El
autor es venezolano, hijo de Afif Tajeldine, inmigrante de nacionalidad libia
que arribó al país suramericano hace más de cuarenta años. Basem es un
intelectual marxista, analista político, autor de numerosos artículos y miembro
del Partido Socialista Unificado de Venezuela. Sus opiniones críticas sobre el
papel de la derecha israelí en el contexto político y social de Medio Oriente
le han valido tan irrespetuosas como torpes diatribas de pequeños grupos
aparentemente confesionales sin raigambre en las amplias colectividades
nacionales latinoamericanas de origen o inclusive práctica religiosa judía, grupos
estos enquistados en variadas asociaciones civiles, algunas con nombres judíos,
pero que en realidad operan como aparatos de presión política y lobby en favor
de negocios y políticas antipopulares, como actualmente sucede en Argentina.
En
el presente momento cuando tres gobiernos suramericanos, dos de ellos muy
cuestionados por la sociedad de sus países, cuestionan a Venezuela para ejercer
la presidencia pro témpore del mercosur,
y ponen en crisis a este organismo con el evidente objetivo de desmembrar la
unidad de los pueblos latinoamericanos y caribeños, es muy oportuno iniciar en ¡Ansina es!... la publicación de los
textos de Tajeldine. Así también invitamos a nuestros lectores a sumarse a quienes
siguen el propio blog del autor, en el que el presente artículo fue publicado
originalmente, hoy mismo, 4 de agosto, con el título “‘Crisis Humanitaria’ en
Venezuela: el recurso perfecto de las hienas imperiales para legitimar una intervención
también ‘humanitaria’” / http://www.basemtajeldine.blogspot.com
G.E.
Varios medios internacionales, la oligarquía criolla y el propio
Secretario General del Ministerio de las Colonias Estadounidenses, la OEA,
destacan que en Venezuela existe una “crisis humanitaria”, por lo que hacen un
llamado a su Gobierno para permitir abrir un corredor humanitario para
“atender” las necesidades alimentarias del pueblo.
¿Realmente existe en Venezuela una crisis “humanitaria”? ¿Qué pretenden
con esto?
Si bien no existe una definición clara sobre ese término se puede decir
que refiere a una situación de grave emergencia, de hambruna o falta de
asistencia sanitaria (medicamentos) por la que atraviesa un pueblo dadas
diferentes causas, y cuando sus propias instituciones se muestran incapaces de
resolverla, por lo que se ven necesitados de ayuda extranjera.
Las causas pueden ser múltiples. Naturales como terremotos, maremotos,
huracanes o como consecuencia de una guerra civil (por los antagonismos
étnicos-culturales-religiosos y de clase) o de invasión extrajera.
Venezuela atraviesa una crisis derivada de su economía rentista
petrolera dependiente. No sufre de conflictos mayores como sucede a pueblos de
África y Asia que sí necesitan de la solidaridad del mundo. Sin embargo, el
recurso de plantear “crisis humanitarias” ha cobrado atractivo en el lenguaje
diplomático y mediático de las transnacionales al servicio de los poderes
hegemónicos, que así pretenden justificar una intervención “benévola” para
asegurarse un botín de guerra.
Desde la caída de la URSS las “crisis humanitarias” han sido parte del
repertorio propagandístico de guerra no-convencional por excelencia que
sustituyó a la supuesta “amenaza comunista”, y cuyo propósito es dañar la
imagen de los Gobiernos y pueblos que se insubordinan frente al gran capital
para, de esta forma, sugestionar a la opinión pública mundial antes de proceder
a emprender una intervención militar catalogada también de “humanitaria”.
El uso y abuso de este recurso argumentativo se basa en verdades o
medias verdades que son magnificadas o marginalizadas, de acuerdo al interés
político de los responsables, siempre buscando ocultar las causas principales
que llevaron a esa situación con la clara intención, aunque oculta, de permitir
así legitimar sus propósitos.
La historia reciente nos ofrece algunos hechos de supuestas “crisis
humanitarias” que fueron promocionados por los medios occidentales para
legitimar intervenciones militares y hechos auténticos de crisis humanitarias
que han sido ignorados por los mismos.
