Pocos
días atrás, en tanto lector de la revista digital La tecl@ Eñe, sumé un comentario al artículo “Democracia de
mentiras”, del mendocino Mario de Casas.1 En el sexto párrafo el
autor adelanta un concepto que luego desarrolla:
Aunque podría parecer que estoy yendo muy lejos, no está de más
recordar que la acción de sustraer la soberanía de los ciudadanos se llama,
técnicamente, golpe de Estado. He aquí un indicio de la gravedad política de
cada mentira del gobierno pues implica usurpar el poder de los ciudadanos y
tratarlos como enemigos, no como soberanos.
Mi comentario, publicado por La
tecl@ Eñe:
La
apropiación de la soberanía de los ciudadanos transformándolos en súbditos,
cabe destacar, es una observación profunda que hace De Casas. Tal apropiación
no fue fortuita sino programada cuidadosamente para resolver la deriva de uno
de los “populismos” suramericanos más destacados y recomponer el poderío del
capitalismo financiero concentrado y en crisis. La dirección del proceso en
Argentina se instrumentó en ámbitos “offshore”, fuera de las playas propias del
país, y jugando en las operaciones concretas un equipo de gerentes de negocios,
no de titulares del gran capital. Habiendo sido programada e instrumentada así
esa apropiación de soberanía ciudadana y conversión de sus ex protagonistas
(con sus limitaciones de conciencia) en súbditos desde antes de su instalación
el 10 de diciembre de 2015 da fundamento a una caracterización precisa y
necesaria para la resolución del conflicto: en aquella fecha se instaló no un
Gobierno ciudadano soberano sino un virreinato, Mauricio Macri no es presidente
sino virrey (véase del 31 de diciembre de 2015, “Atilio Boron y Frank
Underwood: un rey de virreyes…”2 (Hoy hubiera escrito, desde la línea
dos: “Tales apropiaciones, primero en Argentina e inmediatamente luego en
Brasil, no fueron fortuitas sino programadas cuidadosamente para resolver las
derivas de los dos “populismos” suramericanos más destacados y recomponer el
poderío del capitalismo financiero y en crisis”.)
La velocidad de los
tiempos políticos
Otro virrey desnudo, ahora, en –como dicen los
uruguayos–, “el país del norte”, Temer, en corrupta coalición con un aparato que se dice judicial pero que no es
científicamente jurídico sino un mamarracho de pastores y fieles de las
iglesias USA-on line y parientes de “patrones
de los pastores”, muy ricos gerentes de la calaña capitalista, han pretendido
dar el golpe de furca a Lula, el
candidato señalado por la voluntad popular para ser reelegido presidente en
octubre próximo.
Los tiempos corren veloces, y así deben correr
nuestros análisis, nuestra visión crítica e inteligente de las circunstancias,
no “congelando” nada y menos desconfiando de lo nuevo que puedan construir los
pueblos en pos de su autodefensa y liberación.
El cuadro
“institucional” rioplatense del oeste (sobre el oriental convendría indagar que
tan cerca anda del precipicio…)
Tres destacados juristas rioplatenses de distintas
corrientes y compromisos ideológicos y políticos, Julio Maier, penalista como
también lo es Eugenio Raúl Zaffaroni, y Eduardo Barcesat, constitucionalista y
defensor de derechos humanos, se han manifestado con severidad sobre el cuadro
“institucional” argentino.
Maier, de antigua adscripción radical según José “Pepe”
Eliaschev en Los hombres del juicio (Sudamericana),
pero él mismo no explícito en identificaciones políticas o ideológicas, expresó
el 22 de noviembre de 2017 en una entrevista con los periodistas Daniel
Tognetti y Roberto Caballero en la emisora de Buenos Aires, Radio del Plata:
Lo
que busca este gobierno es una Justicia totalmente adicta, ya se ha salido de
los márgenes del Estado de derecho […] La Argentina desde hace mucho tiempo no
es un Estado de derecho, quiso serlo en algún momento de su historia reciente y
a lo mejor lo alcanzó muy brevemente, pero ahora lo es mucho menos que nunca.
Un Estado de derecho es un Estado que cumple las leyes que el Parlamento dicta,
que son precisamente la descripción de la política oficial. Este Gobierno no
las cumple.3
Eugenio
Raúl Zaffaroni, miembro hasta diciembre de 2014 de la Corte Suprema de Justicia
cuando renunció sujetándose a la prescripción constitucional de no continuar
tras cumplir setenta y cinco años de edad, y miembro actual de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, ha realizado muchísimas declaraciones y
definiciones con correspondencia a su perfil personal peronista progresista y
de elogio, no sin crítica, hacia el gobierno de Cristina Kirchner. Entre sus
declaraciones destacamos repuestas a una entrevista que le hiciera Martín
Granovsky en el temprano inicio del gobierno PRO, en la primera semana de enero
de 2016:
Granovsky: ¿A qué objetivo apunta la presencia
masiva en el Estado de cuadros que fueron gerentes generales o vicepresidentes
ejecutivos de transnacionales?
