Su disfunción de los últimos meses ha sido una educación, al menos para mí. La indecisión patológica ha sido institucionalizada […] La UE está atascada en un insostenible terreno medio. La moneda común hace necesaria una más estrecha unión política; la manera como el sistema funciona hace imposible una más cercana unión política. No hemos escuchado el último de los “exit”».3 Y continúa:
Ya
es suficiente: Grecia debe dejar el sistema del euro», expresa una nota de los
editores de la agencia Bloomberg, en la que señalan que «los términos impuestos
al primer ministro Alexis Tsipras el pasado fin de semana tienen pocas
posibilidades de ser aceptados, aplicados y sostenidos por este gobierno griego
o el de sus sucesores. El Parlamento griego quizás los acepte porque piensa que
la alternativa es peor, y a corto plazo eso es quizás verdad. A largo plazo, un
acuerdo impuesto bajo una dureza extrema, y amargamente resentido por los
griegos, no será un éxito. La confianza ha colapsado al punto que se le dijo a
Grecia que debe convertirse en una colonia de la UE, que no es un Estado
soberano […] No importa lo que suceda en las próximas semanas, Grecia puede
terminar saliendo del sistema del euro. Una salida ahora será dolorosa,
seguramente. Los riesgos para el resto de Europa no son pequeños. Pero Grecia
estará al menos comandando su propio futuro, sin tener que culpar a alguien por
sus problemas. Lo más rápido esto sucede, mejor será.4
Un editorial del diario
canadiense Globe and Mail titulado
“Culpen a Berlín: ¿Por qué el acuerdo con Grecia está condenado al fracaso?”,
señala que una de las más preocupantes enseñanzas de lo sucedido en las
negociaciones es que:
la
zona euro, ahora lo vemos, no es realmente una unión monetaria. Su miembro más
fuerte, Alemania, puede amenazar a los miembros más débiles con impedirles el
uso [del euro] y quitarles la protección. Si sus políticas fiscales no le
gustan a Berlín, puede empujar a esas economías al caos. La pérdida de miembros
de la zona euro era hasta hace poco un peligro que los políticos europeos
querían evitar a toda costa; ahora se ha convertido en una oportunidad que no
se puede dejar pasar para chantajear. Esto parece una victoria completa para Alemania,
para la canciller Angela Merkel y el ministro de Finanzas Wolfgang Schauble. A
largo plazo la destrucción económica de Grecia quizás sirva de basamento a una
más unificada Europa, dirigida por Alemania. O quizás marque el momento cuando
empieza a deshacerse el largo movimiento hacia una integración de Europa.
Alemania tuvo su gran victoria sobre Grecia; es muy probable que tarde o
temprano se probará que fue pírrica.5
Por su parte nada menos que el
FMI, uno de los miembros de la Troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo
y el FMI), reconfirma que la receta aplicada a Grecia no se puede sostener. En
su resumen “Análisis preliminar sobre la sostenibilidad de la deuda”, del 14 de
julio 2015 (informe 15/186) y que sigue al documento similar del FMI de junio
pasado, se dice lo siguiente:
La
deuda pública de Grecia se ha convertido en muy insostenible. Esto se debe a
las políticas de alivio del último año, a lo que contribuyó la reciente
deterioración macroeconómica en el plano doméstico y en el ámbito financiero
por el cierre del sistema bancario (corralito), lo que contribuyó
significativamente a una dinámica adversa. El financiamiento necesario hasta
finales del 2018 es ahora de 85 mil millones de euros y la deuda llegará al 200
por ciento del PIB en los próximos dos años, siempre que haya un temprano
acuerdo en un programa. La deuda de Grecia solo puede ahora ser sostenible a
través de medidas de alivio de la deuda que van mucho más allá de lo que (la
UE) está dispuesta a aceptar hasta el momento.
Guardián del templo y director de orquesta
La capitulación era previsible, así como la humillación y presiones a las que Tsipras fue sometido en las reuniones después que el “director de orquesta” del Eurogrupo, el ministro alemán Schauble, exigiera para continuar las “negociaciones” que el ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis, fuese sustituido.6
Uno a uno los velos que protegían de los ojos europeos la fea desnudez de la UE fueron cayendo en esa “negociación” en la que Grecia fue obligada a capitular bajo la amenaza de ser expulsada de la zona euro, y el primer velo en caer fue el de que todos los países son iguales y se negocia en respeto: «nos pusieron un cuchillo en la garganta», dijo Alexis Tsipras, mientras que Varoufakis dijo que «negoció con una pistola» en la sien. Para que Tsipras aceptara “rendir la soberanía” de su país –dijeron «regocijadamente los funcionarios de la UE, fue sometido a un mental waterboarding» (una asfixia mental), reporta el diario Irish Time (ver la nota 2).
