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miércoles, 9 de septiembre de 2015

Carta abierta de 19 economistas, entre ellos Varoufakis y Piketty, respalda propuesta argentina en la ONU contra los “fondos buitre”


European countries must support the United Nations’ proposals for sovereign debt restructuring! – Open letter to the UN by 19 economists





Debajo del texto original en inglés traducción al castellano por www.reverso.net/text revisada (G.E.)





On September 10, the United Nations General Assembly will vote on nine principles concerning the restructuring of sovereign debts. Abiding by such principles would have avoided the pitfalls of the Greek crisis, in which political representatives gave in to creditor demands despite their lack of economic sense and their disastrous social impact. This public interest resolution must be supported by all European states and brought into the public debate. 

The Greek crisis has made clear that individual states acting alone cannot negotiate reasonable conditions for the restructuring of their debt within the current political framework, even though these debts are often unsustainable over the long term. Throughout its negotiations with creditor institutions, Greece faced a stubborn refusal to consider any debt restructuring, even though this refusal stood in contradiction to the IMF’s own recommendations.

At the UN in New York exactly one year ago, Argentina, with the support of the 134 countries of the G77, proposed creating a committee aimed at establishing an international legal framework for the restructuring of sovereign debts. This committee, backed up by experts of the UNCTAD, today submits to vote nine principles that should be respected when restructuring sovereign debt: sovereignty, good faith, transparency, impartiality, equitable treatment, sovereign immunity, legitimacy, sustainability and majority restructuring.

In recent decades, a debt market has emerged that states are constrained to submit to.

Argentina, standing at the forefront of these efforts, has been fending off “vulture funds” ever since it restructured its debt. These funds recently succeeded in freezing Argentina’s assets in the United States through the intervention of the American courts.

Yesterday Argentina, today Greece, and tomorrow perhaps France as well: any indebted country can be blocked from restructuring its debt in spite of all common sense. Establishing a legal framework for debt restructuring, allowing each state to solve its debt problems without risking financial collapse or the loss of its sovereignty, is a matter of great urgency in promoting financial stability.

These nine principles reaffirm the preeminence of political power in handling economic policy.

They limit the depoliticisation of the financial system, which until now has not left any alternative to austerity and instead has held states hostages to creditor demands. The UN vote today provides a stark choice between the democratic handling of sovereign debt matters and the continuing rule by debt markets.

A similar initiative failed in 2003 at the IMF. Today, while the position of European countries remains unclear, their support is fundamental for this resolution to be put into practice. Thus far they have kept away from the process, and did not express support for the creation of the committee. The Greek drama that unfolded over the summer makes clear that there is no time left to dither.

This summer’s sham negotiations have caused many Europeans to retreat into nationalism and express defiance towards international institutions. However, Europeans must reaffirm that democratic rights, rather than the dictates of the market, are at the heart of international governance. We therefore call all European states to vote in favour of this resolution.

List of signatories (firmantes):

Thomas Piketty (Paris School of Economics), Yanis Varoufakis (Former Greek Minister of Finance), James Galbraith (University of Texas Austin), Heiner Flassbeck (Former Chief Economist of UNCTAD), Martín Guzmán (Columbia University), Jacques Généreux (Sciences Po), Steve Keen (Kingston University), Gabriel Colletis (Toulouse 1 University), Michel Husson (IRES), Benjamin Lemoine (Paris-Dauphine University), Mariana Mazzucato (University of Sussex), Robert Salais (IDHE, Marc Bloch), Bruno Théret (Paris-Dauphine University), Xavier Timbeau (Principal Director at the OFCE), Gennaro Zezza (Levy Economics Institute), Giovanni Dosi (Scuola Superiore Sant’Anna), Engelbert Stockhammer (Kingston University), Ozlem Onaran (University of Greenwich), François Vatin (Paris Ouest Naterre University).




¡Los países europeos deben apoyar la propuesta en Naciones Unidas para la reestructuración soberana de deudas!  Carta abierta a las Naciones Unidas de 19 economistas:



El 10 de septiembre, en Naciones Unidas, la Asamblea General votará sobre nueve principios que conciernen a la reestructuración de deudas soberanas. El cumplimiento de tales principios habría evitado las trampas de la crisis griega, en la cual los representantes políticos cedieron ante demandas de los acreedores a pesar de su falta de sentido económico y su desastroso impacto social. Esta resolución de interés pública debe ser apoyada por todos los Estados europeos y llevada al debate público.

La crisis griega ha demostrado que por sí mismos los Estados no pueden negociar condiciones razonables para la reestructuración de sus deudas en el marco político corriente, aun cuando estas deudas sean a menudo insostenibles en el largo plazo. En todas sus negociaciones con las instituciones acreedoras Grecia afrontó un rechazo obstinado de considerar cualquier reestructuración de deuda, aun cuando este rechazo estuvo en contradicción con las propias recomendaciones del FMI.

En las Naciones Unidas, en Nueva York, exactamente hace un año, Argentina, con el apoyo de los 134 países del G77, propuso la creación de un comité dirigido al establecimiento de un marco internacional legal para la reestructuración de deudas soberanas. Este comité, sostenido por los expertos del UNCTAD, hoy presenta a votación nueve principios que deberían ser respetados en las reestructuraciones de deudas soberanas: soberanía, buena fe, transparencia, imparcialidad, tratamiento equitativo, inmunidad soberana, legitimidad, sostenibilidad y reestructuración de toda la deuda.

En décadas recientes el mercado de deudas ha dado como resultado que los Estados son obligados a rendirse.

Argentina, estando a la vanguardia de estos esfuerzos, ha logrado detener la presión de los “fondos buitre” después de que estos reclamaran pagos que no habían ingresado en las reestructuraciones voluntarias de deuda que se resolvieron con la mayoría de loas acreedores. Esos “fondos” recientemente lograron que tribunales de justicia estadounidenses congelaran activos argentinos.

Ayer Argentina, hoy Grecia, y mañana quizás Francia también: cualquier país endeudado puede ser impedido de reestructurar su deuda a pesar de todo el sentido común. Estableciendo un marco legal para la reestructuración de deudas, permitirá que cada Estado pueda solucionar sus problemas de deudas sin arriesgar el derrumbamiento financiero o la pérdida de su soberanía, es éste un tema de gran urgencia en la promoción de la estabilidad financiera.

Estos nueve principios reafirman la preeminencia del Poder Político en el manejo de la Política Económica.

Ellos limitan el despolitización del sistema financiero, que hasta ahora no posibilita ninguna alternativa a la “austeridad”, y en cambio posibilita que los Estados sea rehenes de las demandas de los acreedores. El voto hoy en Naciones Unidas proporciona una opción entre el manejo democrático de los asuntos de deudas soberanas y la dura regla continuada por los mercados de deudas.

Una iniciativa similar fracasó en 2003 en el FMI. Hoy, mientras permanece confusa la posición de los países europeos que hasta ahora se han mantenido lejos de este proceso de discusión, sus apoyos son fundamentales para que sea puesto en práctica el Proyecto de Resolución.
 

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