Zaffaroni: Sinceramente creo que no es un plan. Es
más simple: se trata de una forma que adquiere la etapa superior del
colonialismo que vivimos. Hoy se acabó el neocolonialismo. En el mundo mandan y
compiten las corporaciones […]. Ni Mr. Obama ni Frau Merkel están haciendo lo
que quieren, sino que el poder político en todo el planeta está sitiado por
corporaciones transnacionales a cargo de burócratas que son los CEO. No son los
dueños del capital. No son Henry Ford ni el gordo con cadena de oro y habano de
las caricaturas de La Vanguardia de
hace cien años. Son gerentes, burócratas que tienen por misión obtener la mejor
renta en el menor tiempo para su corporación. Si no lo hacen serán desplazados
y sustituidos por otros que esperan su turno. Por eso digo que no es un plan
sino una nueva forma de virreinato.4
De Eduardo
Barcesat, abogado constitucionalista e intelectual marxista defensor de
derechos humanos, citamos fragmentos de una entrevista que le fuera realizada
en el pasado enero por la radio FM 89.1 de la Universidad Nacional de La
Matanza (UNLAM), Provincia de Buenos Aires, interviú en la que centró su
atención en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) firmado por Mauricio Macri
a distancia mediante procedimiento “electrónico”, se dijo, durante sus
vacaciones familiares de diciembre de 2017 en Villa La Angustura –enclave
andino en la Provincia de Neuquén cercano a Bariloche– y publicado en los
primeros días de 2018 en el Boletín Oficial con el número 27.5 La “norma”,
sin duda calificable como bando virreinal colonial, deroga nada menos que
diecinueve leyes de la Nación y modifica otras ciento cuarenta alterando, entre
otros, el objetivo del Fondo de Garantía de la Administración Nacional de la
Seguridad Social6 creado para el sostenimiento de jubilaciones y pensiones
y habilitando ahora su uso en acciones de especulación financiera.
Señaló Barcesat que tal Decreto constituye:
[U]n
golpe de Estado institucional porque quebranta el deber de obediencia a la
supremacía de la Constitucional Nacional. […] El tema es la institucionalidad.
La Constitución dice que el Poder Ejecutivo sólo podrá asumir funciones
legislativas cuando medien razones de necesidad y urgencia [… Afirmó entonces
que] el Congreso está funcionando y
está en sesiones extraordinarias y no hay ninguna de las ciento noventa y dos
medidas que cambiaría la historia [por lo cual consideró que la intención es] evitar
el debate y no querer pagar el costo político.
Si esto lo vamos a convertir en que vale todo y hay
un unicato en Argentina, con un solo
poder que usurpa las potestades del Congreso y, también, dice qué deben hacer
los jueces, entonces que Macri se declare cacique supremo de la Nación.
[Barcesat fue categórico al calificar que lo
sucedido] no es compatible con el sistema institucional argentino. Este decreto
[al que calificó] inmundo deroga diecinueve leyes e introduce veinticinco
modificaciones, al menos en la contabilidad primaria. Esto no se puede hacer
por la vía de un decreto. Esto es suprimir la división de poderes y el Estado
de derecho. Es un hecho gravísimo porque, si eso se cae, ya no estamos viviendo
en democracia.
[Asimismo, denunció que la intención de fondo de
esta iniciativa –destaca la publicación de la entrevista–] es achicar el Estado
para agrandar el negocio. Hay una pretensión de apropiarse y convertir en
negocio privado el llamado Campo los Andes, un territorio del ejército ubicado
en la zona fronteriza con Chile. Rifamos la propiedad pública para un
emprendimiento privado.
[Estos decretos] son para […] entregar más rápido y
más fácilmente los recursos y riquezas naturales de la Argentina. Se necesita
una respuesta inmediata y categórica del Congreso respecto de este malhadado
decreto.
[También, concluyendo su exposición, sostuvo que la
Justicia debería avanzar] en la rama penal, por la violación de deberes de
funcionario público y malversación de caudales públicos. Y el juez contencioso
administrativo debería dictar, por lo menos, una medida suspensiva para que el
Gobierno explique por qué no envía el proyecto al Congreso”.7
Dos artículos, uno de Jorge
Beinstein y otro de Manuel Gaggero
La
Agencia Latinoamericana de Información (ALAI) publicó recientemente de Jorge
Beinstein “Las nuevas dictaduras latinoamericanas”, y en Resumen Latinoamericano Manuel Justo Gaggero firma “La historia se
repite… como tragedia” (memoria descriptiva del lapso que va de 1975 a 2018 que
concluye con un llamamiento del autor: «No permitamos la instalación de un
“Estado Policial” y sigamos luchando por una Patria para todos y una verdadera
democracia participativa que termine con la exclusión»).
