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sábado, 20 de junio de 2015

Tsipras, primer ministro griego: «Estoy aquí porque la Unión Europea ya no es el centro del mundo»



“Putin se reúne con Tsipras y le ofrece salvar a Grecia de la ruina si abandona la eurozona”,

por Enrique Montachez




Artículo publicado originalmente en mil.21.es
el sábado 20 de junio de 2015, hora de España 18:37
 


El líder ruso, Vladimir Putin, ha ofrecido al primer ministro griego, Alexis Tsipras, toda la ayuda y dinero necesario para evitar el colapso económico de Grecia si en los próximos días abandona la Eurozona. La oferta ha sido realizada en la reunión que ambos dirigentes mantuvieron el viernes (19 de junio) en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo.

La filtración de que Putin había llegado a un acuerdo secreto con Tsipras ha corrido como la pólvora entre los negociadores del Eurogrupo de Bruselas, que tratan de impedir el abandono griego de la moneda única en la reunión extraordinaria fijada para este lunes (22 junio).

Atenas, por su parte, ha echado más leña al fuego al reconocer que Tsipras negoció en San Petersburgo alternativas de financiación. Este foro es el evento económico más importante de Rusia y ha reunido a más de 5.000 empresarios, muchos de ellos europeos a pesar de las sanciones de la UE y Estados Unidos.

El dirigente de Syriza –coalición de izquierda que gobierna Grecia– ha regresado a la capital griega sin desvelar el contenido de su entrevista con Putin, pero lanzó una elocuente frase en la ciudad rusa: «Estoy aquí porque la UE ya no es el centro del mundo».

Lo único que ha trascendido del encuentro es la invitación de Putin para que Grecia se integre en los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), integrado por las potencias económicas emergentes.

Los BRICS y los países que se están sumando a la iniciativa se refuerzan, cada día que pasa, como alternativa al sistema financiero mundial tutelado por Estados Unidos a través del FMI y el Banco Central, entre otras instituciones.

En el caso de consumarse, la salida griega del euro supondría una derrota sin paliativos para la Unión Europea y Estados Unidos, y serviría en bandeja a Putin una gran victoria en pleno conflicto de Ucrania.

El Comité de auditoría de la deuda griega mostraba este fin de semana su pesimismo, al señalar que la situación entre Bruselas y Atenas es «irresoluble por mucha voluntad que haya a última hora» y reconocía que «la eurozona es un desastre por sus contradicciones internas».

El Comité se formó en abril a iniciativa del Parlamento griego y está dirigido por el politólogo Eric Toussaint, portavoz del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo. Está formado por 30 miembros (15 griegos y 15 expertos internacionales) y pasa por ser independiente.

Cambio de Gobierno

En los últimos días la fuga de capitales en Grecia ha superado los 4.000 millones de euros, según la prensa griega, y los bancos helenos pidieron el viernes 3.500 millones de euros para poder abrir sus puertas el lunes.

Ante el efecto dominó que se generaría en la banca europea si el lunes se colapsa la economía griega, el Banco Central Europeo anunció un crédito de urgencia de 84.000 millones para tranquilizar a los mercados y Bolsas europeas en su apertura del lunes.

Entre los servicios de inteligencia europeos circula la tesis de que para evitar que Grecia abandone la Eurozona, el Banco Central Europeo continuaría prestando dinero con cuentagotas a los bancos griegos hasta que la situación se torne insostenible y caiga el Gobierno Tsipras.

Como argumento se maneja que 10.000 o 20.000 millones más de euros a fondo perdido son calderilla para salvar la Eurozona y parar los pies a Putin, si ello garantiza la permanencia de Grecia en la moneda única y una nueva convocatoria de elecciones generales.

Grecia se incorpora al Turk Stream

Una idea de la buena sintonía entre Tsipras y Putin ha sido la firma el viernes de los ministros de Energía de Grecia y Rusia, Panayotis Lafazanis y Aleksandr Nóvak, del acuerdo para prolongar hasta Grecia el gasoducto Turkish Stream, destinado a llevar el gas ruso a Turquía.

Esta decisión, aparte de representar una inyección cercana a los 5.000 millones de euros para la economía griega, supone un claro alineamiento de Atenas con Moscú en el siempre “sensible” campo de los suministros energéticos.

Bruselas trata de obstaculizar cualquier fórmula que deje a Ucrania fuera del tránsito del gas ruso a Europa. De ahí que Moscú quiera terminar con esa servidumbre mediante el Turk Stream que debe estar operativo en 2019, fecha en la que finaliza el contrato de Gazprom con las autoridades de Kiev. El vicepresidente de la gasista rusa, Alexandr Medvédev, afirmó recientemente que no lo renovarían bajo ningún concepto.

Es evidente que cada país utiliza en su beneficio las armas de presión a su alcance. Kiev presiona a Rusia con cortes del gas que atraviesa su territorio y retrasa el pago del gas que consumen sus ciudadanos. Y Moscú idea rutas alternativas como el Turk Stream.

Gazprom y la empresa estatal turca Botas acordaron, en diciembre de 2014, la construcción de este gasoducto. El proyecto prevé instalar en la frontera con Grecia un depósito de gas de 47.000 millones de metros cúbicos para los consumidores del sur de Europa.

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