Veamos:
• El pueblo palestino padece una real crisis
humanitaria, un verdadero genocidio desde la creación de la entidad sionista de
Israel en 1948, valga decir, país aliado de Estados Unidos. Sin embargo, la
política sionista de limpieza étnica contra el pueblo originario de palestina
(de confesión musulmana y cristiana) sigue siendo ignorada por occidente.
• Libia, Siria e Irak sufren de una real crisis
humanitaria desde el inicio de la operación de intervención de la OTAN que fue
bautizada como “Primavera árabe”. Los países de la OTAN han venido apoyando a
grupos terroristas que provocan daños irreparables en aquellas sociedades. La
primera guerra del golfo, en 1991, y la posterior invasión estadounidense de
Irak en 2003, hasta la fecha, destruyó la infraestructura civil iraquí y
desmembró a esa sociedad.
Anticipadamente a todo ello los medios occidentales manipularon a la
opinión pública mundial diciendo que los Gobiernos de Libia y Siria violaban
los derechos humanos de sus pueblos y que, por tanto, existía una “crisis
humanitaria” que debía ser atendida para proteger a esas sociedades.
En Libia, Siria e Irak se crearon “corredores humanitarios” que en
realidad sirvieron para armar a grupos terroristas y construir bases militares
estadounidenses. Hoy la cifra de muertos más conservadora, sumando desde 1991
hasta lo que se lleva cursado de 2016, en los tres países mencionados,
sobrepasa la cifra de 2.500.000 de personas.
Otros casos:
• En Yemen, tras la agresión saudita apoyada por
Estados Unidos se han producido miles de muertes, hambre y falta de atención
sanitaria de manera tan alarmantes que ello ha sido reconocido incluso por la Organización
de las Naciones Unidas.
¿Por qué Estados Unidos y sus medios transnacionales no señalan estos
casos como “crisis humanitaria”?
• El drama de los refugiados en Europa, donde diez mil
niños han desaparecido, tampoco es reconocido como “crisis humanitaria”
• Seis millones de desplazados internos en Colombia –cifra
reconocida por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Refugiados (ACNUR)– y la muerte por inanición de niños indígena en ese país tampoco
se catalogan como “crisis humanitaria”.
Pero si vamos a hablar realmente de crisis humanitaria quizás algunos
puedan asombrarse al descubrir que en el propio interior de la meca del
capitalismo, Estados Unidos, el país más rico del mundo, según un estudio del
propio Departamento de Agricultura de ese país estimaba que para finales de
2014, la fecha de la medición disponible más reciente, cerca de 14% de la
población estadounidense (17 millones de personas) enfrentaba lo que se conoce
como inseguridad alimentaria, y eso sin contar la violencia racial contra los
afroamericanos y otras minorías étnicas.
A ninguno de los casos arriba mencionados los medios transnacionales los
refieren como “crisis humanitaria”. Sin embargo, Venezuela, un país que
enfrenta el colapso del modelo capitalista rentista petrolero y una guerra
económica desatada por la burguesía parasitaria, pero donde no existe guerra
civil con millones de desplazados, muertos y hambruna los mismos medios de
prensa destacan que sí existe una “crisis humanitaria”. El mundo al revés.
Para justificar lo injustificable los medios transnacionales y algunos
locales en Venezuela insisten que en el país existe hambruna. Pero
recientemente la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la
Agricultura, FAO, reconoció que era completamente falsa esa información y que
la escasez aparente de alimentos es fruto del acaparamiento con fines de
especulación mercantil en búsqueda de mayores márgenes de ganancia dineraria, y
que tiene también el propósito político de desestabilizar al Gobierno.
Definitivamente, los intentos de la oligarquía criolla y del
imperialismo de crear una falsa imagen de Venezuela, dando la idea de caos por
falta de alimentos y medicinas para la población, la que serviría como coartada
perfecta para justificar una intervención extranjera con fachada de “ayuda
humanitaria”, se han desmoronado.
Vale recordar las palabras de ex jefe del Comando Sur de Estados Unidos,
John Kelly cuando manifestó que rezaba todos los días por Venezuela, y si un
organismo regional, la OEA, solicitaba la intervención militar, con mucho gusto
lo haría.
¿Acaso esta acusación de “crisis humanitaria” en Venezuela no representa
el “argumento” perfecto que necesita Estados Unidos para legitimar una
intervención contra el país? ¿Acaso una intervención militar extranjera no
terminaría por crearla de verdad?
Piensa por ti mismo, y no te dejes manipular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario