En diciembre de 2015, ya instalado desde
el día 10 el gobierno colonial, alertamos y convocamos a la denuncia y la
resistencia. Fuimos precisos en la caracterización del momento. ¿Por qué fuimos
tan claros como no tenidos en cuenta, por qué tan solitarios en un páramo lleno
de gente? Vuélvanse a ver en Ansina es
las notas de ese mes y los subsiguientes… G.E.
Ansina es, blog
rioplatense nuestroamericano, revolucionario y populista –en su acepción más
certera y equivalente a “popularismo”, es decir, «Tendencia o aficción a lo popular en formas de vida, arte, literatura, etc.»–, tendrá modificadas desde ahora sus formas de acción en el contexto de
las intercomunicaciones cibernéticas, afirmándonos en la reflexión del poeta
que dio tantas letras a músicos, cantoras y cantores, Armando Tejada Gómez, al
decir que «Hay que dar vuelta el viento, como la taba, | El que no cambia todo,
no cambia nada»1.
Así, intervendremos solamente en una de las llamadas redes
sociales nada más que para anoticiar novedades, y proponemos desde ahora un contacto
de ida y vuelta con los lectores y la publicación de sus comentarios.
Estamos convencidos de que en la encrucijada
contemporánea en nuestros territorios paisanos de diseños geopolíticos dictados
por los colonizadores de ayer y de ahora, la sociedad realmente existente adopta
un pensamiento impropio, ajeno, prescripto por quienes dominan los medios
tecnológicos: desde la televisión de masas y hasta los omnipresentes teléfonos “inteligentes”
(Smartphone), fetiches estos que como objetos de adoración han superado toda
otra mercancía. Las “redes sociales” se configuran como una de las expresiones
más generalizadas de la enajenación contemporánea: hacen de la infelicidad
felicidad al facilitar el control hegemónico del gran hermano global.
Desde inicios de 2015 recurrimos a una de estas redes,
Twitter, para anunciar y difundir las actualizaciones o nuevas publicaciones de
Ansina es, e incluso ensayamos hasta
casi ayer mismo una suerte de “militancia” participando en la replicación,
comentario y hasta crítica de tuits. Fuimos, generalmente, hasta cordiales en
la confrontación. Hemos molestado, lo sabemos, a la suficiencia y vano orgullo
de la “Middle Class”, como llamamos a la capa social que ilusoriamente cree ser
una clase en sí. Nuestra última “acción” en Twitter fue para el día de la
llegada a Buenos Aires de Christine Lagarde, convocando a viandantes en
automóvil a manifestarse con una pegatina en la luneta trasera de los vehículos
con la leyenda “¡NO FMI!”.
Procuramos promover que si no se conseguían “stickers”
hechos pintaran la consigna sobre alguna película plástica autoadhesiva
confeccionando su propia pegatina. Eso hicimos nosotros y publicamos la
fotografía. El día que llegaba Lagarde debíamos viajar por cuestiones médicas a
la Ciudad de Buenos Aires desde el conurbano profundo en el que residimos.
Entre ida y vuelta, descontado el tiempo que insumió la consulta, yendo y
volviendo por una carretera provincial, la autopista Panamericana y luego
cruzando populosos barrios porteños como Saavedra, Villa Urquiza, Chacarita y Villa
Crespo a través de las avenidas Corrientes y Córdoba y esa rara geografía
social entre los enclaves de Once y Palermo, marchamos más de cuatro horas entre
miles de otros vehículos que no eran precisamente automáticos sino conducidos
por personas, mujeres y varones, probablemente la mayoría de ellas y ellos, sí,
automatizados, tanto quienes conducían como sus acompañantes (en motos, automóviles,
furgones, camiones u ómnibus del transporte colectivo).
Y en el balance de la experiencia, destaco, no hubo ni un
solo bocinazo solidario, ni un solo saludo franco o siquiera ese tan usual en
otras ocasiones pulgar enhiesto…
Hoy he retirado esa pegatina. Más adelante, probablemente,
instale otra leyenda en la luneta, de un tenor necesariamente duro para
interpelar al ocasional lector que vaya detrás. Quizá algo así: «Si Ud. se considera
“clase media”, lamento su triste suerte. Yo soy obrero, trabajador, tengo
conciencia de mi clase y de mí mismo, soy feliz».
Facebook y Twitter
Alguna vez, también, nos registramos en Facebook (el “Libro
de las caras”, de las fotos felices e infelices, del “muro” …), y no hemos
actuado en esa red más que para buscar a alguna persona de la que no teníamos
noticias. Cerraremos la aplicación definitivamente. A quienes han procurado
establecer contacto con nosotros les pedimos disculpas y les proponemos
suscribirse como lectores de Ansina es
y practicar una relación epistolar directa a través de la dirección de correo
electrónico que para el caso hemos ahora abierto: blogansinaes@gmail.com
Twitter será, de ahora en más y seguramente durante un
lapso no muy prolongado, solamente una “plataforma” de anuncios de
actualizaciones con nuevas notas y de reiteración de otras que no han perdido
actualidad.
¡Escríbanos, escríbenos!
Nosotros escribiremos…
Notas:
1 Armando Tejada Gómez, Triunfo agrario | http://www.quintetotiempo.com.ar/triunfoagrario.html
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