El incesto in extremis: como si en situación límite y sin herederos ni
compañeros de cruza hubiera que echar cuerpo al incesto para detener la
desaparición del clan. Después, el riesgo de la parición infortunada, del
monstruo y, lo que es peor, el inevitable y tumultuoso hablar popular terminará
por hacer sucumbir esos devaneos de eternidad.
No hace mucho, quizá ya una generación, o generación y
media, algo menos de media centuria –lo precisarán mejor los sociólogos–, al
calor del veloz cálculo digitalizado se envalentonó el recurso estadístico como
herramienta de manipulación de voluntades tras el éxito de ventas del merchandising.
En el terreno electoral argentino de estos días, como antes
en Chile, Brasil o Uruguay, tres sociedades con las que nos emparentamos en
vicisitudes, las operaciones mediáticas con “sondeos”, encuestas, estadísticas
y “mediciones” han procurado conformar voluntades “de consuno” y de “consumo”:
es decir, meternos a todos en una gran barata…
Que si fulano mide tanto, más que perengana, pero asociado a
mengano mide…
¿Cuánto mide la candidata carismática?, ¿ciento quince,
ciento diez y ciento veinticinco?... Mmmm… pasadita de peso… Pero no, nadie
puede “medir” más de “una única” medida y más de un hipotético y absoluto “100
%”, no es como en el caso de aquella vecina que se quemó al derramarse el agua
“que hervía a más de cien grados”.
Reivindicamos la política de ideas y de acción, de discurso
y de brocha en el paredón, de pegatina, de militancia. Reivindicamos la lucha
en campo abierto. Rechazamos a los tecnócratas fieles al mejor pagador,
rechazamos el equívoco, aceptamos el debate.
Caos en la red…
El portal digital fundado en 2002 por Daniel Hadad, InfoBAE, con fecha 31 de diciembre de
1969 publica: http://www.infobae.com/1969/12/31/1615535-la-rosada-mide-berni-y-ya-lo-piensa-ir-la-provincia-buenos-aires,
resulta paradigmático hasta en el manejo de tiempos y épocas (si empleamos la
expresión de moda que, precisamente, menoscaba los paradigmas). Refiere el
portal datado –o fechado, como se ha escrito–, que Sergio Berni –un ex militar
en funciones ahora en la Secretaría de Seguridad de la Nación– estaría siendo
medido por Cristina Fernández de Kirchner con el objeto de impulsarlo a una
candidatura, como otros lo hacen “midiendo” a la macrista María Eugenia Vidal,
al volátil Martín Insaurralde y hasta a Diego Bossio, titular de la
Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES).
Berni en 1969 tenía apenas siete años ¿cuánto podría medir?,
la Vidal todavía entonces esperaría cuatro años para nacer, Insaurralde podría
quizá estar siendo gestado, y Diego Bossio aún tendría por delante un decenio
antes de parpadear de cara a luces y sombras. Con mi querida compañera, por la
época, retozábamos pergeñando a nuestra primogénita que ya cumplió cuarenta y
cinco.
Las medidas las tomaba en Argentina, por 1969, un general
dictador de rostro inescrutable, Juan Carlos Onganía, hasta que Agustín Tosco, René
Salamanca y Raimundo Ongaro mandaron parar1 (ningún parecido con los
Moyano, Barrionuevo y asociados, como Micheli)2.
La “gestión”, la “gerencia” de la res publica, se ha convertido en un colorido remate. Un caos no
sólo en la red… no es esta mercantilización cosa de locos sino de crápulas. Hay
que desandar algunos diseños conceptuales de la política bien intencionada
porque está cargada de dislates economo-consumistas: la “clasemediación” de las
masas trabajadoras y modestas (“de los pobres”, como también propone Elisa
Carrió) es, sino asesinato, suicidio.
Error garrafal,
¿filósofo, o filoso?
El domingo pasado en la Provincia de Santa Fe, entrada la
noche, mientras no se hallaba otra solución que postergar la definición del
resultado electoral mediante un riguroso conteo del contenido de las urnas en
esta semana que cursa o quizá también durante la que le siga, Miguel Lifschitz
–candidato a Gobernador y ex intendente de Rosario de la agrupación que dirige
Hermes Binner– aludió a Miguel Del Sel (candidato de Mauricio Macri) diciendo
que él había cuestionado «su falta de experiencia, su trayectoria o sus dichos
por temas de la mujer y los trabajadores [dado que] una cosa es ser un artista
y otra un político». Lifschitz: por favor, Del Sel no es artista, es sólo un
comediante alguito grosero. Si usted cree que es artista también entonces
creerá que Mauricio Macri es filósofo.
Notas:
1 Tres dirigentes obreros, clasistas los dos primeros y
el tercero cabeza de la CGT de los Argentinos, en el año del Cordobazo, en la
Córdoba argentina, mediterránea e industrial.
2 Quienes últimamente han gestado paros del transporte
ligados a los capitanes de la oposición macri-massista.
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