Cuando
hace unos meses se cumplió el cuadragésimo primer aniversario de la
desaparición forzada de Alicia Eguren en 1977 volvimos a ver el documental Alicia y John, el peronismo olvidado
(Carlos Castro, 2008). Respecto de la insistencia de Cooke en la
correspondencia mantenida con Perón y el ofrecimiento entonces de Fidel Castro,
ya triunfante la Revolución Cubana, para que el exilio del derrocado presidente
en lugar de transcurrir en la España franquista fuera en La Habana –que se
refieren en el filme–, Manuel Gaggero da en el mismo un testimonio categórico
no sin cierta ironía afirmando que «el viejo» nunca hubiera aceptado instalarse
en la isla socialista, Manuel sabía muy bien lo que decía. Hacia fines de los
años 1960, desde cuando tengo un especial recuerdo de él, ejercía como abogado
del gremio de los choferes del transporte público y de la CGT de los Argentinos
en la capital entrerriana, Paraná, su ciudad natal.
Gaggero,
que entonces comenzó a formar parte, y él mismo lo ha manifestado, «en el
Frente Revolucionario Peronista, junto a Armando Jaime y Juan Carlos Arroyo,
entre otros compañeros», fue director de El
Mundo en aquella experiencia periodística peronista y marxista-guevarista
que documenta con detalle el comunicador social Marcelo Maggio en Diario El Mundo. PRT-ERP: prensa masiva para
una política de masas (2012). En testimonio al autor del libro –antes una
tesis de licenciatura en Ciencias de la Comunicación (UBA)–, Manuel Gaggero
relató el proceso fundacional de aquel proyecto:
A
la primera reunión asistimos Benito Urteaga, por el PRT; Luis Alberto Cerruti
Costa, que había radicalizado sus posiciones acercándose al PRT; el padre [Miguel]
Ramondetti, de los sacerdotes por el Tercer Mundo; Alicia Eguren, viuda de John
William Cooke; Félix Granovsky, del Partido Comunista, y yo, que militaba en el
Frente Revolucionario Peronista –cuenta el abogado Manuel Gaggero desde las
sierras de Córdoba, donde reside en la actualidad–. Urteaga propuso la compra
de El Mundo para sacar un diario que
reflejara el movimiento político que se estaba desarrollando, que fuera amplio
y pluralista y que no se superpusiera ni con Estrella Roja, que era el órgano del PRT, ni con El combatiente, del Ejército
Revolucionario del Pueblo. (En la cita se dan recíprocamente equivocadas las
referencias a esos dos órganos de prensa: El
Combatiente lo era del PRT, y Estrella Roja del ERP. G.E.)
El
vespertino, con una tirada de más de entre cien mil y ciento cincuenta mil
ejemplares diarios se publicó entre agosto de 1973 y marzo de 1974 siendo ya
Juan Perón nuevamente presidente tras la renuncia de Héctor Cámpora para ese
preciso cometido y el interinato de Raúl Lastiri, diputado y yerno de López
Rega. En agosto de ese mismo año muere Perón y María Estela “Isabel” Martínez,
su esposa del exilio, compañera de fórmula electoral y ya vicepresidenta asume
la titularidad del Poder Ejecutivo hasta el 24 de marzo de 1976, cuando irrumpe
la feroz dictadura a la que con toda precisión sus creadores y ejecutores
llamaron “Proceso de Reorganización Nacional” encabezada por el comandante del
Ejército, Rafael Videla, y el empresario Alfredo Martínez de Hoz, nieto del
fundador de la Sociedad Rural Argentina y organizador financiero del exterminio
aborigen pampeano y patagónico dirigido por Julio A. Roca para fundar el
capitalismo agropecuario. Una introducción a ese “Proceso”, sin duda no la
principal, fue la creación y puesta en acción de la “Alianza Anticomunista
Argentina” en octubre de 1973, un año antes de la muerte de Perón, según
escribe Gaggero en “El general en su laberinto” (Página|12 del 19 de febrero de 2007)8:
El
acta fundacional, según algunos investigadores, se firma el 1º de octubre de
1973 en una reunión en la que se encuentran presentes el presidente en
ejercicio Raúl Lastiri; los ministros del Interior, Benito Llambí, y de
Bienestar Social, José López Rega; el secretario general de la Presidencia,
José Humberto Martiarena, y varios gobernadores. En la misma se reitera que la
función de esta organización era combatir a los enemigos del gobierno,
reprimiendo el “entrismo de izquierda” y a los marxistas que “pretendían
convertir a la Argentina en una nueva Cuba”.
