Jorge Capitanich dijo que cada argentino debe defender sus
ingresos, y pidió que se denuncie a quienes “remarcan” precios. Nosotros hace más de un mes avisamos mediante
correo electrónico a la
Jefatura de Gabinete (privada@jefatura.gob.ar)
lo que mucho antes ya habíamos publicado en este blog –“Puentes azules sobre el
río Uruguay”–: que el propio ente binacional e intergubernamental Comisión
Administradora del Río Uruguay ya venía desde marzo de 2013 cobrando los peajes
para cruzar el “Río de los Pájaros” según la regla del dólar “blue” (ya
entonces ocho pesos argentinos por cada verde imperial).
A nuestro aviso hasta ahora Capitanich no respondió (quizá
desconociendo él la sentencia de que quien avisa no es traidor). Es penoso que
no haya respondido, no para nosotros, septuagenarios duros y curtidos, sino
para el país y para él mismo.
La presidenta Cristina Fernández precisó, junto al anuncio
del aumento a los jubilados, que tras la liberalización en Argentina de la
compra de la divisa imperial para atesoramiento fueron principalmente
trabajadores los doscientos mil que inicialmente gestionaron y adquirieron los
papeles verdes. No le quito la razón porque para esos días el obrero municipal
que barre las cunetas de la calle donde vivimos en un barrio de la Provincia de Buenos
Aires, y con quien mantenemos un cordial trato recíproco, me contó que ya había
comprado sus billetes y los tenía –manifestó con énfasis palmeando el bolsillo
de su camisa– “bien guardaditos”. Enseguida me preguntó si yo también había
comprado: “No –le respondí–, no me gusta la moneda del imperio”.
El fetiche de papel verde está tan generalizado que
multitudes saldrán a llorar a plazas, parques y anchas avenidas del mundo (y no
queremos pensar en los suicidios que sin duda habrá), cuando más temprano que
tarde se caiga el gran gigante “de sangre y lodo”. Desde cuando una década
antes del cambio de milenio el neoliberalismo exhibía los trofeos de su
victoria casi global, me dedique cada vez que cuadraba a recordarle a
circunstanciales interlocutores que cabía esperar, para reír, hasta el cada vez
más cercano centenario de octubre de 1917.
Ahora, a cuatro años de éste, informa la agencia moscovita
de noticias RT: “Nos espera una crisis
comparable a la rusa de 1917, pero a escala global”. La afirmación es del
economista Mijaíl Jazin1 en un artículo reciente de la publicación
rusa Worlcrisis (http://worldcrisis.ru/crisis/1360012).
Jazin, quien en 2013 caracterizó de inviable la salida de la
crisis capitalista en la
Unión Europea, ha estudiado el proceso que el argentino Jorge
Beinstein2 ya en 1999 definió como etapa de “financierización”,
dependiente de la emisión de moneda y del crédito para consumo, y que tuvo su
primer estallido en 2008. El ruso, ahora, publica RT (http://actualidad.rt.com/economia/view/118861-crisis-economia-mundo-elite-global), afirma que no habiendo posibilidad de que la
elite que detenta el poder económico mundial acepte cambios que llevaran a
atenuar los sufrimientos populares, “existe una probabilidad muy elevada de que
nos espere una crisis comparable a la del año 1917, sólo que a escala global”.
Jazin concluye su análisis, siempre según la agencia RT,
pronosticando que cuanto más trate esa elite financiera y las burocracias
estatales de proteger el antiguo sistema que está dando ya sus últimos pasos, más
“brillante” será su caída, pero adjudica la victoria a lo que él llama “islam político” y a otras fuerzas que, asegura, “no
ofrecen ninguna alternativa”.
Podemos nosotros coincidir en su predicción hasta cierto
punto. No es seguro que el caos en un quinquenio se instaure global y
durablemente: en apenas un siglo los pueblos no perdemos la memoria.
Así es, capitalismo destructivo y depredador
Así es, capitalismo destructivo y depredador
Nueve bomberos muertos3 y mas de cuatro heridos
de suma gravedad es el saldo humano del incendio en el barrio porteño de
Barracas del depósito de documentación contable de la empresa multinacional
Iron Mountain con filiales en varias ciudades del mundo que, con éste, ya suma
seis episodios similares de repentina “destrucción de información”: en 1997 dos
en Estados Unidos de Norteamérica (Nueva Jersey), dos en 2006, uno en Otawa,
Canadá, y otro en Londres, Reino Unido, y en 2011 en la ciudad italiana de
Aprilia. Sobre los incendios también de carácter catastrófico ocurridos en
Nueva Jersey y Londres se sospechó que fueran intencionales.
Qué quisieron expresar sus fundadores cuando a la empresa
llamaron “Montaña de hierro”, quizá que sus acopios tal como aquel mineral son
más útiles fundidos que en estado puro. En su presentación la multinacional
privada Iron Mountain dice que la corporación garantiza “servicios integrales
de gestión de archivos, protección de datos y destrucción de la información [y
que] Durante 60 años […] ha sido un confiable socio de trabajo para más de 150
mil compañías en más de 35 países, brindando soluciones de administración,
protección y almacenaje de información”4.
