La más llana traducción castellana de show significa muestra, exhibición, espectáculo, y así, según el diccionario
principal de nuestra lengua aquel sustantivo inglés refiere a «Cosa que se
ofrece a la vista o a la contemplación intelectual y es capaz de atraer la
atención y mover el ánimo infundiéndole deleite, asombro, dolor u otros afectos
más o menos vivos o nobles».
En rigurosa interpretación la definición hace explícito que
los espectáculos pueden “atraer la atención y mover el ánimo” respecto de
“afectos más o menos […] nobles” y que esos afectos y ánimos, a la vez, pueden
incidir en la materialización de actos que tanto pueden ser muy nobles como
nada nobles, es decir, muy o nada honrosos y estimables y hasta deshonrados y
viles: actos peligrosos.
Una de las técnicas en la llamada “sociedad de la
información” que dificulta adrede la formación de criterios racionales de
análisis y conducta en las personas y los grupos consiste, precisamente, en una
exhibición abrumadora y confusa de noticias de indistintos contenidos e
importancia, las más de las veces desfigurando la realidad objetiva de los
hechos con descripciones y enfoques tendenciosos.
El caso José
Francisco López de madrugada y revoleando nueve millones de dólares…
Un episodio por demás curioso y oscuro –“de novela negra” lo
caracterizó enseguida y acertadamente el diario Página/12–, aun cuando sobre el
mismo se hayan dicho y publicado ya centenares de millones de palabras, ha sido
la, en las primeras horas del martes pasado, calificada como “sorpresiva”
detención de López –ex segundo de Julio Miguel de Vido, actual diputado
nacional que hasta diciembre de 2015 fuera ministro de Planificación Federal,
Inversión Pública y Servicios–, a una
hora todavía no precisa entre las tres y las seis de la madrugada del martes 14
de junio en la ciudad bonaerense de General Rodríguez, en el interior de un
predio perteneciente a la iglesia católica, portando se dijo primero un arma de
fuego “de guerra” y, además, unos nueve millones de dólares en efectivo. La
detención y el descubrimiento se debió, se dijo, a que un observador
circunstancial llamara a la policía (#911) cuando, a esa hora, viera a un
hombre arrojando desde la vía pública hacia el interior de lo que se calificó
como Monasterio bolsas que bajaba de un automóvil.
Aunque en la repetición informativa de las primeras horas primero
se dijo que el llamado fue de un vecino del llamado “monasterio” y luego que de
una religiosa residente en el lugar, simplemente una residencia habitada por
tres religiosas y hasta hace unos años por un anciano y enfermo ex obispo, al
final se supo que quien había llamado era un vecino que, regularmente, a esa hora de la madrugada llega a su casa con
un furgón lleno de pollos congelados que horas más tarde distribuye en
comercios. Este vecino fue, tres días después, el viernes 17, entrevistado
telefónicamente por la periodista María O´Donnell, de Radio Continental. El
hombre al que se llamó “Jesús”, con su testimonio iluminó mejor, valga la
paradoja, la densa oscuridad del caso.1 Véase que habiendo sido la
llamada aproximadamente a la hora 03:00, la policía llega más o menos rápido al
lugar pero no ingresa al hogar religioso sino hasta unas dos horas después…
El mismo martes 14 de
la curiosa madrugada rodriguense, pasado el mediodía, el portal de noticias Terra entre titulares como “Estudio
reporta posible nueva posición sexual de ranas”, “Comediantes de TV nocturna,
serios por balacera en Florida” y antes de mostrar un vídeo en el que
“consternado” aparece el matrimonio real español firmando sus condolencias por
el suceso de Orlando, refiere que una de las religiosas residentes en la casa
de los sucesos había relatado a un medio periodístico:
«Estaba medio loco. Hoy vino loco.
Decía: “Me van a llevar preso”. Le pregunté por qué y me dijo: “Porque yo robé
dinero para venir a ayudar acá”. Se lo llevaron preso», relató la integrante
del Monasterio de las Monjas Orantes y Penitentes de Nuestra Señora de Fátima,
ubicado en el partido del Oeste del Conurbano bonaerense.