Otro de los velos que cayó es la respuesta que Varoufakis recibió cuando pidió que el Eurogrupo le dijera cuál era la base legal de la amenaza de expulsión de Grecia de la UE, que hubiera recibido un poco antes. Varoufakis, en entrevista con NewStatesman (ver nota 6) dijo que no tuvo una respuesta porque los expertos de la UE le dijeron que el Eurogrupo no tiene existencia legal, puede decir y hacer lo que se le dé la gana y no quedan rastros porque no conserva las minutas de las discusiones.
Tsipras, o sea el gobierno de Syriza amparado en un referendo bien rotundo, había osado pedir cambios sensatos a ese fundamentalismo neoliberal de la UE: reducir las políticas de austeridad y renegociar parte de la deuda externa que justifica tales políticas para aliviar el fardo de desempleo y pobreza aguda que está aplastando al pueblo griego, y poder tener desarrollo económico para pagar las deudas.
En artículos anteriores decíamos que con ese pedido, Grecia sería el catalizador que aceleraría la toma de decisiones y profundizaría el sistema de “gobernanza” destinado a aplicar a raja tabla las políticas de la Troika y eliminar definitivamente cualquier vestigio de soberanía nacional y popular. Que Syriza y el referendo del 5 de julio pondrían al desnudo la verdadera y horrible naturaleza de la UE, y así sucedió.7
Esto es ahora ampliamente reconocido y sujeto de análisis, comentarios y opiniones de los grandes diarios del mundo occidental, la imagen de la UE es ahora clara, precisa y aterrorizante, lo que de paso es bueno saber en Nuestra América a la hora del persistente retorno de iniciativas de ciertos países para celebrar acuerdos de libre comercio con la UE.
¿Por qué era importante desnudar a la UE? Porque la victoria humillante y típicamente imperial de la UE contra Grecia, pequeño pueblo en una región de muchos pueblos también aplastados por la austeridad del dogma neoliberal y la utopía monetaria del euro (que tanto se parece al patrón oro de triste memoria) demuestra de manera clara y precisa lo que ya muchos alertaban, que no hay ni habrá alternativas económicas, sociales y políticas favorables a las mayorías populares dentro de la UE en su formato actual, que fue cuidadosamente creado para ser lo que es, y no otra cosa, y que “el sueño europeo” se ha transformado en “la pesadilla europea”.
Las posibles consecuencias de las derrotas humillantes
Frente a la capitulación de Tsipras, las primeras reacciones fueron bastante decepcionantes y no faltaron quienes lo calificaron de traidor, como si hubiese tenido otra alternativa que salir al ruedo y torear. Pero no tardaron en surgir en los movimientos populares, sindicales y partidos políticos de muchos países europeos un fuerte sentimiento de repudio generalizado a las políticas de la UE, un llamado a la solidaridad con Syriza y el pueblo griego, a la resistencia y al combate contra las políticas de la UE.
Sobre la visión que el pueblo griego tiene ahora de la UE, Stathis Kouvelakis, de la Plataforma de Izquierda –uno de los componentes de Syriza–, dijo a Jacobin8 que había recibido un mensaje de un camarada, diciendo que «era verdad que el gobierno de Syriza había logrado en hacer que la UE sea mucho más odiada por el pueblo griego que todo lo que (otras formaciones de la izquierda) habían podido lograr en veinte años de retórica contra la UE».
En realidad Syriza, como la mayoría de las izquierdas en la UE que nacieron del “eurocomunismo” de los años 1980, jugaban (ahora creo que hay que escribir ese verbo en tiempo pasado) a un “posible” cambio de la UE “realmente existente” por vía de negociaciones, presiones políticas y elecciones nacionales, para convertirla en una “Europa social” con economías capitalistas reguladas.
