El diccionario “mayor” de la lengua no da carácter de
vocablos reconocidos tanto a “movilizador” como a “movilizatorio”, podría sospecharse que con un natural y
espontáneo objetivo de paralizar los llamamientos populares a parar tanta
inequidad e injusticia en el mundo. Los sufijos –or, ra y –torio, ria,
como abajo se ve, podrían ser apropiados para “movilizar” mejor el propio acto
haciéndolo más efectivo como “movilizador” de una voluntad colectiva tendiente
a resolver efectivamente las inequidades e injusticias sociales, el latrocinio
capitalista y el individualismo generado por el “consumismo”.
Veamos:
-or1.
(Del lat. -or, -ōris).
1. suf.
Forma sustantivos abstractos masculinos, en gran parte generados ya en latín. Amor,
calor, rigor. Algunos se han formado en español, a partir de adjetivos o
verbos. Dulzor, blancor, temblor.
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(Del lat. -or, -ōris).
1. suf. En
adjetivos y sustantivos verbales, significa 'agente'. Aparece en palabras
heredadas del latín. Censor, defensor, lector, cantor. Y en otras
creadas en español. Revisor, reflector.
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-torio, ria.
(Del lat. -torĭus).
1. suf.
Forma adjetivos y sustantivos verbales. Toma la forma -atorio si el
verbo base es de la primera conjugación; -itorio, si es de la tercera.
Los adjetivos denotan relación con la acción del verbo base. Dedicatorio,
definitorio.
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Mejor, más clara,
llana y comprensible
A nosotros, izquierdistas desde nuestra primera juventud y
todavía hoy (a los setenta y tantos), nos parecen mejores, más claras, llanas y
comprensibles las expresiones “movilización” y “movilizadora” o “movilizador”,
que las de presunto vocabulario cultivado: “movilizatorio”.
Los intelectuales
argentinos de Carta Abierta dijeron el sábado 7 de febrero:
Un
nuevo estilo movilizatorio, una confluencia de fuerzas grupales e individuales,
nuevas ideas para la defensa de lo valioso que significa esta experiencia, que
no es una falsía, aunque pueda estar rodeada de grandes descuidos, es lo que se
reclama. Este proceso transformador, conducido por Néstor y Cristina Kirchner,
ha sido una recreación de las militancias y el fervor público nacional,
ancladas en una larga memoria popular que no tiene propietarios, con
ritualismos tal vez que no por repetitivos dejaron de acompañar los procesos
populares. El proyecto que se ensayó esta vez, amplio, democrático y plural,
posee una necesaria juventud que ningún momento histórico debe rechazar, aunque
sí emplazar dentro de vastas alianzas sociales, hoy mermadas. Ahora debemos
sentirnos a las puertas de una nueva movilización, preparada con
responsabilidad y pasos precisos que ramifiquen el llamado. Los temas cruciales
que laten en las bocas y corazones podrán convertirse en nuevos cánticos, deberán
tornarse motivo de interés masivo por medidas y cambios institucionales
trascendentes y necesarios desde hace tiempo, para avanzar en mecanismos que
establezcan el manejo estatal del comercio exterior. Nuestro país ha visto
cíclicamente amenazados, boicoteados y truncados proyectos de desarrollo
nacional autónomo por la restricción externa, es decir, por la insuficiencia de
divisas. Estas son el recurso clave para la continuidad y profundización de
dinámicas progresivas. Por lo tanto resulta indispensable sustraer la
disposición sobre éstas del chantaje monopólico y garantizar su control
gubernamental. Será necesario avanzar en la creación de las instituciones que
lo hagan posible, lo que implicará una disputa de intereses que no ahorrará
conflictos, razón por la que se impone generar un movimiento de opinión y la
movilización social (como ocurrió con la
Ley de Medios Audiovisuales) que acompañe la consecución de
ese objetivo auténticamente democrático.1
En la reunión en la Biblioteca Nacional
que aprobó la carta “La patria en peligro”, refiriéndose a la convocatoria de la Central de los
Trabajadores Argentinos (Hugo Yasky) a un encuentro mañana 10 de febrero en el
Centro Cultural de la
Cooperación “Floreal Gorini” (un organismo del Instituto
Movilizador de Fondos Cooperativos), Ricardo Forster, uno de los participantes,
dijo que “El gesto de la CTA
es muy valioso y tenemos que apoyarlo”. El objetivo de la convocatoria de la CTA –había antes manifestado
el responsable de la
Editorial Colihue, Aurelio Narvaja–, es comenzar a articular
entre las distintas organizaciones una serie de respuestas frente a la ofensiva
“de los tipos que están sentados sobre los dólares”.
Nosotros, en este blog,
nos hemos manifestado ampliamente en torno de las agresiones a los
trabajadores, la sociedad y la institucionalidad en Argentina instrumentada por
agentes directos e indirectos del imperio y del modus operandi capitalista: criticamos de ciertos intelectuales sus
discursos atravesados y en zigzag, mejor sería que actuaran sabiamente
conscientes de que es muy poco lo que de esas maneras se alcanza a saber
plenamente, y que para resolver esa carencia hay que ir en la práctica de lo
sencillo a lo complejo.
¡Así, entonces, a movilizar, con sostenidos e inteligentes
impulsos movilizadores, no “movilizatorios”!
Notas:
1 Fragmento del documento “La patria en peligro” (Carta
Nº 15) expresión de la primera reunión en 2014 de la agrupación Carta Abierta, la
que reunió en el salón José Luis Borges de la Biblioteca Nacional
a dos centenares de participantes (no se brindó ninguna cifra), entre ellos
treinta intelectuales.
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