Con motivo del encuentro en Buenos Aires este lunes 3 de
octubre de Michael Temer con Mauricio Macri, el corresponsal de Página|12 en Brasil, Nepomuceno, afirmó
en su nota de opinión “Macri, el golpe y el golpista”1 que si bien «Son
como almas gemelas» la diferencia entre ambos es que «Macri es un presidente
legítimo. [Y] Temer, un usurpador ilegítimo». Y se pregunta: «¿Sabrá el
presidente argentino de todas las maniobras en que está enredado su colega
usurpador? ¿Sabrá el presidente argentino de las andanzas de la pandilla que
Temer abriga a su alrededor?».
Siendo almas tan gemelas, como escribe Nepomuceno, prefiero
caracterizar a cada uno de ellos de otra manera: “Macri es un presidente ilegítimo
y Temer un usurpador legitimado”. Es cierto que Michael Temer aparece usurpando
el poder político en Brasil, pero tal usurpación fue legitimada por diputados y
senadores que para ello ajustaron ese proceso a una “ley” de vigencia precedente,
la del “impeachment”, así en inglés por su origen sajón copiado de la Constitución
estadounidense (juicio político).
Como introducción necesaria al golpe en Brasil, desde más
de un año antes en Argentina hubo operaciones ilegítimas que impusieron
presupuestos tendientes a presumir también la necesidad de un relevo electoral
y “legítimo” acceso al poder político de Mauricio Macri. Sin el fenómeno argentino
ya sucedido no triunfaba en Brasil la deposición de Dilma Rousseff.
Macri sabe bien quien es Temer y quien él mismo. No lo
ignora. Las cortes que rodean a ambos tampoco. El establischment colonialista mundial los ha impuesto. La diferencia
con Temer es que tal mafia internacional ya registra cabalmente tanto los rechazos
populares en crecimiento como las irreparables brutalidades gerenciales de sus pupilos
y comienza a proceder con nuevas tácticas.
Rafael Correa, Presidente de Ecuador, ha dicho con
acierto que a los pueblos de la América del Sur se les está imponiendo un nuevo
Plan Cóndor. Como en el de las décadas de 1970 y 1980 tal establischment opera con astucias sumamente inescrupulosas incluso
con sus propios lacayos cuando estos ya no les sirven.
Este nuevo comando internacional para actuar tiene a su
disposición al ejército de los CEO locales, y como dijo el propio Nepomuceno en
2011 al periodista y bloguero barcelonés Gutiérrez Abella:
Las élites brasileñas, como las
latinoamericanas en general, son groseras; torpes; estúpidas; mezquinas;
egoístas y sin preparación. Aquí no hay una nueva generación de emprendedores
con visión a largo plazo, y la iniciativa privada brasileña depende demasiado del
Estado. Tengo miedo a un crecimiento desordenado que escape del control.2
Véase ahora en Colombia como nuevamente el fifty fifty electoral en un plebiscito
por la Paz pone en profundo riesgo la propia integridad de su pueblo. ¿A
quiénes sirven Uribe y su pandilla hermana de tantas homólogas
latinoamericanas?
Notas:
1 En Página|12
de ayer, 2 de octubre de 2016: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-310770-2016-10-02.html
2 No disparen al mensajero, Barcelona: https://nodisparenalmensajero.wordpress.com/2011/11/21/eric-nepomuceno-periodista-brasileno-del-diario-argentino-pagina-12/
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