«Muchas
veces, al conversar sobre el macrismo –denominativo que surgió fácil, como
necesidad interna del lenguaje político–, convenimos que no alcanza con decir
derecha, nueva derecha, neoliberalismo o post-neoliberalismo y sus variantes,
incluso la inventada y algo ridícula expresión de “hijos de la pos verdad”. Por
cierto, la idea de que un movimiento político expresa a sectores
sociales y éstos a su vez a núcleos de interés empresarial, que remiten a
su última instancia capitalista, puede ser un análisis viable, siempre que se
sepan distinguir áreas específicas, singularidades de cada enlace de lo social
con lo político y con lo financiero, etc.»
Nota
completa en La Tecl@Eñe:
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