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sábado, 14 de julio de 2018

Economía argentina: fuga de ladrones | “No despega y no va a despegar”, redacción de Nuestra Propuesta*

Ilustración original de Nuestra Propuesta







Atravesado ya el primer semestre completo del año 2018 todas las metas económicas anunciadas por el gobierno para este año parecen haber estallado por los aires. ¿Impericia?, no, profundización del saqueo y el ajuste.



La economía se derrumba y la caída parece no tener fin: ¿hasta cuándo vamos a seguir publicando —y leyendo— que la actividad económica de las Pequeñas y Medianas Empresas está paralizada, que el déficit comercial continúa rompiendo récords, el endeudamiento en dólares es el mayor en nuestra historia y que la bicicleta financiera aumenta la presión de los intereses sobre las cuentas públicas?



El interrogante funciona a modo de introducción a las problemáticas de índole estructural que aquejan a la macroeconomía. Habría que incorporar a ellas aquellas que repercuten cotidianamente en la vida de los trabajadores y que no sólo son síntomas de la crisis, sino que, además, contribuyen a esta agudización de la situación: inflación, tarifazos, pérdida del poder adquisitivo del salario y caída del consumo.



Pero ¿síntomas de qué? Hay que volver a recordarlo porque la velocidad de los acontecimientos es tal que se corre el riesgo de que “la realidad” escamotee las causas de todos esos números e indicadores que dan cuenta de una economía en crisis: el rediseño económico-social basado en un cambio político-cultural que la derecha está llevando a cabo con el objetivo de consolidar y profundizar las desigualdades sociales en las que se fundó el Estado nacional.



Parece mucho y lo es. El proyecto político que en Argentina está implementando la derecha, con guía y vigilancia de Estados Unidos, tiene pretensiones históricas, por eso la voracidad del saqueo, la violencia y el rencor de clase con que se aplica. Los más de trescientos cincuenta despidos en la agencia de noticias nacional Télam es un gran ejemplo de ello.



Esta ofensiva conservadora es de carácter continental. Con matices, las derechas intentan coordinar acciones en América Latina para eliminar cualquier foco de resistencia a los intereses del capital internacional y el imperialismo. Dos ejemplos de las últimas horas confirman la querella: el pedido de prisión preventiva en Ecuador contra el ex presidente Rafael Correa y la persecución y matanza de dirigentes en Colombia que apoyaron la candidatura a la presidencia de Gustavo Petro.



El contexto general es necesario traerlo a colación para reconstruir la trama de intereses que explican el hambre, el desempleo, el aumento de la pobreza y la indigencia en Argentina.



De dónde venimos y a dónde vamos



En los últimos días la Fundación Germán Abdala1, a través de su Instituto de Trabajo y Economía (ITE), confirmó que la inflación del mes de junio pasado alcanzó, según un estudio propio, el 4 %. La devaluación es el principal factor que viene empujando el alza de precios que no baja del 2 % mensual desde febrero. En junio la tendencia se duplicó.



Los números del ITE coinciden con las estimaciones del Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la Escuela de Negocios de la Universidad Torcuato Di Tella, que calcula un incremento de precios esperado de treinta por ciento para los próximos doce meses, contrariamente a lo que estipula el Relevamiento de Expectativas del Banco Central que pronostica una suba total de 27,1 para el 2018.



Ya no sorprende que el Banco Central de Argentina admita una inflación de casi el treinta por ciento cuando la meta original era de 8 % a 12 %. Alcanza con recordar que 24 horas después de votado el presupuesto en el Congreso el gabinete económico convocó a una conferencia de prensa para anunciar que había “recalibrado” el pronóstico hasta 15 %. Un pequeño ajuste de cincuenta por ciento.



El mercado y las consultoras privadas, es decir, el grupo social de donde provienen los funcionarios del Gobierno, tampoco creen en los índices proyectados. Actores del establishment como Eco Go, C&T Asesores, Abeceb, y Orlando J. Ferreres & Asociados dan por sentado una inflación por encima de 30 % para 2018. En el primer semestre la inflación acumulada es de 15,9 %. La proyección indica que el techo rondará 32 %, pero con la “libre flotación del dólar”, la liberalización del precio de los combustibles y los tarifazos programados en base a un dólar a treinta –y no a veinte como fueron diseñados– indican que lo peor aún está por venir.



Por otro lado, el Gobierno presentó al Congreso un borrador del Presupuesto 2019 que prevé un crecimiento de apenas 2 %, una inflación de 17 %, y la libre flotación del dólar sin pronosticar un valor de referencia.



Recordemos que según el Presupuesto 2018 la inflación se iba a ubicar entre 8 % y 12 % –como se destacó en párrafo anterior–, al tiempo que el Producto Bruto Interno crecería 3,5 % y el precio del dólar se colocaría en 19,3 pesos. A poco más de seis meses de comenzado el año ni el más optimista de los oficialistas se atreve a defender esas cifras que resultan a todas luces disociadas de la realidad.



Fuga de ladrones



En este escenario el Gobierno inició un proceso de desactivación de las Lebac2 vía dólar. En concreto, ofrece a los inversores facilidades en las licitaciones de Letes3. Las licitaciones de los últimos días permitieron a los grupos inversores licitar Letes que se pueden canjear por Lebacs. Esto no es otra cosa que la consolidación en moneda extranjera de la deuda suscrita en pesos por el Estado con una tasa de interés de hasta 61 %. La rentabilidad de las nuevas Letes alcanzaría 4,5 %, lo que duplica a los plazos fijos en dólares. Mientras, los nuevos dólares que ingresan al país por el acuerdo con el FMI se utilizan para la fuga de capitales de los fondos de inversión y las empresas transnacionales.


Sólo en abril, y según datos proporcionados por el propio Banco Central, Argentina sufrió la mayor fuga de capitales desde la salida de la convertibilidad. En ese mes se fugaron al exterior 5.611 millones de dólares en movimientos del sector privado financiero y no financiero. El movimiento coincide con la crisis cambiaria habilitada por Sturzenegger y Caputo que provocó un alza del valor de la moneda yanqui de 20 a 25 pesos que favoreció a los bancos socios del gobierno, como el JP Morgan.



La magnitud del robo y el saqueo fue confirmada también por el Instituto de Finanzas internacionales (IIF)4 –asociación empresarial mundial de instituciones financieras– al confirmar que entre abril y mayo se fugaron del país más de siete mil millones de dólares.





Notas:

* El artículo que reproducimos fue publicado originalmente el pasado 7 de julio de 2018 en Nuestra Propuesta, diario de noticias del Partido Comunista Argentino. Se realizaron solamente unos pocos cambios de sintaxis y agregaron notas a pie de página para adecuarlo al estilo editorial del blog. G. E.



4 https://es.wikipedia.org/wiki/Instituto_de_Finanzas_Internacionales

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