Rosario, importante ciudad de la Provincia de Santa Fe,
en Argentina, afirma la
Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA)*, “vive una
situación crítica debido a la agudización de la violencia social y política a
partir de la consolidación del narcotráfico que tiene estrechos vínculos con el
poder político, policial, judicial y económico”. “Enredando las mañanas” es un
programa de audio que la RNMA
distribuye y se difunde en radioemisoras alternativas argentinas. A
continuación la transcripción de una entrevista realizada al periodista,
escritor y docente universitario rosarino Carlos del Frade, a quién
“Enredando…” consultó sobre los operativos en aquella ciudad coordinados entre
los gobiernos de la Nación
y de la Provincia
de Santa Fe, en los que participan tres mil agentes de la Gendarmería y la Prefectura nacionales y
de la Policía Federal,
asociados al efecto con policías santafecinos. G. E.
Carlos del Frade, ¿cuál es tu análisis del “Plan para pacificar la ciudad”, como tituló el diario Pagina/12?
Lo primero que hay que decir es que es difícil encontrar la paz de la boca del fusil de un gendarme; lo segundo es que si el planteo es la ocupación territorial de los barrios con gendarmes, prefectos y policías federales, como si fueran ángeles incorruptibles y no tuvieran nada que ver con el narcotráfico, es más difícil aún de creer; y, en tercer lugar, si esto no se complementa con apertura de escuelas, con trabajo, deporte y alegría los pibes seguirán siendo consumidores consumidos y terminaran de nuevo en la dialéctica feroz del narcotráfico, donde terminan siendo soldaditos inmolados en el altar del “dios dinero”, que es el más perverso de los dioses y está detrás del narcotráfico.
¿Por qué la respuesta desde el Estado sigue siendo más policía?
Porque es lo que impone el verdadero patrón del mal: el Imperio, EE. UU. El 6 de enero de este año el cuestionadísimo general César Milani, jefe del Ejército, anunció la compra de 35 camionetas Hummer al Comando Sur del ejército norteamericano. Dos semanas después el gobernador de Santa Fe, Antonio Bonfatti, y el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, fueron a EE. UU. a recibir instrucciones sobre qué tenía que hacerse con el narcotráfico, y después aparecieron instructores de la DEA y el FBI dando cursos para la Policía de la provincia. En febrero el que viajó a EE. UU. fue Berni. Hoy en día están llegando emisarios de la DEA y el FBI para darle cursos a la policía de Mendoza; y De La Sota viajó a EE. UU. para lo mismo. Ahora están de acuerdo y le llaman [a los operativos] “coordinación del Gobierno nacional y el Gobierno de la provincia”. Para hacer esto, que es una política de ocupación de los barrios, que en un primer momento le genera tranquilidad a la gente que estaba desbordada por los hechos de violencia y claramente eso es lo que se lee, y por eso salen a festejar Bonfatti y Berni. Pero no me quieran hacer creer que esta no es la misma receta que se aplicó en Colombia, en México y en Brasil, y que los resultados fueron más narcotráfico y más muertes de pibes. Así, estamos lejos de generar salidas pacíficas o con justicia social si lo único que tienen como presencia son los fusiles de gendarmes, prefectos y policía federal. Esto es un verso perverso.
¿Cuál es tu análisis de la relación entre la especulación inmobiliaria, el narcotráfico y la soja?
Yo creo que eso es lo que le da la particularidad al Gran Rosario. Como éste es el lugar por donde pasa la mayor cantidad de dinero de la Argentina, porque 70 % de la exportación de cereales está acá, y al pasar el flujo de dinero más grande en volumen dentro de ese flujo enorme esta el flujo del dinero ilegal. No entender eso es no entender que la naturaleza del narcotráfico es la actual etapa de acumulación ilegal de dinero fresco y transparente que tiene el sistema capitalista, porque el narcotráfico es una etapa actual del capitalismo, a lo que se le agrega, en nuestros países periféricos y dependientes, esa imposición de la receta de Ronald Regan de julio de 1988 que no es más que la “etapa superior” del Imperialismo. Ahora, tratar de esconder esto para vivir en la dictadura del presente que supone que los vecinos de Rosario están mas tranquilos, me parece bien, pero eso dura poco. Qué le vamos a dar a lo que encontraron el otro día, cuando los integrantes de las fuerzas de seguridad decían: “Acá está vendiendo droga una mujer embarazada de nueve meses, que necesita atención médica”. Esa mujer, que está a punto de parir, trabaja para el narco porque, además, cree que de esa manera le va a dar un futuro al hijo que esta por nacer. Esta profundidad cultural, que supone lo que encontraron el otro día, no se corrige con las balas de la gendarmería, con la presencia de los distintos autos artillados, esto tiene que ver con otra cuestión, y algún día habrá que entenderlo porque ya pasó en Colombia, en México y esta pasando en Brasil.