Por eso no figuraba, en el programa de Syriza, una salida del euro, y también porque el pueblo griego no favorecía esa opción ¿Han cambiado las opciones? Los próximos días y semanas nos lo dirán, aunque ese paso no es una simple declaración que pueda hacerse sin antes un largo, extenso y bien planificado preparativo.
¿Por qué? Por la simple razón de que la UE, vía los Tratados, la presión del Bundesbank y del BCE, de Alemania para decirlo más corto, y de las directivas de los burócratas para completar el control total, diseñó la creación del euro a partir de la monopolización de la emisión de moneda y de la política monetaria de los países miembros, o sea demoliendo todo lo que pudiera hacer posible un “retroceso” a las soberanías nacionales y populares. La imprenta que imprimía los Dracmas no existe más, como dijo Varoufakis.
Dicho en términos más militares, la UE bajo la dirección de la Alemania de Angela Merkel, al aplastar al pequeño e inofensivo pueblo griego ganó una batalla que sembró dudas sobre la dirección la “guerra” y los medios utilizados para aplastar a Grecia. Dos aliados importantes de Berlín, París y Roma, están endeudados y políticamente asfixiados por las políticas de austeridad, y pueden verse sometidos a la “asfixia mental” del Eurogrupo. Al mismo tiempo Alemania creó más enemigos potenciales en otros pueblos europeos que también se pueden ver dentro de poco tiempo en la situación actual de Grecia ¿Qué es esto sino una “victoria pírrica”?
Inversamente, la humillante derrota que en esta batalla sufrió Syriza por la ineludible tarea de buscar cómo aligerar el fardo de medidas de austeridad y comenzar a renegociar la impagable deuda, es quizás el catalizador del proceso de toma de consciencia popular y nacional que lleve a que el sufrido pueblo griego se decida a resistir mientras continua luchando por un retorno a la verdadera soberanía nacional y popular.
Por último, quizás valga la pena reproducir aquí algunos párrafos de lo que dos canadienses de la izquierda radical, Leo Panich y Sam Gindin, escriben desde Grecia y para la izquierda internacional, con el título “Tratando a Syriza de manera responsable”, a pesar de las caracterizaciones que en los últimos días algunos de la izquierda radical han hecho de Syriza –dicen–:
los
disciplinarios del neoliberalismo han dejado en claro que ellos creen que
Syriza no era un típico partido socialdemócrata que pudiera confiarse se
acomodaría con el neoliberalismo. En realidad, ellos ven claramente que Syriza
es un partido de izquierda con el socialismo en sus genes, y uno que a pesar de
todas las limitaciones de seguir perteneciendo a la UE, continuará desafiando
el capitalismo europeo y global.
El contenido exacto de lo acordado entre Syriza y la dirigencia de la UE será examinado en los próximos días, y la reacción del partido y de quienes lo apoyaron en el referendo será evaluada. Esperamos que Syriza pueda mantenerse unido en tanto que la más efectiva nueva formación política surgida en la izquierda europea en las décadas recientes. El papel responsable de la izquierda internacional es apoyar esto, mientras continua señalando las debilidades del partido en términos de capacidad para construir redes de solidaridad de manera a crear planes económicos alternativos a nivel local y regional, para que (los griegos) puedan trabajar en relaciones sociales transformadas. Esto es lo que realmente importa, y que será no menos crucial incluso con una salida del euro. El potencial de esto será abordado en el futuro. Dada nuestra propia debilidad en este sentido y mientras presenciamos cómo todo este drama se desenvuelve, llamamos a una considerable paciencia y modestia de parte de la izquierda internacional.8
El contenido exacto de lo acordado entre Syriza y la dirigencia de la UE será examinado en los próximos días, y la reacción del partido y de quienes lo apoyaron en el referendo será evaluada. Esperamos que Syriza pueda mantenerse unido en tanto que la más efectiva nueva formación política surgida en la izquierda europea en las décadas recientes. El papel responsable de la izquierda internacional es apoyar esto, mientras continua señalando las debilidades del partido en términos de capacidad para construir redes de solidaridad de manera a crear planes económicos alternativos a nivel local y regional, para que (los griegos) puedan trabajar en relaciones sociales transformadas. Esto es lo que realmente importa, y que será no menos crucial incluso con una salida del euro. El potencial de esto será abordado en el futuro. Dada nuestra propia debilidad en este sentido y mientras presenciamos cómo todo este drama se desenvuelve, llamamos a una considerable paciencia y modestia de parte de la izquierda internacional.8
Notas:
* Alberto Rabilotta es periodista argentino radicado en Canadá.