En ese artículo Gaggero se explaya en los
acontecimientos de la breve y última presidencia de Perón, crónica que vale
reproducir en su integridad:
El 29 de septiembre, dos días antes de la
reunión que comentamos, en la residencia de Olivos, un grupo que luego se
integraría a la Triple A colocó e hizo detonar un artefacto explosivo de alto
poder en mi domicilio en Paraná, destruyendo el dormitorio en el que presumían
los agresores que nos encontrábamos junto a mi compañera y a mis tres hijos. La
vivienda quedó seriamente afectada, debiendo ser apuntalada por los bomberos.
Gobernaba la provincia Tomás Cresto, quien se negó a recibirnos cuando
solicitamos una audiencia para exigirle que se investigara el atentado.
Dos meses más tarde me hice cargo de la
dirección del diario, en razón de que viajó al extranjero Luis Cerruti. Recibí
todo tipo de amenazas firmadas por la Triple A. El accionar de esta banda en
los barrios se había incrementado notablemente. Activistas sindicales combativos
eran amenazados.
Se empieza a generar un clima de terror.
El diario sufre varios atentados con explosivos y un intento de copamiento por
parte de una columna de la Juventud Peronista de la República Argentina, que
tenía el apoyo del Ministerio de Bienestar Social, de donde salieron las armas
con las que tirotearon la redacción.
En esos días se produce la primera
conferencia de prensa del general Perón en Casa de Gobierno. La periodista
acreditada por El Mundo –Ana Guzetti–, cuando comienza la ronda de preguntas,
le inquiere al presidente “qué medidas adoptaría el gobierno para detener la
ola de atentados fascistas perpetrados contra militantes populares”,
responsabilizando de los mismos a “grupos parapoliciales y paramilitares de
derecha”. Perón reaccionó airado y le dijo a la reportera: “¿Usted se hace
responsable de lo que dice? Eso de parapoliciales lo tendrá que probar”. La
periodista le contestó “de acuerdo”. El presidente, dirigiéndose al edecán
aeronáutico ordenó: “Tomen los datos de esta señorita para que el ministro de
Justicia le inicie la causa correspondiente”.
Días más tarde se radicó la querella, de
la que fuimos notificados al producirse un allanamiento a la redacción y la
detención de 17 periodistas. Entre ellos Ana Guzetti. Fueron innumerables las
agresiones hasta la clausura definitiva el 14 de marzo de 1974.
Quince días antes, el secretario de
Prensa de la Presidencia Emilio Abras nos había planteado la posibilidad de
hacer un reportaje televisado al general juntamente con el director de La Opinión,
Jacobo Timerman. Nos pareció interesante, ya que de esta forma se frenaría la
ya anunciada clausura. Esta no se concretó; luego Abras nos explicó que Lorenzo
Miguel le exigió a Perón que clausurara el diario, ya que alentaba la
resistencia sindical en Villa Constitución y en Zárate. No cabe duda de que el
anciano y enfermo general, que regresa por tercera vez en junio de 1973 y que
asume como presidente el 12 de octubre de ese año, no era el mismo que había
encabezado un movimiento de renovación social, económica y cultural en la
década del ’40, devolviéndoles la dignidad a los trabajadores y defendiendo
nuestra soberanía nacional. Este tenía en su laberinto en los ’70 a personajes
tenebrosos como Isabel Martínez, López Rega, Lastiri, Villone, Osinde y otros.
La historia y ahora la Justicia tendrán que establecer y deslindar
responsabilidades, sin dejarse amilanar por quienes intentan encubrir la
verdad. Cerca de 1500 asesinados y secuestrados durante este período reclaman
justicia. En el devenir histórico siempre existen personajes que muestran dos
facetas. El Napoleón que intenta llevar a toda Europa las ideas de la
Revolución Francesa es el mismo que, convertido en Emperador, ocupa pueblos y
naciones, sometiéndolas a su poder.