En diálogo con Radio La Red, la religiosa contó que se cruzó con López minutos antes de que fuera detenido por efectivos de la Comisaría de General Rodríguez y recordó que no era la primera vez que el ex funcionario kirchnerista se acercaba hasta el lugar: «Es un hombre muy bueno. Acá venía una vez al año y nos ayudaba».2
En diálogo con Radio La Red, la religiosa contó que se cruzó con López minutos antes de que fuera detenido por efectivos de la Comisaría de General Rodríguez y recordó que no era la primera vez que el ex funcionario kirchnerista se acercaba hasta el lugar: «Es un hombre muy bueno. Acá venía una vez al año y nos ayudaba».2
Cuando ese día ya la noche, y tampoco es metáfora, oscurecía
cada vez más la Provincia de Buenos Aires, José Francisco López fue trasladado en
medio de un fuerte operativo de seguridad desde la ciudad cabecera del Partido
de General Rodríguez hacia un cuartel policial en el vecino municipio de
Moreno, ambos en el oeste de los límites del conurbano, a cuarenta y tantos
kilómetros de la capital argentina. El reporte fotográfico lo mostró con
chaleco y casco antibalas, rostro rosado y mirada vivaz. Tres días después, y
todavía negándose a declarar tras haber protagonizado varios accesos de
inestabilidad emocional y autoagresión, López ya estuvo alojado en la unidad de
cuidados psiquiátricos de un penal cercano al Aeropuerto Internacional de
Ezeiza, por orden y bajo la tutela del juez federal Daniel Rafecas, titular del
Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº 3 con sede en los tribunales de la
avenida Comodoro Py, de Buenos Aires.
Mucha lana para tejer
Al cruce de los casos policiales políticamente sensibles no
pocos, con el ánimo de no quedar mal colocados, procurar salvar prendas o aprovechar
la volteada se lanzan apurados a una suerte de gran piscina de opiniones que, generalmente,
está vacía de contenido. La competencia, sin duda, puede dejar lastimados a sus
participantes. Actuaron así jerarcas vinculados a la gobernadora Vidal y a
Macri, e incluso el mismo haciendo alardes de asombro e indignación. También,
claro, comentaristas de radio, TV y prensa digital o sobre papel.
Transcurrido apenas medio día desde el madrugado ejercicio
de López y ya sin interrupción, se fueron desprendiendo de cualquier ligazón
con el ex secretario de Obras Públicas desde José Ottavis3 hasta Emilio
Pérsico, el Chino Navarro y Leo Grosso, los tres últimos en nombre de la Agrupación Evita. Se diferenció
en la conceptualización y una prudente mora la agrupación La Cámpora, uno de
cuyos dirigentes, Mariano Recalde, actual diputado nacional y quien fuera
presidente de Aerolíneas Argentinas durante la presidencia de Cristina
Kirchner, publicó en redes sociales una declaración coincidente con la de los
bloques del FpV en los parlamentos nacional y del mercosur.
Incluso el arzobispo de Mercedes y Luján, Agustín
Radrizzani, en cuya jurisdicción eclesial ocurrió el apresamiento “in
fraganti”, en un comunicado afirmó que el monasterio Monjas Misioneras Orantes
y Penitentes «de Nuestra Señora del Rosario», lugar del suceso en General
Rodríguez, es «una asociación privada de fieles, cuyo gobierno es autónomo». Es
decir: a la Iglesia no pregunten. (El documento el menos perfeccionó el nombre
del escenario: “Nuestra Señora del Rosario de Fátima».)
En General Rodríguez –ciudad cuna de una importante
industria lechera– como en Orlando, en París, en Caracas o Brasilia hay mucho
para tejer, destejer y volver a tejer antes de encontrar el punto y las medidas
de los jerséis que calcen en cada ocasión. Los apuros llevan a disparates,
nadie se “radicaliza” por internet, es decir encuentra sus raíces
existenciales, ni todo crimen, especialmente en los países centrales y de
población con alto grado de alienación, es siempre calificable como acto del
terrorismo internacional. No teniendo lo dicho en cuenta, Hollande, en Francia,
se mostró más obamista que el propio Obama: téngase en cuenta que si en tales
países centrales, caso EE. UU., no se matara tantísima gente no sería negocio
la fabricación y venta de armas, habiendo según la estadística bastantes más de
una por persona, incluyendo a los niños y bebés. Tampoco habría tantísimos
cohechos en los nuestros, periféricos, si no hubiera grandes capitalistas de
allá y de aquí empecinados en hacer negocios pingües.
Dineros extras no necesariamente para financiar política,
aun siendo política de derecha, circulan libremente por el mundo. O para qué se
fundó el Mercosur durante el auge neoliberal en Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina
sino para facilitar y privilegiar el libre movimiento mercantil y financiero de
los monopolios. ¿Y el encuentro ahora en Bogotá de la cúspide capitalista
mundial?
Momento más o menos
crucial, aunque no es para tanto
Martín Sabbatella, dirigente de la agrupación política Nuevo
Encuentro, la principal y caudalosa vertiente no peronista que forma el Frente
para la Victoria liderado por Cristina Fernández de Kirchner, un día después expresó
su preocupación en una entrevista radiofónica de Radio Con Vos (FM 89.9):
«la corrupción es un mal que no
solo hay que repudiar sino que hay que enfrentar, es un problema estructural de
la Argentina, hay corrupción en oficialistas y opositores, en los empresarios, en
el periodismo, en la Justicia, en la Policía y, por supuesto hay que
enfrentarla. Lo primero para enfrentarla es darnos cuenta de que es un problema
estructural que no es propiedad de un sector u otro». Respecto concretamente de
López manifestó: «si alguien cometió un delito la justicia tiene que investigar
y tiene que ir preso, y si alguien […] tiene que ir preso […] no tiene por qué llevarse
puesto un proyecto nacional, popular y democrático».4
Por su parte Agustín Rossi, peronista de trayectoria en su
ciudad, Rosario, actualmente parlamentario en el Mercosur, ex diputado nacional
y ex ministro de Defensa siendo en ese rol artífice, junto con su predecesora
Nilda Garré, de una actualización conceptual en las políticas de defensa y de
paz que redefinieron a las fuerzas armadas argentinas y al rol del país en
Latinoamérica confrontando con los modelos belicistas imperiales, en diálogo
con Daniel Tognetti a través de Radio Del Plata (AM 1030), puso énfasis en
contrariar la “sentencia de muerte del kirchnerismo” dictada por el
establischment político-empresario a partir del emergente caso López:
«Yo hago un racconto a partir de que hoy nos decretaron la muerte, […] no es la
primera vez que nos decretan la muerte como espacio […] como proyecto político.
Nos decretaron la muerte en el 2008, en el 2009, en el 2011 y [fue cuando]
ganamos con el cincuenta y cuatro por ciento de los votos […], y digo que lo
que construimos en doce años de gestión bajo el liderazgo de Néstor y Cristina es muchísimo más fuerte y muchísimo más
grande para que un tipo con este hecho aberrante que nos indigna a todos lo
tire por la borda, esto es lo que estoy diciendo, y que vamos a salir adelante.
Obviamente que es una carga […], ayer a las ocho de la mañana había una agenda
política totalmente distinta a la que hay hoy: tenía que ver con el tarifazo,
con la desocupación, con la pérdida de trabajos y hoy tenemos esta agenda […].
Está claro que el gobierno debe haber celebrado [cuando se trata en el
parlamento el blanqueo de la evasión de capitales y la reforma previsional]».5
Y afirmó Rossi que quiere saber quiénes fueron los
empresarios que aportaron a componer la suma encontrada en el monasterio de
General Rodríguez. Más tarde fue la propia ex presidenta Fernández de Kirchner
quien en un mensaje público expresó:
«El dinero que el Ing. López tenía en su poder,
alguien se lo dio. Y no fui yo. Ni ninguno de los miles de militantes que
integran este espacio político».
Cristina le habló directamente a la militancia, «a
los que lo construyeron, a los que lo aman, a los que sufren por lo que está
pasando» y en una catarata de emociones manifestó que «palabras como repudiar,
rechazar o condenar, no alcanzan». Y agregó: «Yo quiero saber quiénes son,
además del Ing. López (Secretario de Obras Publicas durante mi gestión), los
responsables de lo que pasó».