Desde el año 2000 la
Iron en Buenos Aires “protege datos y destruye información”
de clientes privados y también públicos, como el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires,
según trascendió de fuentes de la Auditoría
General de la
Ciudad. “Los documentos almacenados en el depósito
pertenecían a empresas del sector bancario, petrolero y telefónico. Algunas de
las empresas que depositaban sus documentos en Iron Mountain son el banco HSBC,
la aseguradora La Caja,
Molinos Río de la Plata,
Telefónica y [la editorial de temas económicos crítica del Gobierno] El
Cronista Comercial.”5
Dudas persistentes
¿Formarán parte de los destacamentos populares de defensa patriótica
esos casi doscientos mil trabajadores que, informó la presidenta Cristina
Fernández, corrieron a tramitar la compra de dólares?
¿Qué quiso decir llana y realmente John William Cooke cuando
afirmo que “El peronismo es el hecho maldito del país burgués” (que, como se
sostiene desde cierta ortodoxia política, este “hecho maldito” se interpone a la
consecución del país burgués o, contrariamente, que el propio peronismo es la
“acción u obra maldita” del país burgués)? Cooke, en su momento brillante joven
universitario diputado nacional del primer peronismo (1946), fue luego
admirador de la Revolución Cubana
y falleció de cáncer cuando todavía no había cumplido cincuenta años de edad,
en 1968.
Alguna respuesta nos puede sugerir a los memoriosos recordar
que en 2003, ya elegido presidente Néstor Kirchner, la entonces senadora Cristina
Fernández respondió un reportaje del diario Página/12
publicado el 17 de mayo y afirmó: “Si uno mira para atrás, el gran déficit de
nuestra generación, en los años 70, fue cómo hacer un capitalismo en la Argentina. La
sociedad no quería una sociedad socialista sino un capitalismo a la argentina,
que en nuestro país tuvo el nombre de peronismo”.
Hay lealtades…
Se dio a conocer que científicos de Cuba y de Argentina
lograron una vacuna ya autorizada para su uso terapéutico contra el cáncer de
pulmón cuyo nombre genérico es Racotumomab. El equipo científico desarrollador
del nuevo medicamento está integrado por el Centro de Inmunología Molecular de La Habana (CIM) e
instituciones públicas argentinas como la Universidad de Buenos
Aires (UBA) y su Instituto de Oncología Dr. Roffo, la Universidad Nacional
de Quilmes, el Hospital de Pediatría Dr. Garrahan, el Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas, y la empresa farmacéutica privada
argentina Laboratorio Elea.
Y faltas de lealtad…
En Montevideo el Banco de la República Oriental
del Uruguay (BROU) cotizó hoy la divisa de Estados Unidos de Norteamérica entre
21,90 y 22,40 pesos uruguayos (promediando valores en 22,15 pesos), y al peso
argentino entre 1,25 y 2,45 uruguayos (más allá de la amplia fluctuación especulativa
entre precio de venta y de compra, el promedio es 1,85 pesos). Es decir, que
considera a 11,97 pesos argentinos el valor promedio del dólar en Argentina (o
sea, el del dólar “blue”), y no su valor actual en el mercado oficial del país
“hijo de la misma placenta” (Mujica dixit): 8 pesos. Si este valor considerara
el BROU, que es el que los compradores uruguayos realmente pagan en Argentina,
cada peso del lado occidental del gran estuario equivaldría a entre 2,73 y 2,80
pesos del lado oriental (no 1,25 y 2,45), y los turistas “porteños” este verano
hubieran sido más. Nuevamente el negocio de “los grandes” perjudicó al
chiquitaje…
Notas:
* Araca: en el lunfardo o
argot rioplatense significa “atención” (“¡Araca la cana! / Ya estoy engriyao...”).
1 Mijaíl
Leonidovich Jazin nació en 1962. Estudió
matemáticas en la
Universidad de Yaroslavl y economía en la Universidad Estatal
de Moscú. Desde 1984 hasta 1991
trabajó en la
Academia Soviética de Ciencias. Entre 1993 y 1994 en el Centro de Trabajo
del Estado de las Reformas Económicas. Desde 1995 hasta 1997 fue Jefe del Departamento de Política de Crédito
del Ministerio de Economía, y fue Jefe adjunto del Departamento de Economía
Presidencial entre 1997 y 1998. Abandonó entonces el servicio estatal,
actualmente dirige en su país una consultora económica, Neokon.
2 “La declinación de la
economía global. De la postergación global de la crisis a la crisis general de
la globalización”, ponencia de Beinstein en el Primer Encuentro Internacional
sobre “Globalización y Problemas del Desarrollo” llevado a cabo en La Habana, Cuba, entre el 18 y
el 22 de enero de 1999. Disponible con ese título en publicaciones digitales.
3 Con nombre y apellido: Anahí Garnica, Damián Veliz,
Eduardo Conesa, José Luis Méndez, Juan Matías Montecheli, Leonardo Arturo Day,
Maximiliano Martínez, Sebastián Campo y Pedro Baricola.
4 Mejor escrito es “Durante sesenta años”, “más de
ciento cincuenta mil”, “en más de treinta y cinco países” y “protección y
almacenamiento”.
5 http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-239250-2014-02-06.html
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