En este punto, y antes de aportar a una más precisa
caracterización de “farsa” en el aquí y ahora argentino y suramericano, veamos
que en “El 18 de brumario de Luis Bonaparte” Marx se refiere al “golpe de Estado” de diciembre
de 1851 como «una miserable farsa», en contraposición al de su hermano mayor,
Napoleón, derrocando al Directorio Revolucionario y proclamándose como Primer cónsul
el 9 de noviembre de 1799, también brumario en el calendario republicano
francés y finalmente Emperador (en 1804). Napoleón Bonaparte, un general
republicano durante la Revolución Francesa, reorganizó al Estado y la estrategia
de su política exterior. Luis, con el “golpe” da por terminada aquella “exportación”
democrática media centuria después del ungimiento de Napoleón y cumplidas tres
décadas de su prematura muerte en 1821 pero, detalle importante, tras la Comuna
de París de 1848. Manuel Gaggero, al referir al texto marxiano expone en el
párrafo final de su artículo que un Bonaparte primero «intenta llevar a toda
Europa las ideas de la Revolución Francesa» y que luego «ocupa pueblos y
naciones, sometiéndolas a su poder». Es por eso que, si bien hay en esos
procesos líneas de necesaria conexión, completando la sentencia de Friedrich
Hegel («La historia ocurre dos veces»), Marx escribió: «La historia ocurre dos
veces: la primera vez como una gran tragedia y la segunda como una miserable
farsa». A Gaggero (como también se podría hacerse con Martín Granovsky por su
artículo en Página|12 del recién
pasado 5 de abril, “Lula es el Espartaco de Brasil. El desafío de los esclavos”9,
que cierra con la frase «El desafío de Brasil es tan inmenso como su tragedia»),
habría que preguntarle por qué plantea que ahora hay una repetición de la
tragedia10 y, es más, si a esa dada por repetida tragedia está
vinculada la famosa sentencia de William Cooke, aunque con texto visiblemente
distinto, más elocuente y menos hermético, de «El peronismo sigue siendo el
hecho maldito de la política argentina». El contexto de esa afirmación es un
párrafo mucho más extenso:
Coque, en Peronismo y
revolución. El peronismo y el golpe de estado. Informe a las bases (1971
[1973]), Buenos Aires: Granica (pp. 103-104), dice explícitamente (el subrayado
es nuestro):
Durante
bastante tiempo, el prestigio de Perón evitó las colisiones, pero aunque podía
absorber estas contradicciones, no las suprimía; algunas aparecieron a la luz
en los momentos finales del régimen, otras después de la caída. El equilibrio
era ya insostenible, y el frente estaba desarticulado. Eso explica por qué el peronismo sigue siendo el hecho maldito de
la política argentina: su cohesión y empuje es el de las clases que
tienden a la destrucción del statu quo.
En Wikiquote (https://es.wikiquote.org/wiki/John_William_Cooke) se afirma que la frase “El
peronismo es el hecho maldito del país burgués” no aparece en textos de Cooke
publicados, como sí la dada y referida de Peronismo
y revolución…, y se abunda en citas de sostén conceptual:
Si
bien debe existir una coordinación entre la lucha armada y las diversas formas
de lucha política, la planificación global y la conducción estratégica de todas
las formas de lucha deben estar en manos de la dirección combatiente. Peronismo y revolución…
Cuando
culmine el proceso revolucionario argentino, se iluminará el aporte de cada
episodio y ningún esfuerzo será en vano, ningún sacrificio estéril, y el éxito
final redimirá de todas las frustraciones. Peronismo
y revolución…
Una
revolución requiere partido revolucionario, jefes revolucionarios y mito
revolucionario, por un lado, y la ocasión, por el otro. Miguel Mazzeo, Cooke, de vuelta: el
gran descartado de la historia argentina. Ediciones La Rosa Blindada, 1999,
pág. 44
El
nacionalismo sólo es posible como una política antiimperialista consecuente. Peronismo y revolución…
¿Tragedia o farsa?
Cuando en Argentina y Brasil contemporáneos observamos
la repetición de formas, contenidos y aplicaciones políticas que exceden las
del neoliberalismo ya clásico y conectan con un colonialismo explícito vemos tragedia,
pero más vemos farsa: farsantes del capitalismo senil en crisis final: vemos el
“copy and paste” de viejos textos de dictaduras criminales y de recetas para restauraciones
coloniales. Sobre esta cuestión planteada volveremos.