La ex mandataria no sólo responsabilizó al ex
funcionario sino que también pidió que no se hagan los distraídos «ni
empresarios, ni jueces, ni periodistas, ni dirigentes» porque «cuando alguien
recibe dinero en la función pública es porque otro se lo dio desde la parte privada».6
“La bendición de Dios
me enriquece”
El proverbio, al que en versiones bíblicas que se dicen
“paralelas” se identifica como el 10:22, lucía escrito con grandes caracteres
blancos contrastando de lado a lado sobre una oscurecida luneta trasera de un
Renault Duster, algo bastante más cara que la Meriva 2005 de López, con un
pastor al volante conduciendo sin remordimientos porque tal bendición, además,
“no agrega tristezas en el camino”.
Qué buen vecino de barrio no se ha alegrado por la
providencia de haber zafado de una multa fiscal por con presteza deslizado el
billete generoso en la mano del inspector. Qué buena madre no festejó el éxito
de un yerno que bien prodiga a su mujer –la hija– lindas prendas y paseos con
sus afanes de inspector.
Quién en la oportunidad de recién ungido, por caso como
intendente, no mostró quizá a sus parientes un impecable y nuevecito automóvil
al que presentó como “la basurita”, obsequio de un generoso empresario
interesado en poner en movimiento por las calles del municipio sus camiones
compactadores de residuos. Y qué concejal o diputado de ese u otro pueblo, y de
la misma u otra y contrincante agrupación política, queriendo perdurar en sus
funciones de vengador de las injusticias sociales no necesita ingentes sumas
dinerarias para poder, como se dice, hacer política.
Tales “naturalizaciones” de lo no accesible para todos pero
que en el plano del egoísmo usual y corriente nos beneficia al dejar afuera
“las tristezas”, ha venido embarrando la cancha del devenir tanto del nuestro
como de otros pueblos desde tiempos más lejanos que recientes, más distantes
que doce años, que cuarenta, que sesenta y uno u ochenta y seis. Es decir,
desde antes que hubiera nacido el López que en un “enloquecido” periplo desde
Dique Luján, en Tigre, y pasando por General Rodríguez y Moreno, llegara hasta
la unidad de cuidados psiquiátricos del Penal Federal de Ezeiza.
La ética política y
Ho Chi Minh
Sin la concesión ética de esa naturalización e imbricación
ineludible con la acción política volvamos sobre lo dicho en un párrafo del
principio. Es cierto, para la acción política en el mundo de la democracia que
está bien llamar burguesa, los últimos decenios han impuesto una modalidad más
mercantil que profesional. Como en muchísimas actividades humanas en otras
funciones culturales, en las políticas se ha pasado de la asignación de
recursos de vida a quienes en ella ejercen por la vía del salario, a asignarlos
según las leyes de la oferta y la demanda en el mercado por la vía de la
“contratación” de “empresas” o “trabajadores autónomos”.
Seré breve en el ejemplo personal. Cuando en los años
noventa me desempeñaba como comunicador social en una radioemisora popular
enclavada en el ya llamado “segundo cinturón” del conurbano, yo era todavía
“asalariado”. Es cierto que no en tanto la tarea que ejercía realmente –como
tampoco sucedía con los demás trabajadores en la radio–, sino como “trabajador
de comercio” porque los dueños nos habían adscripto al padrón de sus demás
empleados en una distribuidora comercial. Pero era asalariado. Colegas en otras
radios se asombraban, ellos iban a “bordereaux”, como algunos actores de
teatro, es decir a porcentaje de los ingresos (en el caso radiofónico por
publicidad).
Luego, ya en la primera década del siglo XXI, me desempeñé
como revisor de estilo en textos para una editorial de ciencias sociales y fui
“autónomo”, debía “facturar” por “libro” tanto el trabajo de un hijo que hacía
la composición digital como el mío, porque el editor quien en su época había
militado en el trotskismo no nos quería como “empleados asalariados”, no, prefería
trabajadores precarizados. Al editor le interesó cada vez más el propio negocio
en sí y, a la vez que mi hijo encontró carriles laborales más justos y mejor
retribuidos yo preferí jubilarme y conservar valores éticos.
Cuando siendo todavía muchachones militábamos en política
partidaria hacíamos colectas entre vecinos para comprar baldes, pinceles,
harina, soda cáustica y “cocinar” engrudo para las pegatinas o cal y ferrite
para los murales. Salíamos de noche con un amplio dispositivo que incluía
vigilancia y autodefensa. Lo hacíamos por convicción y vocación, por el pueblo
y por la clase. Se puede volver a hacer así, fíjense cuánto más fácil con los
nuevos materiales, herramientas y procedimientos tecnológicos…
La mercantilización de la acción política derivó en los
“tecnólogos políticos” tipo Durán Barba, las empresas publicitarias que tanto
“venden un candidato a legislador” como un champú o un condón lubricado, y se
desarrolló velozmente la mercantilización del “lavado de cabezas” y del fraude.