¿La presencia policial es un guiño hacia los sectores medios?
Sí, porque es lo que responde a las encuestas. ¿Por qué estaban contentos Bonfatti y Berni el otro día? Porque sabían desde el vamos que la presencia de tipos armados como si fueran rambos en los barrios es lo que necesita cierto sector de nuestra sociedad que cree que la seguridad es una cuestión de tipos locos, enardecidos, que cometen crímenes porque se les da la gana, y no porque crean que ésta es una cuestión de “injusticia social”. Y se responde a esas encuestas, claramente es un guiño político, y por eso festejaron los dos.
¿Hasta qué punto este tipo de medidas, que se presentan en los medios hegemónicos como un combate al narcotráfico, no hacen más que garantizar su continuidad?
En realidad lo que hay es una especie de reorganización de los bandos dominantes de la guita que genera el narcotráfico. Porque eso es lo que pasó en Colombia, lo que pasó en Brasil y lo que pasó en México. Ahora mucha gente se enteró de la existencia en Colombia (en la época de Pablo Escobar) de dos carteles: el de Cali y el de Medellín, a través de la serie “El patrón del mal”, aunque yo creo que el verdadero patrón del mal es EE. UU. Hoy en Colombia hay 242 carteles, y cuando bajó el número de homicidios tenemos desaparecidos. Hoy en Brasil, a días del Mundial, la “Unidad Pacificadora Policial” –y prestémosle atención a este nombre porque nos reenvía al titular de Pagina/12–, bajó el número de homicidios denunciados pero subió el de desaparecidos en el Brasil de los gobiernos populares de Lula y de Dilma. Entonces estas cosas hay que decirlas, aunque sea en soledad y poniéndonos a mucha gente en contra, gente trabajadora, honesta, que piensa que efectivamente la seguridad es hija directa de la presencia represiva. Hay que decirlas porque esto ha pasado en la historia reciente de nuestro barrio cósmico que es América del Sur. Así caigamos antipáticos, hay que decirlo porque no podemos ser cómplices de estas miradas mezquinas desde lo político que, insisto, con la dictadura del presente saben que con esto tiran hasta fin de junio.
¿Cuál es la situación de la educación, la salud, el trabajo, la cultura, en la ciudad del gobierno “progresista”?
El último informe de la propia producción [del Gobierno] socialista del Instituto Provincial de Estadísticas y Censo, del año 2011, que hacía un desagregado de la cuestión educativa, señalaba que 8 de cada 10 chicos y chicas no terminan la educación secundaria en los barrios populares del Gran Rosario y del Gran Santa Fe. ¿Qué hacen esas chicas y chicos que a partir de los 14 años no tienen educación, no tienen trabajo, no tienen deporte y no tienen acceso a la cultura? ¿Qué hacen?
¿La dominación cultural también hace que la cuestión del narco se banalice un poco?
Es un fenómeno mediático, es un fenómeno televisivo y es un fenómeno de series de TV. Por eso las crónicas que más se han difundido en estos días –con excelentes periodistas que vinieron desde Buenos Aires, como Mauro Federico–, cuentan detalles del operativo que claramente son muy interesantes. Pero detrás de esos detalles, que forman parte de la nueva novela latinoamericana, aparecen los intereses concretos y algún día tendremos que hablar en serio. Hay armas y hay droga porque son la tercera y cuarta fuente de ingreso que tiene el sistema capitalista internacional, por eso tenemos tantas armas al alcance de los pibes y tenemos tanta droga cerca de cualquier persona de cualquier edad. Porque es el negocio del sistema, y los que no lo quieren ver y tienen la suficiente información para verlo terminan siendo cómplices, y en esto hay autoridades nacionales, provinciales y municipales.
Te agradecemos este contacto con “Enredando las mañanas”.
Para mí es un privilegio que me den un lugar para expresar esto, en Rosario nadie nos ha publicado y eso me da mucha tristeza. Y también me da mucha tristeza ver en mi ciudad, donde hace cincuenta y un años que nací, que todas las noches haya un helicóptero dando vueltas, y que haya mucha gente que crea que con un tipo disfrazado de rambo vamos a tener un futuro mejor… no lo puedo entender.
Nota:
* Red Nacional de Medios Alternativos, 15 de abril de 2014, http://rnma.org.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario