Declaración de la AAJ sobre la muerte del fiscal Nisman y la situación argentina
La Asociación Argentina de Juristas -Rama Nacional de la Asociación Americana
de Juristas, organización
no gubernamental con estatuto consultivo en la ONU- entre cuyos objetivos se
encuentran la lucha por
la autodeterminación de los pueblos, la promoción de los derechos humanos y su
efectiva vigencia, y
la defensa del estado democrático y social de derecho; expresa su profunda
preocupación por la súbita
aparición en nuestro país, de un conjunto de hechos típicos de los procesos de
desestabilización institucional.
Su característica enmarca a la perfección en la nueva metodología de los
llamados "golpes blandos",
contra los gobiernos que no se someten al dominio imperial y promueven la
integración regional de
América Latina y el Caribe, a través del Mercosur, la Unasur, la Celac y el
Alba, para enfrentarlo.
Se trata de construir en el imaginario social la imputación de responsabilidad
en hechos repudiables,
de la Presidenta de la República, sus funcionarios de mayor jerarquía, y de los
sectores del partido de
gobierno más avanzados en su discurso. Los encargados de ejecutar el plan son
los medios de comunicación
hegemónicos, un sector predominante del aparato de la administración de
justicia y políticos de
oposición ávidos de sacar ventaja para la próxima contienda electoral.
Todos esos elementos se verifican en este momento, con el agregado de la
inescrupulosa intención -expuesta abierta o sibilinamente- de responsabilizar
al gobierno de la lamentable muerte del Fiscal
Nisman. La imputación a la Presidenta y al canciller Timerman del
propósito de levantar el alerta roja de
Interpol sobre los acusados iraníes está desmentida abrumadoramente con
las declaraciones del Secretario
Ejecutivo de Interpol, y, sobre todo, con el propio memorándum firmado con Irán
y los hechos
posteriores al mismo. No hay delito de encubrimiento, ni siquiera en grado de
tentativa. Nisman no podía
ignorarlo. Ello explica que se fuera de vacaciones a Europa, teniendo en su
poder las escuchas telefónicas,
la única base de su denuncia. Su precipitado regreso debe responder a alguna
convocatoria, que no
pudiese desobedecer. No cabe duda alguna que su muerte, sea suicidio o
asesinato, está entrelazada
con su “denuncia”, y le otorga el dramatismo necesario para diluir la falta de
sustento fáctico y
jurídico de esa presentación -que incluso genera dudas sobre su autoría- y en
cualquier caso no ameritaba
ninguna urgencia. Probablemente determinó su propio destino, porque si la
denuncia se desinflaba, la
existencia de Nisman resultaba un estorbo para los planes de sus “amigos”
desplazados de la
Secretaria de Inteligencia, y sus conexiones con otros servicios extranjeros,
con los cuales está plenamente
acreditado tenía una estrecha relación de años, y consideraron que el clima
internacional generado por
el atentado terrorista de París, era el momento adecuado para esa denuncia.
Para comprender más cabalmente la situación es preciso señalar otros
elementos producidos en los días
previos a la denuncia de Nisman:
1. la actuación de la cúpula de la Asociación de Magistrados y
Funcionarios de la Justicia Nacional,
como punta de lanza de la campaña desestabilizante, que interpuso un
amparo para invalidar la correcta
designación efectuada por la Procuradora General de la Nación, de 16
fiscales, para cumplir con la ley
que modificó el Código Procesal Penal.
2. la denuncia penal infundada, de dos ignotas ONGs contra la Presidenta
de la Nación por los acuerdos firmados con China, cuyo único propósito es generar una efímera
publicidad, contributiva a la generación del clima antigubernamental.
Y en los días posteriores aparece una denuncia del Fiscal Germán Moldes,
en la que involucra en encubrimiento
de un presunto delito de lavado, a la Presidenta y al Director de la AFIP, y un comunicado firmado por el
Presidente de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, Ricardo Recondo, afirmando
que "el contexto de extrema tensión y hostilidad que
algunos legisladores
oficialistas y funcionarios del Poder Ejecutivo Nacional han generado en
derredor de la investigación
del fiscal, resulta repugnante al respeto y sometimiento a la
labor de la justicia que debe observar cualquier persona y, más aun, los funcionarios públicos" … “la
muerte del fiscal Nisman resulta en sí un hecho portador de extrema gravedad
institucional, cuyas implicancias -que se proyectan en el ámbito
internacional- requieren el pronto y eficiente esclarecimiento de
su desaparición
física".