1 Nota de G.E.: La expresión inglesa waterboarding, que los asesinos de las dictaduras cívico-empresarias-militares suramericanas de la décadas de 1970 y 1980 acabadamente traducían como “hacer el submarino” –sumergiendo la cabeza de las prisioneras y prisioneros en baldes repletos de aguas inmundas las más de las veces–, pone de manifiesto con claridad la autoría intelectual de esas atrocidades.
2 http://www.irishtimes.com/opinion/tormenting-greece-is-about-sending-a-message-that-we-are-now-in-a-new-eu-1.2283593
3 http://www.bloombergview.com/articles/2015-07-13/europe-owns-this-disaster
4 http://www.bloombergview.com/articles/2015-07-13/greece-should-just-quit
5 http://www.theglobeandmail.com/globe-debate/editorials/blame-berlin-why-the-greek-debt-deal-is-doomed-to-fail/article25489080/
6 Extractos de lo que Yanis Varoufakis, el ministro de Finanzas de Grecia obligado a renunciar por el pedido del Eurogrupo, dijo a NewStatesman (http://www.newstatesman.com/world-affairs/2015/07/yanis-varoufakis-full-transcript-our-battle-save-greece):
NewStatesman: ¿Cuál es el mayor problema con la manera general del funcionamiento del Eurogrupo?
Varoufakis: [Como ejemplo,] hubo un momento cuando el presidente del Eurogrupo decidió actuar contra nosotros y efectivamente silenciarnos, e hizo conocer que Grecia estaba esencialmente en la vía de salida de la eurozona… Hay una convención de que los comunicados deben [obtener] la unanimidad, y que el presidente no puede convocar una reunión de la Zona Euro y excluir a un Estado miembro. Y él me dijo “Oh, no estoy seguro de eso”. Entonces pedí una opinión legal. Eso creó un poco de nerviosismo. Por unos cinco o diez minutos la reunión se paró, con empleados y funcionarios hablándose unos a otros, por teléfono, y eventualmente un funcionario, algún experto legal, se dirigió a mí, y dijo las siguientes palabras: «…bueno, el Eurogrupo no existe en la ley [de la UE], no hay Tratado en el cual se haya convenido [la formación de] este grupo». Entonces, lo que tenemos es un grupo no existente que tiene los mayores poderes para
determinar las vidas de los europeos. No debe reportar a persona u organismo alguno porque legalmente no existe, no se levantan minutas, y todo es confidencial. Entonces ningún ciudadano podrá jamás saber lo que se dice en el interior [del Eurogrupo]… Esas son decisiones de casi vida o muerte, y ningún miembro tiene que responder a alguien.
NewStatesman: ¿Y este grupo está bajo el control de las actitudes de Alemania?
Varoufakis: Completa y absolutamente. No de las actitudes [sino] por el ministro de Finanzas de Alemania. Es como una muy bien acordada orquesta y él es el director. Todo sucede de manera acordada. Habrá momentos en que la orquesta está desacordada, pero él la reúne y la pone en acorde nuevamente.
NewStatesman: No hay un poder alternativo dentro del grupo ¿puede el [ministro] francés oponerse a ese poder?
Varoufakis: Sólo el ministro de Hacienda [francés] hizo ruidos que fueron diferentes de la línea (bajada por) Alemania, pero esos ruidos fueron muy sutiles. Uno podía sentir que él debía utilizar un muy juicioso lenguaje, para no parecer que se oponía. Y en el análisis final, cuando el Dr. Schäuble respondía y efectivamente determinaba la línea oficial, el ministro francés siempre se plegaba y aceptaba.
7 Alberto Rabilotta: “El catalizador Griego” http://www.alainet.org/es/active/80771 ; “La lección de democracia del catalizador griego”
http://www.alainet.org/es/articulo/170722 ; “El pueblo griego puso al
desnudo la verdadera naturaleza de la UE” http://www.alainet.org/es/articulo/170941
8 Véase: https://www.jacobinmag.com/2015/07/tsipras-varoufakis-kouvelakis-syriza-euro-debt/
9 Leo Panich y Sam Gindin: “Treating SYRIZA Responsibly”, http://links.org.au/node/4507
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* Alberto Rabilotta es periodista argentino radicado en Canadá.