En su artículo “Las nuevas dictaduras
latinoamericanas”, Jorge Beinstein11, a quien como a Gaggero también
respeto y estimo, escribe en el inicio: «La radicalización reaccionaria de los
gobiernos de países como Paraguay, Argentina, Brasil, México u Honduras
comienza a generar la polémica en torno de su caracterización». Oportuna e
imprescindible reflexión interrogativa cuando refiere que:
Un
caso por demás curioso es el de Argentina donde se realizaron en 2015
elecciones presidenciales en medio de una avalancha mediática, económica y
judicial sin precedentes contra el gobierno [de Cristina Fernández de Kirchner
todavía en funciones] y favorable al candidato derechista Mauricio Macri. El
resultado fue la victoria de Macri por escaso margen [2,68 % más votos en una
suma total de veinticinco millones de electores] quien apenas asumió la
presidencia avanzó sobre los otros poderes del Estado logrando al poco tiempo
de hecho la suma del poder público. Si a esa concentración de poder le
agregamos el control de los medios de comunicación y del poder económico nos
encontramos ante una pequeña camarilla con una capacidad de control propia de
una dictadura. Completa el panorama el comportamiento cada vez más represivo del
gobierno que por primera vez desde el fin de la dictadura militar en 1983 ha
decidido la intervención de las Fuerzas Armadas en conflictos internos mediante
la constitución de una “fuerza militar de despliegue rápido” integrada
por efectivos del Ejército, la Marina y la Aeronáutica y la conformación de una
fuerza operativa conjunta con la DEA utilizando la excusa de la “lucha
contra el narcotráfico y el terrorismo”. De ese modo Argentina se
incorpora a una tendencia regional impuesta por los Estados Unidos de
reconversión convergente de las Fuerzas Armadas convencionales, las policías y
otras estructuras de seguridad en policías-militares capaces de “controlar” a
las poblaciones de esos países. No siguiendo el viejo estilo
conservador-cuartelario inspirado en la “doctrina de seguridad nacional” sino
estableciendo espacios sociales caóticos inmersos en el desastre, precisamente
atravesados por el narcotráfico (promovido, manipulado desde arriba) y otras
formas de criminalidad disociadora siguiendo la doctrina de la Guerra de Cuarta
Generación. [Los agregados entre corchetes son nuestros, G.E.]
Sobre
la misma temática, también de Beinstein pero de 2016, es el artículo “Ilusiones
progresistas devoradas por la crisis. América Latina a la hora del
lumpencapitalismo”, y que publicamos en Ansina
es… http://gervasioespinosanotas.blogspot.com.ar/2016/03/ilusiones-progresistas-devoradas-por-la.html
En esta contribución del autor a la agencia ALAI,
analizando la deconstrucción imperial de los progresismos, Beinstein se
aproxima a nuestra tesis de que en Argentina el gobierno tiene esencia y
conformación virreinal, siendo Mauricio Macri no un “presidente” según los
preceptos constitucionales nacionales sino en realidad virrey, no presidente
según las definiciones siquiera de una democracia dependiente. Se pregunta y
pregunta Jorge Beinstein: «¿Restauraciones
conservadoras o instauración de neofascismos coloniales?».
En “Argentina
oscilando entre la crisis de gobernabilidad y la dictadura mafiosa”, otro
artículo de Beinstein distribuido por ALAI el 22 de diciembre de 2015, doce
días después de las “pompas de bastón de mando” que Macri festejó dando pasitos
de baile en el balcón de la Casa Rosada, y que también publicamos en Ansina es…, se lee:
En
primer lugar resulta evidente que no se trató de “elecciones limpias” sino de
un proceso asimétrico, completamente distorsionado por una manipulación
mediática sin precedentes en Argentina activada desde hace varios años pero que
finalmente derivó en un operativo muy sofisticado y abrumador. Consumada la
operación electoral la presidenta saliente fue destituida unas pocas horas
antes de la transmisión del mando presidencial mediante un golpe de Estado
“judicial”, demostración de fuerza del poder real que establecía de ese modo un
precedente importante, en realidad el primer paso del nuevo régimen.
Nosotros coincidimos en la observación
de la infundada y oportunista destitución de la presidenta saliente, es decir
la “ausencia” de uno de los tres poderes del Estado en la transición a un nuevo
Poder Ejecutivo de lo que dimos cuenta en “Atilio Boron y Frank Underwood, un
rey de virreyes…”12, y agregamos también la situación ilegal de la
llamada máxima instancia judicial, un segundo poder ausente, y la complacencia
ante todo ello de ambas cámaras legislativas nacionales funcionando
conjuntamente como asamblea para presumidamente avalar la asunción de Mauricio
Macri como hipotético Presidente de la Nación.
Ahora,
siendo así todavía con más avales nuestras tesis, están siendo ventiladas las
operaciones de una empresa con sede en Gran Bretaña y conexiones por lo menos
en EE.UU., Argentina, Brasil, Colombia y México –Cambridge Analytica–
proveedora de pautas para campañas publicitarias sucias que aprovechó
información recopilada por el sitio Facebook, y que operó en el caso
estadounidense sirviendo para promover el voto a Trump. En Argentina habría
operado en favor del “trunfo” de la alianza macrista. En nuestras publicaciones
de noviembre y diciembre de 2015, y a la luz de las operaciones de los medios
de prensa concentrados para descrédito del gobierno de Cristina Kirchner dimos
elementos objetivos para sostener la caracterización planteada ahora como
segunda opción por Beinstein: “neofascismos coloniales” o, en nuestras
palabras, de “restablecimiento de los virreinatos subamericanos”, de
virreinatos “patio trasero” del imperio “norteamericano”, sede continental del
capitalismo concentrado y financiero, por eso “sub-americanos”:
“Situación
que subvertiría la institucionalidad” | http://gervasioespinosanotas.blogspot.com.ar/2015/11/situacion-que-subvertiria-la.html;
“Balotaje,
silencio atronador… Ganó y perdió” | http://gervasioespinosanotas.blogspot.com.ar/2015/11/balotaje-silencio-atronador-gano-y.html
“Restablecimiento
de los virreinatos subamericanos*” | http://gervasioespinosanotas.blogspot.com.ar/2015/12/restablecimiento-de-los-virreinatos.html
“Prestigiosos
juristas*” | http://gervasioespinosanotas.blogspot.com.ar/2015/12/prestigiosos-juristas.html
“Por
decreto pretende nombrar jueces de la Corte Suprema, miente cuando reprime y
pretende avasallar un organismo autárquico creado por ley vigente que tiene
como función garantizar la libertad de información” | http://gervasioespinosanotas.blogspot.com.ar/2015/12/por-decreto-pretende-nombrar-jueces-de.html
“Atilio
Boron y Frank Underwood, un rey de virreyes…” | http://gervasioespinosanotas.blogspot.com.ar/2015/12/atilio-boron-y-frank-underwood-un-rey.html
Así,
nuestra caracterización de “virreinato” que va siendo crecientemente expresada
en declaraciones y charlas políticas y expuesta incluso por el jurista Eugenio
Raúl Zaffaroni nos parece más adecuada para su comprensión popular. No hay
acción política de rechazo a un gobierno colonial que pueda ser considerada
desestabilizadora de la democracia, del Estado de derecho y, además, punible
según la Constitución Nacional.
El
“mejor equipo de los últimos cincuenta años”, como calificó Macri a quienes
conforman su Gobierno, parece más propenso al ya referido “copy” acrítico que a
un auténtico despliegue de racionalidad intelectual y estrategia operativa para
operar vaciando la riqueza creada por el trabajo de las y los trabajadores
argentinos y cobrándose pingües comisiones por el afanoso cometido. El juez federal
quizá más dispuesto a socorrer a Macri en sus necesidades de “lawfare” es
Claudio Bonadío quien para fundar el procesamiento del ex ministro de Obras
Públicas, Julio De Vido, recurrió a copiar un infundado informe en Internet
sobre precios de commodities gasíferos. Bonadío también conduce la imputación
de traición a la patria contra Cristina Fernández de Kirchner, el ex canciller
Timerman, el dirigente social y político Luis Delía y otros presumiendo la
existencia de pactos secretos con el Gobierno de Irán en torno al atentado en
1994 contra la mutual judía AMIA, en Buenos Aires, causa que se vincula con la
de la muerte del fiscal Nisman que para ello se arguye no fue suicidio sino
asesinato.
Marcos
Peña Braun, titular de la Jefatura del Gabinete, dice que el ministro de
Finanzas, Luis Caputo, es uno de los no más de docena y media de analistas
financieros más destacados del mundo, y que por amor a la Patria abandonó sus
quehaceres internacionales para integrarse al equipo de Macri. La realidad
parece ser otra, pues después de haber generosamente resuelto el conflicto con
los llamados “fondos buitre”, pagando obviamente con fondos tomados en
préstamo, renunció a su “trabajo” en una offshore del ramo la que, dado los
éxitos más propios que del Gobierno “compró” ahora los bonos a cien años
librados por el Estado argentino… Una eminencia, sin duda… (En la declaración
informativa, días pasados, en sede de una Comisión Bicameral de diputados y
senadores, “Toto” Caputo no informó nada pero –“chochamu bacán y canchero”–,
mandó un papelito provocador a la diputada Grabiela Cerruti para generar
protestas, y aprovechar para irse.)13
La nueva
tragedia suramericana, no repetición ni operación “virreinato, una farsa”,
sería, sí, la de “otros” farsantes…
Definen
así los diccionarios al adjetivo coloquial “farsante”: “que finge lo que no es
o no siente”. Por qué finge, porque no entiende o no quiere entender, porque
teme un desenlace cruel del engaño, del engaño padecido, de sus propios engaños
cometidos. Tema complejo, materia es de la sociología y la psicología de las
multitudes. Lo visible es que la sociedad de nuestros países suramericanos está marcada por
estamentos de una división profunda: a un lado los paisanos y al otro lado
otros “que no son la Patria”, y que son tan farsantes declarándose gobernados
como los que fungen de gobernantes.
