Sin lugar a dudas es el del título un proyecto importante no
sólo para la República Oriental
del Uruguay sino también para Suramérica. Otros puertos oceánicos están
operando, algunos desde hace muchísimos años, décadas y centurias en Brasil, en
Chile, Perú y Argentina. El de Rocha facilitará el desarrollo de negocios en
una vasta región meridional que abarca al propio Uruguay, Paraguay, el sur de
Brasil e incluso el noreste argentino, pudiendo incluir además a la República Plurinacional
de Bolivia. Claro está que en este último caso lo que corresponde es que Chile
devuelva su salida autónoma y soberana al océano Pacífico.
Es importante que, como informa el sitio ruso RT, el proyecto sea financiado por el
FOCEM, el Fondo para la Convergencia Estructural y fortalecimiento de la Estructura institucional
del MERCOSUR, constituido con los aportes estatales de los países miembro1
de economías más desarrolladas con el objeto, precisamente, de “financiar
programas para promover la convergencia estructural; desarrollar la
competitividad; promover la cohesión social, en particular de las economías
menores y regiones menos desarrolladas y apoyar el funcionamiento de la
estructura institucional y el fortalecimiento del proceso de integración” (http://www.mercosur.int/focem/index.php?id=que-es-el-focem).
Lamentablemente no destaca la nota de RT tomada de La República el origen
de los activos del FOCEM, específicamente aportes tanto brasileños como
argentinos, ni que los créditos del Banco
Nacional de Desarrollo
Económico y Social (BNDES) de Brasil, de acuerdo a sus declarados objetivos,
serán otorgados a las empresas de esa nacionalidad que participen en la
referida construcción portuaria.
Todavía, primer día del novísimo 2014, en el sitio oficial
de este Fondo del Mercosur, la
búsqueda “Uruguay Puerto de Aguas Profundas”, no da ningún resultado: se lee
“no se ha encontrado ningún producto con la descripción Uruguay Puerto de Aguas
Profundas”.
Fieles a nuestro empeño de emplear con precisión las palabras de esta tan rica como polifacética lengua que hablamos y escribimos en gran parte de América, observamos que las acepciones de “producto” no corresponden con el uso que el redactor del FOCEM –probablemente en Montevideo, donde tiene su sede–, le ha dado: “(Del lat. productus): Cosa producida. Caudal que se obtiene de algo que se vende, o el que ello reditúa. Cantidad que resulta de la multiplicación” (http://lema.rae.es/drae/?val=producto). Debería, mejor, haber registrado este otro texto para la respuesta automática: “No se ha encontrado información referida a la consulta Uruguay Puerto de Aguas Profundas”. Errores no meramente gramáticos y técnicos sino profundamente conceptuales son los que dificultan los entendimientos y generan enconos, cosa que debería saber Danilo Astori, al parecer circunspecto contador que es jefe supremo del equipo profesional de política económica del Gobierno uruguayo, para beneplácito de intereses realmente opuestos a los populares como en su tiempo lo fuera para Argentina aquel cordobés Domingo Felipe Cavallo (véase el caso Pluna)2.
Queremos dejar claro y conciso que no estamos acusando de representante de tales intereses al contador Astori, sino que observamos que detrás de su circunspección debe estar ocultándose una muy pobre comprensión científica de los complejos procesos históricos del mundo y de América.
La información que recogió de La República y difundió el servicio periodístico ruso en la internet, RT
«Brasil aportará el 80 % del dinero necesario para construir un puerto en aguas profundas de Uruguay, que el país necesita tanto por el desarrollo de su industria, como debido a las políticas proteccionistas de Argentina. “Brasil nos ha dado y nos dará una mano muy grande en esa obra y destinará el 80% de los recursos necesarios”, dijo el presidente de Uruguay, José Mujica, en una entrevista con el periódico La República. “Uruguay no tiene capacidad de autofinanciarse y, por ahora, depende de lo que viene de afuera”, explicó.
«De acuerdo con el presidente, el país vecino [Brasil] planea invertir unos 500 millones de dólares para la construcción del puerto en el departamento de Rocha, en el sureste de Uruguay. La financiación del proyecto se realizará en el marco del Focem, un fondo financiero creado a nivel de [sic] Mercosur en 2006, destinado a apoyar las economías menores del bloque.
«Los principales puertos del país, el de Montevideo y el de Nueva Palmira [ambos fluviales], han alcanzado su máximo nivel operativo, mientras que en el año 2014 el desarrollo de las industrias de minería y de pasta de celulosa requiere la creación de un nuevo puerto oceánico de aguas profundas.
«El proyecto de Rocha, también [en proyecto] conectado por vía ferroviaria con los centros industriales de Brasil, ayudará a solucionar este problema en el futuro, así como a superar las políticas proteccionistas de Buenos Aires, que en octubre prohibió a los buques argentinos transbordar mercaderías en puertos uruguayos para promover su propia infraestructura portuaria.