Los partidos populares y “progresistas” cayeron en ese
“consumismo”, los del “amplio” abanico de izquierda gambetean, y algunos
sucumben. Un gran amigo uruguayo, Rolando Levy, fallecido hace muy poco,
frenteamplista, me decía que algunos partidos y dirigentes de esa alianza
recibían “donaciones de campaña electoral” de grandes empresas transnacionales.
Ho Chi Minh luchó y condujo la larga lucha política y
militar de liberación de Vietnam del colonialismo francés y estadounidense con
una concisa convicción de la ética revolucionaria que guió a todo su pueblo.
Una síntesis de su pensamiento se encuentra en Internet: “Elevar la ética
revolucionaria, barrer el individualismo”7.
Los subterfugios como
recurso
En Orlando, Florida, se dio recientemente la mayor matanza
colectiva demencial de los últimos años. Se dijo que el promotor, ejecutor y
también víctima, murió ejecutado por un policía para dar por terminada la
acción múltiplemente homicida, actuó habiendo asumido una identidad religiosa y
nacional extremista y terrorista. No, al parecer, principalmente el muchacho
tenía dificultades de identidad personal, consigo mismo y su sociedad, que
hicieron eclosión sin ser percibidas en la vorágine de un país que vive en una
burbuja ideológica. Había, él, sido estudiante de una academia policial,
fracasado en su relación marital heterosexual, y, quizá, también en un intento
de desempeño homosexual… Por todo esto y mucho más, sin duda, ocurrió… 8
Mire, al final somos todos un poco
comunistas, si […] lo que buscamos es la justicia social
Notas:
1 Entrevista telefónica de María O’Donnell emitida por
Radio Continental el 17 de junio a partir de la hora 09:11, en http://radiocut.fm/audiocut/relato-dela-testigo-que-llama-al-911/
3 Ottavis, quien hasta no hace mucho protagonizó para
el mentidero televisivo un romance con la vedette que antes y jugando un flash
erótico publicitario con dos pilotos en un avión en pleno vuelo desató un
escándalo en junio de 2015, relación que enojó a la conducción de la
organización La Cámpora y a la propia ex presidenta, afirmó: «esa es plata de
todo nuestro pueblo, esto es indignación, todos los funcionarios del
kirchnerismo no vamos a caer en la misma bolsa, a mí no me vino a pedir ayuda
para esconder la guita, nunca me paso algo así […] Este tipo es un cararrota,
quiere hasta ensuciar a Dios, despreciaba cualquier cuestión militante, y
cuando te atendía te trataba mal, te cagaba a pedos, sabés por qué perdimos,
por los José López », en http://www.plusinformacion.com.ar/nota.php?Id=53013
6 En http://www.lanacion.com.ar/1909858-cristina-kirchner-yo-no-fui-la-que-le-dio-la-plata-a-jose-lopez
7 Ver http://matxingunea.org/media/pdf/ho_elevar_la_etica_revolucionaria_barrer_el_individualismo.pdf
9 «En 1952, con “Las aguas bajan turbias” alcanzó [Hugo
del Carril] el mayor suceso de su vasta filmografia. El guión pertenecía al
militante comunista Alfredo Varela, que desde la cárcel colaboró con la
adaptación. Pero el hombre fuerte de la censura, Raúl Alejandro Apold,
secretario de Prensa y Difusión [del Estado], prohibió que Del Carril cantara
en Radio Splendid por “comunista”. [Del Carril había intercedido ante Perón solicitando
la libertad de Alfredo Varela, entonces preso político, el que luego de una
charla con el propio Presidente fue inmediatamente liberado. Perón dijo a
Varela:] “Mire, al final somos todos
un poco comunistas, si al final lo que buscamos es la justicia social”.»
Véanse: https://es.wikipedia.org/wiki/Alfredo_Varela;
http://web.archive.org/web/20111220203406/http://www.lucheyvuelve.com.ar/General/hugodelcarril.htm
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