1 Nota de G.E.: La expresión inglesa waterboarding, que los asesinos de las dictaduras cívico-empresarias-militares suramericanas de la décadas de 1970 y 1980 acabadamente traducían como “hacer el submarino” –sumergiendo la cabeza de las prisioneras y prisioneros en baldes repletos de aguas inmundas las más de las veces–, pone de manifiesto con claridad la autoría intelectual de esas atrocidades.
2 http://www.irishtimes.com/opinion/tormenting-greece-is-about-sending-a-message-that-we-are-now-in-a-new-eu-1.2283593
3 http://www.bloombergview.com/articles/2015-07-13/europe-owns-this-disaster
4 http://www.bloombergview.com/articles/2015-07-13/greece-should-just-quit
5 http://www.theglobeandmail.com/globe-debate/editorials/blame-berlin-why-the-greek-debt-deal-is-doomed-to-fail/article25489080/
6 Extractos de lo que Yanis Varoufakis, el ministro de Finanzas de Grecia obligado a renunciar por el pedido del Eurogrupo, dijo a NewStatesman (http://www.newstatesman.com/world-affairs/2015/07/yanis-varoufakis-full-transcript-our-battle-save-greece):
NewStatesman: ¿Cuál es el mayor problema con la manera general del funcionamiento del Eurogrupo?
Varoufakis: [Como ejemplo,] hubo un momento cuando el presidente del Eurogrupo decidió actuar contra nosotros y efectivamente silenciarnos, e hizo conocer que Grecia estaba esencialmente en la vía de salida de la eurozona… Hay una convención de que los comunicados deben [obtener] la unanimidad, y que el presidente no puede convocar una reunión de la Zona Euro y excluir a un Estado miembro. Y él me dijo “Oh, no estoy seguro de eso”. Entonces pedí una opinión legal. Eso creó un poco de nerviosismo. Por unos cinco o diez minutos la reunión se paró, con empleados y funcionarios hablándose unos a otros, por teléfono, y eventualmente un funcionario, algún experto legal, se dirigió a mí, y dijo las siguientes palabras: «…bueno, el Eurogrupo no existe en la ley [de la UE], no hay Tratado en el cual se haya convenido [la formación de] este grupo». Entonces, lo que tenemos es un grupo no existente que tiene los mayores poderes para
determinar las vidas de los europeos. No debe reportar a persona u organismo alguno porque legalmente no existe, no se levantan minutas, y todo es confidencial. Entonces ningún ciudadano podrá jamás saber lo que se dice en el interior [del Eurogrupo]… Esas son decisiones de casi vida o muerte, y ningún miembro tiene que responder a alguien.
NewStatesman: ¿Y este grupo está bajo el control de las actitudes de Alemania?
Varoufakis: Completa y absolutamente. No de las actitudes [sino] por el ministro de Finanzas de Alemania. Es como una muy bien acordada orquesta y él es el director. Todo sucede de manera acordada. Habrá momentos en que la orquesta está desacordada, pero él la reúne y la pone en acorde nuevamente.
NewStatesman: No hay un poder alternativo dentro del grupo ¿puede el [ministro] francés oponerse a ese poder?
Varoufakis: Sólo el ministro de Hacienda [francés] hizo ruidos que fueron diferentes de la línea (bajada por) Alemania, pero esos ruidos fueron muy sutiles. Uno podía sentir que él debía utilizar un muy juicioso lenguaje, para no parecer que se oponía. Y en el análisis final, cuando el Dr. Schäuble respondía y efectivamente determinaba la línea oficial, el ministro francés siempre se plegaba y aceptaba.
7 Alberto Rabilotta: “El catalizador Griego” http://www.alainet.org/es/active/80771 ; “La lección de democracia del catalizador griego”
http://www.alainet.org/es/articulo/170722 ; “El pueblo griego puso al
desnudo la verdadera naturaleza de la UE” http://www.alainet.org/es/articulo/170941
8 Véase: https://www.jacobinmag.com/2015/07/tsipras-varoufakis-kouvelakis-syriza-euro-debt/
9 Leo Panich y Sam Gindin: “Treating SYRIZA Responsibly”, http://links.org.au/node/4507
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