La “proyección internacional”, o más bien, la conjura internacional, y
desde donde se dirige,
se expresa claramente a través de editoriales de los medios de prensa de EEUU.
El más medido New
York Times, hace un llamado para que se instituya una
"investigación internacional" a
cargo de juristas sobre el atentado de la AMIA, a la vez que llama la
atención sobre la "sospechosa
muerte" del fiscal Alberto Nisman”. El conservador The Washington Times dice que EE.UU. y Europa deben sancionar al país
por el "asesinato de Alberto Nisman", "La
Argentina ha sufrido un proceso de chavización bajo la presidencia de Kirchner y se está
convirtiendo en un régimen autoritario” , afirma que “Nisman tenía fuertes conexiones en
los Estados Unidos… fue un héroe, un
hombre de gran valor en un país donde reina la impunidad" , y
reclama que “las naciones occidentales deben sancionar y aislar a los
líderes argentinos" … “Los Estados Unidos deben suspender las
visas a los miembros
del gobierno argentino (así como otros gobiernos de América Latina,
principalmente de países del
ALBA y Brasil) y sus instituciones de seguridad como un medio para ejercer
presión sobre el gobierno
argentino" .
Una lectura sistemática de los grandes medios de prensa no deja dudas
sobre el riesgo para la democracia y
sus instituciones que afrontamos. A mero título ejemplificativo veamos la nota
de Rogelio Alaniz, del
día de la fecha en la pág. 33 del diario “La Nación”, bajo el título “Del
crimen político al Estado mafioso” , en tipo de letra del mayor tamaño
de ese medio, con subtítulos del tipo “Este gobierno no sólo no ha controlado a sus perros, sino que les ha enseñado
a morder”, y en un texto que imputa directamente al gobierno del asesinato de Nisman, comparando a la
Presidenta argentina, con Anastasio
Somoza y Benito Musolini. Y termina con un llamado:
“Algo debemos hacer como ciudadanos, antes que a la indignación que hoy nos domina le suceda el
miedo paralizante y antes que la hora de la democracia sea desplazada por el
tiempo de los gangsters”.
Por tanto, la Asociación Argentina de
Juristas, reclama:
1. una profunda investigación de la muerte del fiscal Nisman, y agotar
los esfuerzos para encauzar la investigación del atentado a la AMIA, y el juicio y castigo para los
responsables materiales y/o intelectuales del atentado a la AMIA, de su encubrimiento y del desvío
de la causa.
2. terminar con el manejo y condicionamiento de jueces y fiscales por el
Servicio de Inteligencia, eliminar los
reductos y las prácticas mafiosas, determinar y denunciarse de cara a la sociedad a qué intereses responden esos
"grupos” y quienes lo integran, y sobre todo, esencialmente, impedir
que en el desempeño de sus funcionarios, la
Secretaria de Inteligencia del Estado se encuentre subordinada a servicios de
inteligencia de otros países, convirtiendo el terreno de nuestra seguridad
interior, en el campo de batalla de los intereses de potencias extranjeras,
poniendo en zozobra la vida y la
tranquilidad de todos quienes habitamos el suelo argentino, y violando
el principio de soberanía, base sobre la cual se sustentan los derechos civiles, políticos,
económicos, sociales y culturales de
todos los pueblos. Debe investigarse, apartarse y juzgarse hasta el
último eslabón de estos enclaves
mercenarios al servicio de oscuros intereses extranjeros.
En esta tarea deben estar comprometidos los tres poderes del Estado,
conjuntamente con todos los actores políticos, institucionales y sociales, que
deben definirse, anteponiendo los intereses nacionales a cualquier rédito
partidario; para que nunca más pretenda definirse los destinos de nuestro país
mediante asesinatos y operaciones que alteran la convivencia de nuestro pueblo,
y su aspiración del respeto pleno de su voluntad popular, expresada a través de
elecciones libres y democráticas.
Eugenio Raul Zaffaroni - Presidente AAJ,
Rama Argentina de la Asociación Americana de Juristas
Claudia V. Rocca -Vicepresidenta AAJ, Rama Argentina de la Asociación Americana de
Juristas
Maria G. de Diaz De Guijarro -
Secretaria General AAJ, Rama Argentina de la Asociación Americana de Juristas
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 24 de
enero de 2015
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