«Las autoridades de Uruguay subrayan que las nuevas instalaciones en la costa de Rocha conllevarán una transformación revolucionaria para la economía del país.
“Este puerto va a cambiar rutas, itinerarios, los pesos de carga, y todo esto, sin duda, tendrá efectos positivos para Uruguay”, indicó el vicepresidente uruguaáyo [sic], Danilo Astori, a la agencia Associated Press. “No es que vaya a neutralizar la influencia argentina sobre Uruguay, pero en materia portuaria sí la va a cambiar por completo”, subrayó.» (http://actualidad.rt.com/economia/view/115853-brasil-construccion-puerto-uruguay Los resaltes con bastardillas y negrita son nuestros.)
Debate público
En los medios de prensa digitales, en la Internet, se han puesto
de moda los “foros de opinión y debate” de libre acceso con solamente la
atribución de seriedad y buena intención que otorgaría tener una cuenta en Facebook (!).
Con referencia al tema que nos ocupa, y cuando ingresamos a
RT en la mañana del primer día de 2014, ya habían expresado sus pareceres,
coincidentes, parecidos o enfrentados los lectores María Rosa, Jonathan
Fernández, Héctor Deparsia, Braian Dos Santos, Dns (?) Viera, Estela Gutiérrez,
Lvcemberg Matoso, Joaquín Maldonado, Ángelo Panebianco y Antunes Denilson.
Obviamente que el escaso número de opiniones recogidas no alcanza para hacer
una evaluación significativa, pero además ninguna profundiza en la cuestión ni
en conjunto legitiman o deslegitiman el proyecto portuario, aunque sí, en
algunos casos, lanzan improperios que no hacen bien a la buena vecindad.
Improperios que son “lugar común” en los mentados foros.
Víctor L. Bacchetta es uruguayo nacido en 1943 en
Montevideo, un muchacho ya con alguna experiencia, y periodista e intelectual
muy reconocido en su país e internacionalmente. Algunas de sus investigaciones
pueden encontrarse en el sitio Eco Portal Net, especialmente la que en su
título alude al tema http://www.ecoportal.net/Temas_Especiales/Contaminacion/Puerto_de_Aguas_Profundas_en_Uruguay
Atraso
La
Suramérica de este siglo XXI no es más la del XX y menos
todavía la del XIX. La rémora y el anquilosamiento en la visión de la política
son contrarios al desarrollo humano contemporáneo. Cuando el Gobierno argentino
limita los “embarques” en puertos uruguayos no está haciendo “proteccionismo”,
ni “guerra portuaria”, ni asumiendo como propio el conflicto entre las otrora
burguesías a occidente y oriente del gran estuario Del Plata, sino procurando
impedir la “triangulación” comercial internacional que elude o evade
obligaciones contributivas (especialmente del llamado “agro-negocio”). Hoy en
día pretender montar una economía sobre la base del contrabando como el de
cueros a principios del siglo XIX para catapultarse a la “modernidad”, no es
ingenuo. Ingenuo es creérselo en la base popular.
En Uruguay y Argentina, claro que sí, está aún vigente el
capitalismo, el ancien régime, ahora con muy fuerte impronta financiera,
bancaria y prestamista. No otra fue la fundamentación del Mercosur instituido en pleno auge del
neoliberalismo. Inclusive tal realidad no le quita méritos y desméritos
objetivos a los gobernantes y policlasistas Frente Amplio en Uruguay y Frente
por la Victoria
en Argentina, ni a José Mujica o Cristina Fernández de Kirchner. Ni uno bruto y
pobre ni la otra bruja, o el primero “pollerudo”.
Cierta prensa y ciertos “formadores de opinión”, como el tan
inefable como enfermo Jorge Lanata, han contaminado la capacidad de reflexión
popular que una minusválida intelectualidad no puede, no quiere o no sabe
reencausar. Así estamos. El diario La República,
por ejemplo, tuvo una deriva loca, justiciero para afuera y explotador con sus
trabajadores en la época de su ex dueño Federico Fasano, quien “trancado” por
las deudas transfirió la propiedad a connacionales suyos de Santiago del
Estero, ya empresarios en la época del gobierno de su clan Juárez.
Particularísimos “progresismos”, sin duda. Otros cantares son los multimedios
de pura cepa como los argentinos La Nación o Clarín, y los uruguayos El Observador y El País.
Como ya se sabe hay gente de distintas condiciones
en todas partes, sean incluso brasileños, uruguayos o argentinos, en sus países
de origen o dando vueltas por ahí.
Notas:
1 Inicialmente y hasta no hace mucho solamente
Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
2 Véase en este mismo sitio.
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