Sárközy
No sorprende el comentario del presidente de ascendencia
húngara, cuando afirma que es necesario en Francia “reducir a la mitad el
número de extranjeros”.1 Podría haber dicho que es “nesarió”,
afrancesando el modo de llamar a lo “que forzosa o
inevitablemente ha de ser o suceder” o, con similar propósito, pretendía
el líder del peronismo argentino de los años noventa (¿“hecho maldito del país
burgués”?): hacia fines de aquella década hubo decretos y proyectos de ley para
impedir el ingreso a Argentina de inmigrantes bolivianos y peruanos
especialmente.2 Lo de “reducir a la mitad” el presidente de
ascendencia húngara lo dijo ahora en París, quizá, sugieren algunos
comentaristas, con el oído y la vista puestos en las próximas elecciones.
Antes de ser progenitor del presidente, huyendo de su país
de nacimiento y sede de negocios cuando el Ejército Rojo lo atravesó
desalojando a los nazis, Pál Istvan Emó Sárközy pasó por Austria y Alemania y
finalmente se enroló en la
Legión Extranjera para servir a Francia en Argelia. Pero muy
pronto abandona la práctica militar, probablemente cuando ya hubiera ganado el
derecho a mover tildes y desalojar diéresis de su nombre y convertirse en Paul
Sarkozy, de algo más de treinta años y profesión publicitario. Casado poco
después con la hija de un médico parisino judío sefardita, Andrée, ya convertida
al catolicismo, en 1955 nace al segundo de sus tres hijos, hace apenas
cincuenta y siete años.
Nicolas vivió hasta su adolescencia muy afectado por el
divorcio de sus padres en 1959, cuando contaba sólo cuatro años de edad, y el
abandono que de su familia hizo aquel inmigrante que se “nacionalizó” militando
en la Legión en territorio colonial. La biógrafa Catherine
Nay pone en boca del hoy presidente esta frase en su libro L'Impétueux
(El
impetuoso):
“Lo que me hizo lo que soy ahora fue
la suma de todas las humillaciones sufridas en mi infancia”. Aun así, su
personalidad y actos son más materia de análisis político que psicológico.
Burócratas “cientistas”.
Desde el lápiz de grafito a las TIC
Mucha bibliografía tanto publicada en papel como en otros
registros sirve en cuanto base de su propia cita y multiplicación, y de más
disquisiciones sobre la función digna de galardón de las tecnologías informáticas en el
desarrollo social, como también de acumulación de polvo y piojos del papel en
depósitos editoriales, anaqueles comerciales y bibliotecas académicas o
burocráticas. No pocos de sus autores pareciera que resueltamente han
prescindido de la gramática y de las teorías y técnicas que permiten su
aprovechamiento práctico (es decir de la gramática y de su “tecnología”) para,
por ejemplo, con los recursos del pensamiento, del habla y de la escritura no
solamente entender “el mundo” sino propender a cambiarlo, porque “de lo que se
trata es de transformarlo” (no de convertirlo en un mero “soporte” del modo
capitalista sino en acción y realidad poscapitalista. Véase Carlos Marx, Tesis
XI). Claro que las más de becas y fondos financian solamente vacías
especulaciones y entretenimientos, y el confort “tecnológico” de sus clientes
no es barato…
Enrolados en la campaña One Laptop Per Child (OLPC) que Nicholas Negroponte, miembro del Massachusetts
Institute of Technology (MIT) de EE. UU., mundializara en 2006 a través del Foro
Económico Mundial de Davos, algunos autores sobre tal temática citan palabras
del ex presidente uruguayo Tabaré Vázquez en oportunidad de anunciar el
lanzamiento del Plan CEIBAL, basado en la campaña referida. La afirmación de
Vázquez es transcripta sin modificaciones tal cual se la refiere desde hace
seis años en el sitio oficial del gobierno de Uruguay en Internet: “Que
seamos todos en el Uruguay, no solo iguales ante la ley que es importante, sino
que seamos todos iguales ante la vida.”3
Distinto hubiera sido si Vázquez afirmara (obsérvense los
subrayados que resaltan mínimos cambios en la sintaxis): “Que seamos todos en
el Uruguay no solo iguales ante la ley, lo que es importante,
sino que seamos todos iguales ante la vida.”
Pero no. Lo que dijo y está registrado es: “Que seamos todos
en el Uruguay, no solo iguales ante la ley que es importante, sino que seamos
todos iguales ante la vida” (¿cuál ley es "la" importante?).
(“Cientista” es una jerigonza de moda desde hace muchos años
para denominar a los científicos, tal se los nombra en nuestro idioma, de las
ciencias sociales. Es una clara manifestación de dependencia cultural al copiar
la escritura de scientist. Claro que
peor hubiera sido que copiando el sonido se llegara a escribir “saientista”.)
Notas:
1 http://www.radio-canada.ca/nouvelles/International/2012/03/06/011-sarkozy-campagne-immigration.shtml
Gervasio Espinosa
(8 de marzo de 2012)
No hay comentarios:
Publicar un comentario