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jueves, 6 de febrero de 2014

Araca…*



Jorge Capitanich dijo que cada argentino debe defender sus ingresos, y pidió que se denuncie a quienes “remarcan” precios.  Nosotros hace más de un mes avisamos mediante correo electrónico a la Jefatura de Gabinete (privada@jefatura.gob.ar) lo que mucho antes ya habíamos publicado en este blog –“Puentes azules sobre el río Uruguay”–: que el propio ente binacional e intergubernamental Comisión Administradora del Río Uruguay ya venía desde marzo de 2013 cobrando los peajes para cruzar el “Río de los Pájaros” según la regla del dólar “blue” (ya entonces ocho pesos argentinos por cada verde imperial).



A nuestro aviso hasta ahora Capitanich no respondió (quizá desconociendo él la sentencia de que quien avisa no es traidor). Es penoso que no haya respondido, no para nosotros, septuagenarios duros y curtidos, sino para el país y para él mismo.



La presidenta Cristina Fernández precisó, junto al anuncio del aumento a los jubilados, que tras la liberalización en Argentina de la compra de la divisa imperial para atesoramiento fueron principalmente trabajadores los doscientos mil que inicialmente gestionaron y adquirieron los papeles verdes. No le quito la razón porque para esos días el obrero municipal que barre las cunetas de la calle donde vivimos en un barrio de la Provincia de Buenos Aires, y con quien mantenemos un cordial trato recíproco, me contó que ya había comprado sus billetes y los tenía –manifestó con énfasis palmeando el bolsillo de su camisa– “bien guardaditos”. Enseguida me preguntó si yo también había comprado: “No –le respondí–, no me gusta la moneda del imperio”.



El fetiche de papel verde está tan generalizado que multitudes saldrán a llorar a plazas, parques y anchas avenidas del mundo (y no queremos pensar en los suicidios que sin duda habrá), cuando más temprano que tarde se caiga el gran gigante “de sangre y lodo”. Desde cuando una década antes del cambio de milenio el neoliberalismo exhibía los trofeos de su victoria casi global, me dedique cada vez que cuadraba a recordarle a circunstanciales interlocutores que cabía esperar, para reír, hasta el cada vez más cercano centenario de octubre de 1917.



Ahora, a cuatro años de éste, informa la agencia moscovita de noticias RT: “Nos espera una crisis comparable a la rusa de 1917, pero a escala global”. La afirmación es del economista Mijaíl Jazin1 en un artículo reciente de la publicación rusa Worlcrisis (http://worldcrisis.ru/crisis/1360012).



Jazin, quien en 2013 caracterizó de inviable la salida de la crisis capitalista en la Unión Europea, ha estudiado el proceso que el argentino Jorge Beinstein2 ya en 1999 definió como etapa de “financierización”, dependiente de la emisión de moneda y del crédito para consumo, y que tuvo su primer estallido en 2008. El ruso, ahora, publica RT (http://actualidad.rt.com/economia/view/118861-crisis-economia-mundo-elite-global),  afirma que no habiendo posibilidad de que la elite que detenta el poder económico mundial acepte cambios que llevaran a atenuar los sufrimientos populares, “existe una probabilidad muy elevada de que nos espere una crisis comparable a la del año 1917, sólo que a escala global”.



Jazin concluye su análisis, siempre según la agencia RT, pronosticando que cuanto más trate esa elite financiera y las burocracias estatales de proteger el antiguo sistema que está dando ya sus últimos pasos, más “brillante” será su caída, pero adjudica la victoria a lo que él llama “islam político” y a otras fuerzas que, asegura, “no ofrecen ninguna alternativa”.



Podemos nosotros coincidir en su predicción hasta cierto punto. No es seguro que el caos en un quinquenio se instaure global y durablemente: en apenas un siglo los pueblos no perdemos la memoria.
 

Así es, capitalismo destructivo y depredador



Nueve bomberos muertos3 y mas de cuatro heridos de suma gravedad es el saldo humano del incendio en el barrio porteño de Barracas del depósito de documentación contable de la empresa multinacional Iron Mountain con filiales en varias ciudades del mundo que, con éste, ya suma seis episodios similares de repentina “destrucción de información”: en 1997 dos en Estados Unidos de Norteamérica (Nueva Jersey), dos en 2006, uno en Otawa, Canadá, y otro en Londres, Reino Unido, y en 2011 en la ciudad italiana de Aprilia. Sobre los incendios también de carácter catastrófico ocurridos en Nueva Jersey y Londres se sospechó que fueran intencionales.



Qué quisieron expresar sus fundadores cuando a la empresa llamaron “Montaña de hierro”, quizá que sus acopios tal como aquel mineral son más útiles fundidos que en estado puro. En su presentación la multinacional privada Iron Mountain dice que la corporación garantiza “servicios integrales de gestión de archivos, protección de datos y destrucción de la información [y que] Durante 60 años […] ha sido un confiable socio de trabajo para más de 150 mil compañías en más de 35 países, brindando soluciones de administración, protección y almacenaje de información”4.



