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martes, 25 de junio de 2013

Brutes and Mafioso’s & Co.



Los capitalistas son así, sin contradicciones, lineales, predecibles, seguros de sí mismos y de todos nosotros. Así, John Kerry –bonito nombre para un rufián–, secretario de Estado de EE. UU., ha advertido a China y Rusia de las posibles consecuencias negativas por la actitud de ambos países de no entregarles preso a Edward Snowden, quien reveló los atropellos “secretos” del Gobierno de ese país contra sus propios ciudadanos. ¡¿Qué advertirán a Ecuador?!

Acusa Kerry de Obama a Snowden, lo acusa de traidor a los intereses que el Gobierno de ellos encarna y defiende; es decir lo acusa de solidaridad con las personas dignas y de buena voluntad. A los rufianes, todavía más a los que tienen bonitos nombres, hay que recordarlo, no les gustan esas personas (las dignas y de buena voluntad).

Hoy tuve que explicarle durante media hora a través del teléfono a un trabajador del servicio de conexión a Internet, que cuando van a realizar tareas de mantenimiento sean estas programadas o no pero que interrumpirán el servicio deben previamente avisar a los usuarios. Le expliqué que no todos los que usan la Internet miran páginas porno, compran entradas para los cinematógrafos o más sencillo “bajan” películas . Que muchos, como yo, trabajamos. Que yo lo hago con textos (soy, le expliqué, corrector de estilo editorial) y recurrimos constantemente a consultas en diccionarios y otras fuentes bibliográficas, y que ese aviso no nos dejaría inútiles durante dos o tres horas, como una vez más ha pasado hoy. Le expliqué que hubiera podido, en vez de esperar y desesperar, resolver lavar algún piso, pintar una puerta o pasear a nuestra perra. Le expliqué que para ellos sería fácil porque utilizarían las propias redes de la empresa para avisar de esos cortes de servicio mediante correos electrónicos a todos sus usuarios, que no deben ser más de una decena de miles. Le sugerí que de todo esto hablara con su jefe. Le dije que yo era consciente de que él era solamente un trabajador, a quien le agradaba que lo tratásemos bien, con respeto, y que por eso a la vez él nos debía tratar así, aunque a los “dueños” del negocio sabiéndose monopólicos en esta área geográfica les importara un rábano de todos nosotros, los “clientes”, mientras paguemos, mientras paguemos, mientras paguemos…

Es lamentable, estos “dueños” se han “adueñado” de una “cooperativa telefónica” y no les importa enseñar buenas maneras a sus “dependientes”, como algunos patrones llaman a los empleados, porque ellos las buenas maneras las emplean solamente con los que en la escala jerárquica están sobre sus cabezas. Cooperativa telefónica: bonito nombre para disimular… Los capitalistas son así.

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