¿Cuánto
es de urgente un “nuevo qué hacer”, cómo y cuándo?…
Notas:
1Ver http://lateclaenerevista.com/2018/03/25/democracia-mentira-mario-casas/ Mario de Casas
es ingeniero civil diplomado en Economía Política con mención en Economía
Regional por la Facultad Latino Americana de Ciencias Sociales (FLACSO),
Argentina. Es docente en la Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza (UNCuyo) y
hasta enero de 2014 se desempeñó como director del Ente Nacional Regulador de
Electricidad (ENRE). De Casas es colaborador de la revista citada y también de El Cohete a la Luna, publicación digital
conducida por Horacio Verbitsky, en la que De Casas también firma “¿Existe la
‘derecha democrática moderna’ o no es más que humo y espejos?” | http://www.elcohetealaluna.com/los-peligros-la-fiebre-amarilla/
2
En http://gervasioespinosanotas.blogspot.com.ar/2015/12/atilio-boron-y-frank-underwood-un-rey.html
4
Véanse http://gervasioespinosanotas.blogspot.com.ar/2016/01/raul-zaffaroni-es-una-nueva-forma-de.html; http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-289956-2016-01-10.html y http://gervasioespinosanotas.blogspot.com.ar/2016/01/zaffaroni-van-matar-alguien-no-sean.html.
5
Diario
Tiempo Argentino, Buenos Aires, “Se ‘perdió’
el expediente en el que se investiga a Macri por falsificación de documento
público”. La denuncia fue realizada en General Roca, Río Negro, por la diputada
Silvia Horne, aludiendo a la firma del DNU cuando el presidente estaba de
vacaciones y sin el acompañamiento de su Gabinete de Ministros, como exige la
ley del caso. El expediente fue girado a Comodoro Py [en Buenos Aires, sede de
los Tribunales Federales competentes para el caso] pero nunca llegó. Ver en: https://www.tiempoar.com.ar/articulo/view/75214/se-perdia-el-expediente-en-el-que-se-investiga-a-macri-por-falsificacia-n-de-documento-pa-blico
6
El
4 de diciembre de 2008 se promulgó la Ley 26.425 que en su artículo primero
dispone la unificación del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones en un
único régimen previsional público denominado Sistema Integrado Previsional Argentino
(SIPA). Las disposiciones
reglamentarias terminaron de configurar el nuevo sistema y el total de los
fondos administrados por las AFJP [las privadas Administradoras de Fondos de
Jubilación y Pensión creadas por Carlos Saúl Menem y Domingo Cavallo] se
traspasaron en especie al FGS,
el cual redefine su denominación: Fondo
de Garantía de Sustentabilidad del Sistema Integrado Previsional Argentino.
El FGS está compuesto por
diversos tipos de activos financieros. En el momento del traspaso, 5 de
diciembre de 2008, estaba valuado en 98.224 millones de pesos; a diciembre de
2012, su valuación asciende a 244.700 millones de pesos. Según diversos
estudios la nacionalización del sistema previsional y la estatización de los
fondos de las AFJP permitieron una administración de los recursos más
transparente generando resultados positivos, incrementando los recursos e
incluyendo más personas al sistema previsional. Desde su estatización se dio un
crecimiento de las inversiones del Fondo de Garantía de Sustentabilidad que
pasó de $ 98.083 millones en 2008 (último año privado) a $ 482.660 millones en
31 de octubre de 2014, significando un crecimiento del 392,1%., asimismo el
capital del Fondo de Garantía de
Sustentabilidad se había duplicado desde la estatización de las AFJP.
Véase en https://es.wikipedia.org/wiki/Fondo_de_Garantía_de_Sustentabilidad
10 En Manuel Justo Gaggero, “La historia se repite… como tragedia”, en Resumen
Latinoamericano: http://www.resumenlatinoamericano.org/2018/02/11/argentina-la-historia-se-repitecomo-tragedia/
11 Jorge Beinstein,
nacido en el porteño barrio de Boedo en 1946 –y entre los años 1976 y 1983
exiliado en Francia–, graduado como Doctor de Estado en Economía por la Université de Franche-Comté Besançon especializado en prospectiva, en
enero de 1999 presentó su ponencia “La declinación de la economía global. De la
postergación global de la crisis a la crisis general de la globalización” en el
Encuentro Internacional sobre “Globalización y problemas del desarrollo”
realizado en La Habana, Cuba, convocado por la Asociación de Economistas de
América Latina y el Caribe y por la Asociación Nacional de Economistas de Cuba.
Ese trabajo está publicado en internet en http://www.andes.missouri.edu/andes/Especiales/JBGlobal/JB_Global1.html y lo fue en
papel por una revista que a fines de
1999 circuló en la periferia suburbana noroeste de la Provincia de Buenos
Aires, Blanco y Negro, antecedente de este blog, siendo esa edición en
Argentina simultánea con la publicación que hiciera en la nación caribeña,
también sobre papel, El economista de Cuba.
12 Véase la precedente nota 2.
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