El presente artículo de Sader fue distribuido hoy por la Agencia Latinoamericana
de Información, ALAI, con sede en Quito, Ecuador. Ayer en este blog publicamos
el nuestro, “Eric Nepomuceno se confunde: Macri sabe quien es Temer”,
dando cuenta de la nota de opinión del citado periodista también brasileño y corresponsal
del diario Página|12, de Buenos Aires. Remitimos por correo electrónico interno
a la sección Mundo la rápida refutación pero ésta al parecer no fue considerada
oportuna ni relevante. Emir Sader, es evidente, entiende más y mejor sobre
política (más que yo, sin duda). Gracias, Sader. G.E.
Desde que los
gobiernos de Argentina y Brasil se han articulado como eje de los procesos de
integración latinoamericanos, a partir de coincidencias fundamentales en la
lucha en contra del neoliberalismo, sus presidentes, una vez electos, se
visitaban mutuamente, como primer viaje internacional. Eran maneras de
reafirmar esa alianza, esa amistad, ese cariño que se tenían Lula y Néstor
Kirchner, Cristina y Dilma.
Fueron los
mejores años de las relaciones entre los dos países y los que más se avanzó en
el intercambio entre ellos y en los procesos de integración latinoamericana. En
los encuentros se hablaba de las relaciones estrechas entre los dos países, de
la situación de América Latina, del lugar del continente en el mundo. Se
acuerdan, hermanos, ¡qué tiempos aquellos!
Eran encuentros
llenos de pueblo, de participación de movimientos populares, de concentraciones
en las plazas, de conversaciones con representantes de las fuerzas del campo
popular. Eran dos países que se acercaban, que hablaban por intermedio de sus
presidentes.
Hoy, sin
embargo, ¿qué representa el encuentro de dos presidentes profundamente
antipopulares como Mauricio Macri y Michel Temer? ¿En qué escenario se van a
encontrar? ¿De qué temas van a hablar? ¿Cómo se van a defender de la hostilidad
del pueblo argentino a los dos?
Será un
encuentro sombrío, de dos presidentes que no representan a sus países sino a
los intereses del Imperio. Hablarán del FMI, del retorno del endeudamiento de
sus países, compararán el nivel de recesión de sus economías, los niveles
records del desempleo, de las manifestaciones populares en contra de ellos, de
la hostilidad que nutren hacia países vecinos como Venezuela, Ecuador, Bolivia.
Se defenderán
del pueblo con barricadas, con tropas, con esconderse de las calles. Hablarán
al final en entrevistas controladas a los medios que los promueven, no
anunciarán nada en el camino de avanzar en la integración regional, al
contrario. Nada de la construcción de formas de defensa comunes respecto a la
crisis internacional del capitalismo.
No habrá nada
bueno para anunciar a sus pueblos. A lo mejor ni hablarán de los ajustes
fiscales que los identifican, porque saben que solo contienen noticias malas
para los pueblos.
Ya no será la
relación de acercamiento y fraternidad entre dos países y dos pueblos. Ninguno
de los dos piensa en América Latina como un sujeto político, ni a sus países
como agentes de la integración.
Ni de elección
es de buen tono hablar, dado que Temer llegó a la presidencia mediante un golpe
y lo que más teme son las elecciones directas que el movimiento popular
revindica en Brasil.
Los dos tienen
en común intentos de reimplantar el modelo neoliberal que ha fracasado en los
dos países, produciendo las peores crisis en Argentina y en Brasil en mucho
tiempo. Tienen en común representar a los sectores que habían sido desplazados
del gobierno por el voto democrático del pueblo de los dos países, a lo largo
de mucho tiempo. Y hoy representan los intentos de restauración conservadora en
América Latina.
No hay como no
echar de menos las relaciones fraternales entre Néstor y Lula, entre Cristina y
Dilma. Y las relaciones estrechas y solidarias entre Argentina y Brasil, como
ejes de impulso de la integración latinoamericana.
Notas:
* Emir Sader es un muy
reconocido
sociólogo y científico político brasileño, se desempeña como Coordinador
del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Río de
Janeiro (UERJ), y sus artículos de análisis y opinión son traducidos y
publicados en todo el mundo.
http://www.alainet.org/es/articulo/180632
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