Desde el año 2000 la Iron en Buenos Aires “protege datos y destruye información” de clientes privados y también públicos, como el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, según trascendió de fuentes de la Auditoría General de la Ciudad. “Los documentos almacenados en el depósito pertenecían a empresas del sector bancario, petrolero y telefónico. Algunas de las empresas que depositaban sus documentos en Iron Mountain son el banco HSBC, la aseguradora La Caja, Molinos Río de la Plata, Telefónica y [la editorial de temas económicos crítica del Gobierno] El Cronista Comercial.”5



Dudas persistentes



¿Formarán parte de los destacamentos populares de defensa patriótica esos casi doscientos mil trabajadores que, informó la presidenta Cristina Fernández, corrieron a tramitar la compra de dólares?



¿Qué quiso decir llana y realmente John William Cooke cuando afirmo que “El peronismo es el hecho maldito del país burgués” (que, como se sostiene desde cierta ortodoxia política, este “hecho maldito” se interpone a la consecución del país burgués o, contrariamente, que el propio peronismo es la “acción u obra maldita” del país burgués)? Cooke, en su momento brillante joven universitario diputado nacional del primer peronismo (1946), fue luego admirador de la Revolución Cubana y falleció de cáncer cuando todavía no había cumplido cincuenta años de edad, en 1968.



Alguna respuesta nos puede sugerir a los memoriosos recordar que en 2003, ya elegido presidente Néstor Kirchner, la entonces senadora Cristina Fernández respondió un reportaje del diario Página/12 publicado el 17 de mayo y afirmó: “Si uno mira para atrás, el gran déficit de nuestra generación, en los años 70, fue cómo hacer un capitalismo en la Argentina. La sociedad no quería una sociedad socialista sino un capitalismo a la argentina, que en nuestro país tuvo el nombre de peronismo”.



Hay lealtades…



Se dio a conocer que científicos de Cuba y de Argentina lograron una vacuna ya autorizada para su uso terapéutico contra el cáncer de pulmón cuyo nombre genérico es Racotumomab. El equipo científico desarrollador del nuevo medicamento está integrado por el Centro de Inmunología Molecular de La Habana (CIM) e instituciones públicas argentinas como la Universidad de Buenos Aires (UBA) y su Instituto de Oncología Dr. Roffo, la Universidad Nacional de Quilmes, el Hospital de Pediatría Dr. Garrahan, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, y la empresa farmacéutica privada argentina Laboratorio Elea.



Y faltas de lealtad…



En Montevideo el Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU) cotizó hoy la divisa de Estados Unidos de Norteamérica entre 21,90 y 22,40 pesos uruguayos (promediando valores en 22,15 pesos), y al peso argentino entre 1,25 y 2,45 uruguayos (más allá de la amplia fluctuación especulativa entre precio de venta y de compra, el promedio es 1,85 pesos). Es decir, que considera a 11,97 pesos argentinos el valor promedio del dólar en Argentina (o sea, el del dólar “blue”), y no su valor actual en el mercado oficial del país “hijo de la misma placenta” (Mujica dixit): 8 pesos. Si este valor considerara el BROU, que es el que los compradores uruguayos realmente pagan en Argentina, cada peso del lado occidental del gran estuario equivaldría a entre 2,73 y 2,80 pesos del lado oriental (no 1,25 y 2,45), y los turistas “porteños” este verano hubieran sido más. Nuevamente el negocio de “los grandes” perjudicó al chiquitaje…



Notas:

* Araca: en el lunfardo o argot rioplatense significa “atención” (“¡Araca la cana! / Ya estoy engriyao...”).

1 Mijaíl Leonidovich Jazin nació en 1962. Estudió matemáticas en la Universidad de Yaroslavl y economía en la Universidad Estatal de Moscú. Desde 1984 hasta 1991 trabajó en la Academia Soviética de Ciencias. Entre 1993 y 1994 en el Centro de Trabajo del Estado de las Reformas Económicas. Desde 1995 hasta 1997 fue Jefe del Departamento de Política de Crédito del Ministerio de Economía, y fue Jefe adjunto del Departamento de Economía Presidencial entre 1997 y 1998. Abandonó entonces el servicio estatal, actualmente dirige en su país una consultora económica, Neokon.

2 “La declinación de la economía global. De la postergación global de la crisis a la crisis general de la globalización”, ponencia de Beinstein en el Primer Encuentro Internacional sobre “Globalización y Problemas del Desarrollo” llevado a cabo en La Habana, Cuba, entre el 18 y el 22 de enero de 1999. Disponible con ese título en publicaciones digitales.

3 Con nombre y apellido: Anahí Garnica, Damián Veliz, Eduardo Conesa, José Luis Méndez, Juan Matías Montecheli, Leonardo Arturo Day, Maximiliano Martínez, Sebastián Campo y Pedro Baricola.

4 Mejor escrito es “Durante sesenta años”, “más de ciento cincuenta mil”, “en más de treinta y cinco países” y “protección y almacenamiento”.
5 http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-239250-2014-02-06.html

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